Valeriana común - Valeriana officinalis

La Valeriana officinalis es una perenne herbácea de porte erecto, que forma una mata. Esta planta también llamada Valeriana de las colinas crece rápidamente. Dispone de una cálida floración que dura de mayo a julio. Sus tallos carnosos portan corimbos de pequeñas flores aplanadas de 3 a 5 mm de largo. Son de un bonito blanco rosado y compuestas de 5 pétalos y 3 estambres. Las inflorescencias dan frutos que son aquenios ovales plumosos.

Las hojas de la Valeriana son caducifolias y aromáticas. Miden de 10 a 20 cm de largo y son de color verde. Las hojas están compuestas de 7 a 10 pares de folíolos lanceolados y dentados. En plena floración, la Valeriana officinalis puede alcanzar una altura de más de 1,50 m. Originaria de Europa central, es una planta de muy buena rusticidad que se adapta bien a sotobosques, marismas, rocallas y prados húmedos, así como a las orillas de torrentes. Está muy presente en regiones montañosas. Es una planta que se naturaliza bien en jardines silvestres. Se siembra de manera natural con facilidad y a veces se instala en lugares muy curiosos, como grietas en muros, pero también puede dañar muros viejos o no cementados, al igual que la hiedra.

También es una planta melífera, es decir, contiene sustancias recolectadas por insectos libadores o algunos pájaros que se transformarán en miel. La Valeriana o «Cura-Todo» es una planta medicinal. La raíz de valeriana tiene un efecto tranquilizante contra la nerviosidad y la depresión, y facilita el sueño.