Achillea filipendulina Golden Plate - Aquilea amarilla

La Achillea filipendulina 'Golden Plate', también conocida como Milenrama filipendulina o Milenrama eupatorio, es una vivácea alta, erguida y vigorosa, adaptada a suelos secos y amante del sol. Porta, hasta bien entrado el verano, amplias inflorescencias esféricas y aplanadas de un amarillo dorado solar, con un aroma a almizcle. Su fino follaje de helecho, aromático y plumoso, luce un hermoso tono verde brillante. Esta planta es ideal para adornar jardines secos y rincones un poco salvajes del jardín. Brillante y frugal, esta vivácea tan sencilla ilumina los macizos sin pretensiones. Fácil de cultivar en todas las regiones, sus flores son magníficas y muy duraderas en los ramos.

La Milenrama de hojas de helecho 'Golden Plate' es una perenne rizomatosa, que a partir de la primavera presenta un porte en matas rectilíneas, densas y tupidas. Pertenece a la familia de las Asteráceas. Es un cultivar derivado de la Achillea filipendulina originaria del Cáucaso. La planta alcanzará rápidamente entre 80 cm y 1.20 m de altura en flor, y entre 20 y 40 cm para el follaje. Se extiende sobre 60 cm y más. La inflorescencia es un corimbo aplanado, de 13 a 16 cm de diámetro. La floración, notablemente larga y muy nectarífera, se extiende de junio a octubre. Las flores son en realidad capitula complejos, compuestos de diminutos corimbos globulares yuxtapuestos unos junto a otros, dando al conjunto un aspecto grumoso. Estos capitula, que aparecen en los extremos de tallos muy rígidos, son de un amarillo brillante. Las flores dan lugar a frutos llamados aquenios. El tallo es anguloso, estriado y velloso. El follaje es caduco o a veces semiperenne, rugoso y pubescente, muy aromático e intensamente dividido en finas tiras. Las hojas son bipinnatilobuladas, plumosas y de color verde claro y vivo.

La Milenrama 'Golden Plate' se integrará bien en un macizo campestre, una gran rocalla, o en un talud que ayudará a fijar y proteger de la erosión. Combina bien, al sol, con flores rojas o azules intensas como las que se encuentran en los rosales, la bergamota silvestre, la chispa, la campanilla y los delfinios vivaces. En suelo seco, acompañará a los heliantos, las equináceas, la salvia arbustiva y los cariopteris o incluso la artemisa blanca 'Valerie Finnis' y los grandes cardos. Una vez bien establecida, es una planta muy resistente a la sequía, lo que permite combinarla con lavandas y romeros en suelos pedregosos.

Según Plinio, naturalista romano del siglo I d.C., su nombre proviene de Aquiles, héroe de la mitología griega, quien la usó para curar heridas. Aquiles habría descubierto el poder cicatrizante de esta planta durante la guerra de Troya, al tratar una herida siguiendo el consejo de Venus.
De hecho, la planta tiene propiedades medicinales reconocidas: es hemostática, las hojas son cicatrizantes y las flores tienen una acción estimulante, tónica y, en alta concentración, febrífuga. Se pueden utilizar sus brotes jóvenes en tortillas o ensaladas.