Dúo alternativas al césped 5 Lippia nodiflora y 5 Achillea crithmifolia

La Achillea crithmifolia y el Lippia nodiflora se cultivan sin dificultad al sol (o a media sombra en clima cálido y seco), en tierra ordinaria, bien preparada, drenada y mullida para facilitar su implantación. La achillea resiste hasta -15°C, la verbena nodular hasta aproximadamente -12°C. Se adaptan perfectamente a suelos calizos o arcillosos drenados, incluso secos en verano. En regiones secas, un riego cada 15 días es suficiente para evitar que el follaje de la achillea se seque, mientras que el Lippia no necesita riego alguno. En cualquier otro lugar, las plantas se las arreglan solas. Poco exigentes en cuanto a la naturaleza del suelo, serán más floríferas y crecerán más rápido en suelos ligeramente frescos. Cabe destacar que estas plantas resisten perfectamente la falta de agua, simplemente entran en reposo en caso de sequía pero rebrotarán con vigor con el regreso de las lluvias. Un deshierbe cuidadoso es necesario el primer año, hasta la cobertura total. Posteriormente, realiza un deshierbe manual de 2 a 3 veces al año. Una siega ocasional reemplazará el deshierbe manual en grandes superficies.