Pennisetum alopecuroïdes Black Beauty

El Pennisetum alopecuroides 'Black Beauty' es una variedad reciente y florífera de hierba de los escobillones, que se distingue por sus inflorescencias en forma de cepillos primero púrpuras a finales del verano, volviéndose marrón-negruzcas al final de la temporada. Atractiva desde la primavera hasta el otoño, esta gramínea forma una hermosa fuente de follaje muy fino y cortante, que también se viste de hermosos colores otoñales: convertido en dorado, coronado por espigas negras que se balancean con el viento, esta planta no pasa desapercibida en el jardín abandonado por las flores veraniegas. Es adecuada para jardines de todos los estilos, se adapta en cualquier lugar, en macizos de arbustos y viváceas, en un talud, en la rocalla, o incluso en una gran maceta en la terraza.

El Pennisetum alopecuroides es una gramínea originaria de una amplia zona del noreste de Asia y Australia. Pertenece a la gran familia de las poáceas. Se trata de una gramínea cespitosa, es decir, no rastrera, cuyos tallos parten todos del tocón a nivel del suelo. Su follaje es marcescente en invierno, se seca pero persiste. La hierba de los escobillones 'Black Beauty' forma una gran mata de hojas de porte caído y espigas, alta y ancha de aproximadamente 1 m. La mata basal está compuesta por hojas muy finas, flexiblemente caídas, de color verde algo glauco. Los tallos florales emergen de la vegetación en verano, portando en agosto-septiembre inflorescencias características, compuestas por espiguillas muy sedosas, reunidas en cepillos de 10 a 15 cm de largo. Su color evoluciona del púrpura-rosado al marrón-negruzco en octubre. El follaje también celebra ruidosamente la llegada del otoño tornándose de un dorado pajizo, un tono luminoso bajo el sol. La planta permanece decorativa durante parte del invierno, especialmente cuando la escarcha cubre los restos de su vegetación.

Esta variedad 'Black Beauty', de bella estatura y colores contrastados, expresa toda su belleza al integrarse entre viváceas algo rígidas como los dalias. Tiene su lugar en un jardín de estilo campestre, contemporáneo o depurado, urbano, o en una escena mineral. Los pennisetum se asocian bien con numerosos arbustos como los perovskias, los bojes podados en forma de bola... Su floración también acompaña a la del Lespedeza thunbergii, los grandes sedum y los grandes ásteres de otoño (Aster laevis, Aster turbinellus). Al igual que los Dierama, aportan indudablemente un extra de flexibilidad y poesía a cualquier paisaje. También se pueden asociar con plantas más vagabundas y ligeras, como las aquileas, los Lychnis coronaria, la Verbena bonariensis...

Los Pennisetum alopecuroides son gramíneas muy resistentes y bastante tolerantes a la sequía estival que permiten aportar movimiento, colocados estratégicamente entre las piedras de una rocalla o en un murete. Estas gramíneas adquieren un brillo incomparable con luz rasante y destacan en transparencia todas las perspectivas, incluso en el jardín más pequeño. En una pradera florida, o al borde de un camino, no te prives de tu sentido del tacto: sus escobillones son tan sedosos al tacto como parecen. El Pennisetum tiene la ventaja de limitar los fenómenos de erosión gracias a su sistema radicular muy denso.