Melianthus major - Melero

El Melianthus major, también llamado melero, es una planta extraordinaria con un porte arquitectónico notable. Aporta un toque muy exótico al jardín. Este subarbusto puede formar una masa imponente similar a un helecho gigante, compuesta por grandes hojas erizadas, de color verde azulado, divididas en amplios folíolos dentados. La vegetación es persistente bajo climas suaves, caducifolia en otras zonas. Exhibe a finales de primavera inflorescencias en espigas de color marrón rojizo, con aroma a miel, muy melíferas, rebosantes de néctar. Esta planta adora el sol, soporta bien la sequía estival y muestra una buena resistencia una vez bien establecida.

El Melianthus major es una planta de la familia de las Melianthaceae originaria de Sudáfrica. Es una gran vivácea poco resistente que forma ejemplares de gran valor ornamental en el jardín. En pocos meses forma un arbusto de 2m en todas direcciones, con un porte extendido. Su follaje juvenil gris plateado se despliega en grandes 'frondas' verde azulado, exuberantes, divididas en folíolos dentados. Desprenden un aroma a mantequilla de cacahuetes o cacao al frotarlas, e incluso en el espacio que las rodea con tiempo cálido. De mayo a julio aparecen grandes inflorescencias cubiertas de flores tubulares, que se abren en espigas terminales. Son de color marrón rojizo y destacan por su carácter fuertemente melífero y nectarífero. Si la planta parece a veces húmeda o pegajosa, se debe al néctar que fluye de sus flores, cuyo aroma recuerda al de la miel. La floración es seguida por la formación de vainas color pergamino que contienen las semillas.

El Melianthus major permite crear magníficos decorados exóticos en el fondo de macizos, o incluso en grandes macetas en la terraza. Es un arbusto que hay que destacar: da lo mejor de sí aislado, ya que ofrece un espectáculo deslumbrante por sí solo. Se puede asociar con follajes grises o plateados plantando a sus pies un tapiz de Senecio vira-vira, y con flores azules o moradas de ceratostigmas (C. plumbaginoides, griffitii). Su crecimiento rápido compensa su baja rusticidad (los ejemplares adultos se destruyen a -8°C). Esta planta encontrará fácilmente su lugar en jardines meridionales, secos o a orillas del mar.