Leucosceptrum Golden Angel - Leucosceptrum japonicum

El Leucospermum japonicum 'Golden Angel', también llamado Menta arbustiva japonesa, no es ni una menta ni un arbusto, sino una hermosa planta vivácea nipona de la familia de las lamiáceas. En la sombra fresca de los bosques, forma una mata regular y densa, cuyos tallos presentan un follaje abundante, bien dorado en primavera, que luego se vuelve verde chartreuse. Su floración, bastante discreta, ocurre en otoño, en forma de inflorescencias erectas blancas a amarillo pálido. Es una planta resistente, muy luminosa en la sombra. Plantada en un suelo fresco y drenado, embellece y se densifica año tras año.

El Leucospermum japonicum es prima de las mentas, con las que comparte tallos de sección cuadrada. Es originaria de las zonas forestales montañosas de Honshu en Japón. Es una planta herbácea y rizomatosa que forma una mata de tallos foliosos de 60 cm de altura y se extiende lentamente de forma lateral, hasta alcanzar 1.50 m de diámetro. Las grandes hojas están dispuestas de manera opuesta en los tallos. Son oblongo-lanceoladas, miden 10 a 20 cm de largo por 3 a 8 cm de ancho y tienen bordes dentados. En esta variedad 'Golden Angel', el follaje, denso y regular, es de un hermoso amarillo dorado al inicio de la temporada, luego se vuelve progresivamente verde claro. La floración ocurre en octubre, en el extremo de cada tallo, en forma de espigas erectas compuestas de pequeñas flores blanco-amarillentas, con estambres prominentes. Atención, a pesar de su nombre común, ¡no es comestible!

El Leucospermum japonicum forma parte de esas hermosas plantas de sombra fresca aún poco cultivadas en nuestros jardines a pesar de sus numerosas cualidades. Esta bonita vivácea se asociará de manera natural con el Keiskea japonica, el Isodon longituba, los helechos pintados y el Farfugium japonicum, plantas que aportan todo el carpe de los bosques en el país del sol naciente. Su follaje dorado combina especialmente bien con las flores azules de los nomeolvides, Brunnera, corydalis, con los follajes abigarrados de las hostas y con las bonitas margaritas amarillas de las ligularias como la Ligularia Desdemona.