Altramuz Chandelier

El Lupino 'Le Chandelier' ilumina verdaderamente los macizos con sus grandes inflorescencias amarillas. Este cultivar muy florífero es una apuesta segura, una planta robusta que produce magníficas espigas de flores en junio-julio y forma hermosas matas arbustivas con hojas profundamente divididas, de un verde brillante. Planta algunos ejemplares de 'Le Chandelier' entre flores azules para crear rápidamente y con facilidad una escena llena de frescura. Es una vivácea de suelo no calcáreo, muy resistente y realmente fácil de cultivar en tierra ordinaria, incluso arcillosa.

Es comúnmente aceptado que los lupinos de Russell son híbridos obtenidos por el cruce de Lupinus polyphyllus, una vivácea nativa de América del Norte, y Lupinus hartwegii, una especie mexicana anual. Los mejores de ellos fueron pacientemente seleccionados en los años 1930 por un jardinero llamado George Russell, apasionado por los lupinos. Desde entonces, otros entusiastas han tomado el relevo y se han dedicado a obtener variedades robustas, floríferas y muy fiables. 'Le Chandelier' es uno de los cultivares más conocidos, una variedad que no defraudará. Se trata de una vivácea herbácea arbustiva y vigorosa, que forma matas de 90 cm de altura en flor y 60 cm de anchura, con un crecimiento rápido. A finales de primavera y principios de verano, en junio-julio, exhibe espigas generosas, que a veces alcanzan los 50 cm de longitud, de apariencia un poco rígida, pero muy gráficas, densamente cubiertas de flores de guisante de 1 a 3 cm, de color amarillo mantequilla con estandarte amarillo dorado. Cabe destacar que las flores son ligeramente perfumadas. El follaje verde brillante y exuberante se distingue del de otras fabáceas por sus hojas palmeadas con al menos 5 folíolos que irradian de un mismo pecíolo.

Los lupinos híbridos son plantas de muy buena rusticidad que se extienden sin agresividad y resultan resistentes a enfermedades. Su único punto débil es la atracción que ejercen sobre los gasterópodos, de los que habrá que protegerlos. Perfectos en suelos pobres y demasiado ligeros, pero sin cal, los lupinos viváceos se resiembran con facilidad en los jardines que les convienen, dando una profusión de espigas a menudo fragantes, con colores del arcoíris. Úsalos para añadir verticalidad y altura en tus macizos y suaviza sus siluetas un poco rígidas con vegetales de curvas redondeadas, como rosales, amapolas orientales, en colores a juego. Se llevan bien con las malvarrosas, las gramíneas y las peonías, componiendo bonitos macizos sin mantenimiento.