Lirio de Siberia Snow Queen - Iris sibirica

El Iris sibirica (sanguinea) 'Snow Queen' es una variedad de iris sanguíneo especialmente luminosa, en blanco con toques de amarillo dorado en la garganta. Apreciados por sus flores elegantes y su follaje fino y erguido en una mata densa y vigorosa, los iris llamados de Siberia son plantas muy bellas para tierras húmedas, a diferencia de sus primos los Iris germanica. También son plantas resistentes y adaptables, que se sentirán a gusto en una buena tierra de jardín, manteniendo simplemente la frescura en verano. Irremplazables cerca de puntos de agua, siempre que los tocones no estén sumergidos en invierno, son perfectos para jardines de estilo romántico, inglés e incluso contemporáneos.

El Iris sanguinea es una planta de la familia de las Iridáceas que se incluye en el grupo de los Iris de Siberia, sibiricae en latín. Es originario de Asia, más concretamente de las praderas pantanosas que se encuentran en Rusia, Mongolia, China, Japón y Corea. Esta especie a menudo se confunde con el Iris sibirica, del que difiere principalmente por sus tallos con flores no ramificados. Se trata de una planta herbácea perenne gracias a su rizoma rastrero y grueso, cuya vegetación aérea desaparece en invierno.

La variedad 'Snow Queen' alcanzará 50 cm de altura en flor. La planta forma a partir de la primavera una mata densa de hojas estrechas y lineales, de color verde-grisáceo. La floración tiene lugar en junio-julio. De la mata de hojas emergen tallos con flores huecos y no ramificados, un poco más altos que la vegetación. Cada uno lleva de 2 a 3 yemas florales teñidas de rojo en la base, midiendo de 5 a 7 cm de largo y 1 cm de ancho. Las yemas se abren en flores de 6-7 cm de diámetro, compuestas por 3 grandes sépalos caídos coronados por 3 pétalos interiores erguidos y más pequeños. El color de las flores de esta variedad 'Snow Queen' es un blanco puro, con la base de cada sépalo manchada de amarillo dorado. Tras la polinización por los insectos, las flores dan paso a frutos que son cápsulas que contienen semillas.

Los iris del tipo sibirica son plantas maravillosas para decorar los alrededores de puntos de agua. Sin embargo, se cultivan un poco al estilo de los iris ensata: no les gustan los suelos que están tanto encharcados como congelados en invierno. La solución puede ser plantarlos en macetas que se sumergirán en primavera y se sacarán en otoño. En una buena tierra de jardín que permanezca fresca todo el año, el problema no existe y este Iris se cultiva sin dificultad. Combínalos entre ellos mezclando colores, o por ejemplo con prímulas japonesas o con astilbes plumosas.