Lychnis chalcedonica Alba - Cruz de Malta

El Lychnis chalcedonica Alba, conocido también como Cruz de Malta, o Lychnide, es una bonita forma blanca de esta vivácea herbácea con floración de verano. Las umbelas están compuestas de múltiples pequeñas flores de un blanco puro que se abren de junio a agosto, y nuevamente en septiembre si te encargas de eliminar las flores marchitas. Planta erguida muy apreciada en el fondo de los macizos, la 'Cruz de Malta' plantada en masa, atraerá todas las miradas en las platabandas y los ramos.

El Lychnis chalcedonia es una planta vivácea de corta vida de la familia de las cariofiláceas, originaria del este de Europa, de Rusia central y oriental (Kazakhstan, Mongolie), así como del noroeste de China. Esta especie es la única del género que aprecia los suelos constantemente frescos y resiste inviernos muy fríos. 'Alba' es una forma seleccionada por sus flores blancas. Al observar sus pequeñas flores agrupadas en umbelas, notarás cinco pétalos cuya parte superior está ligeramente dividida en dos, es esta forma la que le da el nombre de Cruz de Malta o de Jerusalén. La inflorescencia está compuesta de 15 a 30 flores de 2 cm de diámetro. El tallo de este Lychnis es erecto, cubierto de pelos densos y lleva una umbela en su extremidad. Sus hojas lanceoladas y opuestas, bastante gruesas, son de color verde claro y vivo. Su porte, poco arbustivo, te incitará a instalarla en grupo para dar volumen al conjunto. Su tamaño elevado, pudiendo alcanzar 90 cm de altura, la destina al medio o al fondo de los macizos. Preferirá los suelos más bien frescos y se sentirá a gusto a pleno sol en las regiones frías. En terrenos ricos, podrá sembrarse de manera natural.

El Lychnis chalcedonia Alba es una de las flores de verano que mejor se asociará con el color rutilante de la especie silvestre, un rojo implacable. Plantadas juntas, estas dos plantas formarán un conjunto elegante y perfectamente complementario. Fácil de asociar, esta lychnide blanca encontrará naturalmente su lugar en un conjunto multicolor compuesto de flores de campo: margaritas, centaureas, amapolas y gramíneas serán encantadoras en su compañía. Excelente planta vivácea utilizada en los jardines desde hace mucho tiempo, la Cruz de Jerusalén, un poco pasada de moda a pesar de todas sus cualidades, es inseparable de los pequeños jardínes amurallados.