Cheilanthes lanosa - Helecho de labios peludos

El Cheilanthes lanosa es un curioso helecho que forma pequeñas matas de frondas persistentes de 20 a 30 cm, de color verde azulado grisáceo, con un aspecto lanoso. Esta variedad resistente es originaria de las regiones áridas de Estados Unidos y México, donde se ha adaptado naturalmente a condiciones difíciles de calor y sequía. Se puede cultivar en macizos o en rocallas expuestas al sol y en suelo drenado.

El Cheilanthes lanosa es un helecho vivácea perteneciente a la familia de las Pteridáceas, originario del suroeste de Estados Unidos y México. Allí se encuentra creciendo en acantilados y laderas rocosas donde se ha adaptado a condiciones de calor extremo y aridez. Esta resistencia a la sequía se caracteriza especialmente por los pelos plateados que cubren las frondas, los cuales captan el rocío matutino y limitan la evapotranspiración durante el día. Su nombre de especie, lanosa, significa lanoso en latín y destaca esta pilosidad en las frondas. El Cheilanthes lanosa forma una mata alta y ancha de unos 30 cm, que persiste en invierno. Los pecíolos marrones sostienen frondas de color verde azulado grisáceo en la cara superior, y las células reproductoras (los soros), dispuestas en la cara inferior, son de color óxido. Resistente hasta -15°C.

El Cheilanthes lanosa se planta preferentemente en primavera, expuesto al sol o con una ligera sombra, en un suelo bien drenado y fértil, pedregoso, ligeramente ácido o neutro. Esta planta no soporta el exceso de humedad durante el invierno, por lo que también se puede cultivar en macetas (sustrato bien drenante) para protegerla de estas malas condiciones invernales. Las frondas secas se podan al final del invierno. Se sentirá a gusto y lucirá especialmente en un jardín de rocalla o en un muro, donde hará buena compañía a la festuca azul, con la que combina bien tanto por el medio como por el color.

Aunque estos helechos pertenecen a un género muy extendido en el mundo, casi todos son de origen tropical. Solo una decena de especies (y aún así) pueden cultivarse sin demasiada dificultad en nuestras regiones.