Echinacea paradoxa - Equinácea paradójica

Una Equinácea amarilla perfumada, de una belleza excepcional, con una floración de verano larga y abundante en amarillo dorado¡ Esta vivácea alta forma una hermosa mata tupida con largos tallos de hojas estrechas verdes y espléndidas flores con pétalos finos curvados hacia abajo, adornados con un centro en forma de cono marrón-chocolate. ¡Un contraste magnífico!

La Echinacea paradoxa o Equinácea púrpura amarilla, perteneciente a la familia de las Asteráceas, es originaria de América del Norte, donde se encuentra en estado silvestre en claros y praderas de los estados de Missouri, Arkansas, Oklahoma y Texas. Esta Equinácea es una planta herbácea vivácea que alcanza hasta 90 cm de altura con una extensión de unos cincuenta centímetros. El paradoxo de esta Equinácea es presentar flores amarillas en lugar de las flores púrpuras o rosadas, habituales en el género. Produce largos tallos rígidos en los que, de junio a agosto, florecen grandes flores amarillo dorado, de 10 cm de diámetro, parecidas a las margaritas, pero con pétalos caídos y un centro prominente en forma de cono marrón-chocolate. Su follaje caduco está compuesto por largas hojas estrechas, lisas, lanceoladas, de color verde medio. Melífera y perfumada, esta Equinácea amarilla atrae a numerosos insectos polinizadores, como abejas y mariposas. Si los tallos y las flores marchitas no se cortan, sino que se dejan en su lugar, los conos secos decorarán el jardín durante la temporada de reposo, y las aves podrán alimentarse de las semillas en invierno.

El término Echinacea proviene de la palabra griega Echinos, que significa Erizo, en referencia a los conos de semillas erizados de estas plantas.

La Echinacea es una planta medicinal utilizada en homeopatía, como estimulante inmunológico a corto plazo, para evitar infecciones.
Esta planta también era conocida por los nativos americanos, quienes usaban sus hojas para combatir el reumatismo y algunas enfermedades infantiles, y sus raíces para tratar quemaduras y dolores de muelas.

La Equinácea amarilla debe plantarse a pleno sol, en un suelo ordinario bien drenado, respetando una distancia de plantación de 40 cm. Se integrará perfectamente en un jardín de aspecto silvestre, así como en arreglos de viváceas y macizos de floración de verano, a los que realzará con su hermoso color amarillo dorado. Será la compañera ideal de otras variedades de Equináceas, pero también del Lirio azul, la Coquelourde, los Panicauts, las Margaritas de grandes flores, los Siemprevivos, el Índigo azul falso, así como de las Helenias. La Equinácea es, por supuesto, perfecta para flor cortada, así como para flor seca, siendo sus conos erizados especialmente gráficos. Para ello, deja que las flores maduren en la planta y se marchiten, luego recógelas para secarlas boca abajo en un lugar aireado y seco.