Salvia jamensis Flammenn

La Salvia jamensis Flammenn es una variedad de salvia arbustiva interesante por su floración de un rojo intenso, tanto precoz como notablemente larga. Sus flores, melíferas, se agrupan en racimos bastante largos y bien poblados, sobre un pequeño follaje semi-perenne, verde oscuro y muy aromático. La planta solo necesita un suelo bien drenado, incluso bastante seco y calcáreo, en exposición soleada o semisombreada para prosperar. Se adapta perfectamente al cultivo en maceta.

La salvia arbustiva Flammen es una selección hortícola derivada de la Salvia x jamensis, un híbrido natural de Salvia greggii y S. microphylla que se encuentra frecuentemente en las montañas de México. Como todas las salvias, la variedad Flammenn pertenece a la gran familia de las lamiáceas o labiadas. Esta vivácea arbustiva presenta un porte tupido, ramificado y erguido, más alto que ancho. Alcanzará aproximadamente 80 cm de altura por 60 cm de envergadura. La floración, nectarífera y melífera, es particularmente generosa entre principios del verano y el mes de noviembre. La floración se sostiene sobre tallos finos rojo-marrón erectos. Las flores alargadas apenas miden más de 2-3 cm de longitud, pero se visten de un tono rojo intenso, realzado por pequeñas brácteas marrones en la base. Viven apenas un día, cubriendo el suelo con sus pétalos al anochecer, pero ya serán reemplazadas a la mañana siguiente. El follaje, más o menos persistente según la rigurosidad del invierno, está compuesto de pequeñas hojas ovaladas, verde oscuro, gruesas y aromáticas, un poco pegajosas, liberando con el calor un aceite esencial de fuerte olor acidulado. Miden de 1 a 2 cm de largo. Esta variedad es resistente hasta -10°C en suelo drenado.

La luz más rasante del otoño realza la floración de las salvias arbustivas, que capturan la luz a través de sus pétalos como pequeños vitrales. Estas plantas forman parte de las que han contribuido a la notoriedad del género Salvia: un mantenimiento mínimo, pero una floración casi ininterrumpida desde la primavera hasta las heladas. Se encuentran en los cottages ingleses, los jardines mediterráneos. Esta salvia 'Flammenn' acompañará las flores primaverales de los antiguos iris violetas, los romeros azules y las campanillas de rocalla. Pero su asociación con las grandes gramíneas o los ásteres de otoño es fabulosa: elige aquellos que se conforman con poco, como Aster laevis, Aster turbinellus o Aster amellus, por ejemplo. Los gauras, los grandes sedums (Sedum 'Matrona'), las potentillas arbustivas y los follajes plateados de las artemisas blancas o las cinararias marítimas componen con ella un encantador cuadro. En la terraza, colócala en una maceta grande, cubriendo su base con Cerastostigma plumbaginoides, justo al lado de un Plumbago del Cabo; ¡la combinación de colores en octubre es fantástica!

En México, se prepara un té sabroso con las hojas de esta salvia que allí llaman 'mirto de las montañas'.