Nenúfar Aurora - Nymphaea

Los nenúfares resistentes soportan los rigores del invierno si la profundidad de la charca es como mínimo de 50 cm. Se plantan de marzo a junio a una profundidad de 30 a 80 cm, excepto para los nenúfares enanos, para los cuales 20 cm serán suficientes, y los pequeños rizomas que al principio solo deben estar sumergidos a 10 cm para aumentar la profundidad a medida que crecen las plantas. Planta los rizomas en una buena tierra de jardín rica y libre de piedras (nunca uses sustrato para horticultura, es demasiado rico y favorece el desarrollo de algas). Ofréceles el lugar más soleado de la lámina de agua. Separa cada rizoma al menos 1,50 m y plántalos introduciéndolos verticalmente en la tierra hasta el collar. En el caso de una lámina de agua natural (charca o estanque), asegúrate de que el nivel del agua se mantenga bastante estable y que el agua no sea ni demasiado ácida ni demasiado calcárea (pH deseable entre 6,5 y 7,5). Puedes plantar los rizomas en una cesta de mimbre o una canasta de malla fina que se hunde en el lugar requerido. Para los nenúfares resistentes clásicos, prevé una maceta de 40 cm de diámetro (más ancha que alta). Para las charcas poco profundas, una plantación en copa es posible, pero será indispensable invernar los rizomas en arena húmeda protegida del hielo. Si el fondo es fangoso, basta con fijar una piedra al rizoma y lanzar el conjunto al lugar deseado. Nunca dejes los rizomas de los Nymphaea expuestos al sol o al aire para evitar que se sequen; plántalos tan pronto como los recibas o compres. Si albergas peces en tu charca, es preferible esparcir una buena capa de grava gruesa en la superficie de la maceta plantada para disuadirlos de escarbar en la tierra y así ensuciar el agua. El desarrollo de los nenúfares será óptimo si se plantan en contenedores adaptados a su crecimiento. Los nenúfares son plantas glotonas: distribuye al momento de la plantación, y luego cada año al inicio de la vegetación, un abono equilibrado de liberación controlada para la duración del período de vegetación (por ejemplo: Osmocote 10-11-18-2 con duración de 5-6 meses). Durante el verano, elimina las hojas que nacen en exceso en el centro de la mata para conservar solo las más vigorosas. Retira también aquellas que estén amarillentas o manchadas, así como las malas hierbas acuáticas que emergen en la superficie.