Artemisia abrotanum - Abrótano macho

Artemisia abrotanum, también conocida como Aurona, Abrótano macho, Arquebuse para los herbolarios, forma un subarbusto arbustivo especialmente aromático, con follaje muy dividido de color verde grisáceo, caducifolio o semiperenne según el clima. Se adapta especialmente bien en los rincones más difíciles del jardín, despreciados por otras plantas. Ideal en suelos pedregosos, a pleno sol.

La Aurona es una planta vivácea de la familia de las asteraceae, cultivada como planta condimentaria y ornamental. Esta planta se ha naturalizado en muchas regiones de Europa, perdiéndose el rastro de su origen exacto. Se cree que es originaria de la cuenca mediterránea, quizás de Turquía. Esta artemisa forma un subarbusto que alcanza 1m en todas direcciones, en dos años de cultivo. Sus tallos herbáceos de sección cuadrada, viváceos, que portan hojas semiperennes, están bien erguidos pero son frágiles. Las hojas, alternas, caducas, de 5 cm de largo, son finas, muy divididas en tiras, de color verde azulado, vellosas por debajo, glabras por encima y contienen un aceite esencial responsable de su aroma a limón y artemisa. Las flores amarillas, que aparecen en agosto, no tienen gran interés ornamental. Son todas tubulares, reunidas en pequeños capitula. Los capitula a su vez se agrupan en panículas densas y colgantes.

La Aurona prefiere un suelo seco a fresco y bien drenado, y pleno sol. Incluso si la parte superior se congela el primer invierno, nuevas yemas situadas en la parte inferior del tallo brotarán en primavera. Combina el Abrótano macho con algunos rosales antiguos, y obtendrás un encantador cuadro. Utiliza esta planta como marco en la parte trasera de los macizos de viváceas. También encuentra su lugar en el jardín de hierbas, junto a la salvia officinalis, las lavandas, el tomillo y el romero.

Artemisia abrotanum es una planta medicinal con propiedades reconocidas. Las hojas frescas con sabor a limón pueden usarse para aromatizar ensaladas, carnes grasas, vinagre, salsas, pasteles o para realzar carnes asadas como la de res o cerdo y pescados, especialmente la anguila. En el Delfinado, todavía se utiliza como el genepi para fabricar un licor llamado arquebuse.