Arenaria montana

La Arenaria montana, también llamada Arenaria, es una planta vivácea de rocalla que forma rápidamente un amplio tapiz que se cubre, de mayo a julio, de una multitud de pequeñas flores blancas de gran frescura. Es un excelente cubresuelo perenne, resistente y de cultivo fácil.

Originaria del suroeste de Europa, la Arenaria pertenece a la familia de las Caryophyllaceae, como los claveles y las gypsophilas. Tiene un porte tapisante con una altura media de 15 cm y 40 cm de ancho. Sus pequeñas flores blancas (+ o - 2,5 cm de diámetro) tienen un cilio verde-amarillo y se sostienen sobre pequeños tallos erectos. Emergen por encima de un bonito follaje persistente, compuesto de hojas pequeñas verdes.

Al crecer naturalmente en la montaña, en los pedregales, es una planta resistente (al menos hasta -15°C) preparada para condiciones extremas, lo que hace su cultivo fácil y sin preocupaciones. La plantarás al sol o bajo una sombra muy ligera, en cualquier tipo de suelo, preferiblemente pobre, ligeramente fresco y bien drenado. Su mantenimiento es muy sencillo y consiste, al final de la floración, en realizar una poda bastante severa. Volverá a brotar inmediatamente llena de frescura.

En el jardín, la colocarás en rocalla, en macetas y, si tienes la suerte de tener una, en una artesa, donde quedará encantadora junto a Geraniums cendrés o con el Clavel de las arenas.