Chelonopsis moschata

Las Chelonopsis son viváceas de base leñosa. Formando arbustos densos de flores violáceas tubulares, desde el otoño hasta las heladas, Chelonopsis moschata es una planta originaria de Japón, fácil de cultivar en zonas de media sombra y frescas. Poco conocida en nuestros jardines, es una planta fabulosa y duradera que vive muchos años, que debes descubrir urgentemente.

Este género exclusivamente asiático cuenta con no menos de 16 especies. Chelonopsis moschata fue nombrada en 1865 por Miquel cuando describió el género. Esta planta pertenece a la familia de las Lamiaceae. Es endémica de Japón, en las islas de Honshu, Hokkaido, Shikoku y Kyushu, donde crece en los bosques de montaña entre 400 y 1600 m de altitud. Forma una bonita mata densa con tallos colgantes. Puede alcanzar entre 50 y 60 cm de altura, e incluso más en condiciones óptimas. Sus grandes flores de color rosa oscuro tirando a violeta, de 4 a 5 cm de largo, aparecen a finales de verano, a lo largo de la mitad superior de los tallos, y se renuevan hasta las heladas. Su bonito follaje, caduco y verde oscuro, se compone de hojas simples y opuestas, lanceoladas con un borde dentado. Recuerdan un poco a las del común frambuesa o a las zarzas ornamentales.

Chelonopsis moschata aprecia los suelos frescos a húmedos pero drenados y prefiere una exposición de media sombra a soleada (sol suave). Idealmente, el sustrato debe ser limo-arenoso o limo-gravoso. Elimina el follaje seco al final del invierno.

Chelonopsis moschata es ante todo una planta de media sombra fresca, que expresará todo su potencial en sotobosque. Puedes asociarla con otras viváceas que no teman la competencia radicular de árboles o arbustos. Acompáñala con el primo del Sello de Salomón (Uvularia grandiflora), hostas, helechos, fucsias resistentes, la Consuelda media púrpura, anémonas de Japón, la Digital balcánica, Tricirtis y un tapiz de vincas.