Semillas de Gypsophila elegans Rosea - Aliento de bebé

Pastel y vaporosa, la Gypsophila elegans 'Rosea' es una anual extremadamente ornamental que encanta por la ligereza de su floración de verano rosa suave. Irreemplazable para dar ligereza a los macizos de verano, esta variedad también es apreciada para ramos frescos o secos. Se integra tanto en jardines campestres como en ambientes más contemporáneos, donde aporta ligereza a todas las composiciones.

La Gypsophila elegans 'Rosea', llamada también aliento de bebé rosa, pertenece a la familia de las Caryophyllaceae. Representa la forma de flores rosas de la especie tipo G. elegans, originaria de las estepas de Europa del Este y Asia occidental, especialmente en las regiones del Cáucaso, Rusia meridional y Kazajistán. Esta especie coloniza naturalmente terrenos secos, pedregosos y bien soleados, a menudo sobre sustratos calcáreos.

Planta anual de ciclo de vida breve, 'Rosea' germina, florece y termina su ciclo en una sola temporada, sin rebrote al año siguiente. Forma una mata flexible y ramificada, de porte ligero, que alcanza 45 a 55 cm de altura y unos 30 cm de envergadura. Su crecimiento es rápido, lo que permite esperar una floración dos meses después de la siembra. No viene con chupones ni forma rechazos, pero a veces puede resembrarse espontáneamente, si las condiciones son favorables. El follaje es lineal a estrechamente lanceolado, de un verde claro ligeramente azulado, sostenido por tallos finos y muy ramificados. Las hojas, de pequeño tamaño (unos 2 a 4 cm de largo), son anuales: la planta se seca completamente al final del ciclo. La floración se extiende de junio a agosto, a veces hasta septiembre si las siembras son escalonadas. Las flores, de 5 a 7 mm de diámetro, son de color rosa claro, con cinco pétalos redondeados ligeramente profundos, portados en gran número sobre panículas muy aireadas. Esta inflorescencia vaporosa le da a la planta un aspecto de nube floral. Los frutos, formados a finales de verano, son pequeñas cápsulas ovoides, que contienen varias semillas negras, lisas y finas, no comestibles. Alcanzan la madurez al final de la temporada y pueden ser recolectadas para una siembra al año siguiente.

Luminosa y llena de ligereza, la Gypsophila elegans 'Rosea' ofrece una nota muy poética a los macizos de verano y a las composiciones naturalistas. Suaviza los contornos, llena los intersticios entre las viváceas y crea un bonito contraste con plantas más estructuradas. Su rosa pálido se combina armoniosamente con el azul profundo de las Nigellas de Damasco ‘Oxford Blue’, las nubes rosas del Statice ‘Forever Rose’, o las flores blancas del Cosmos ‘ Sensation Purity’. En ramos frescos o secos, actúa como una bruma floral. Colocada en bordillos, en rocalla o en el corazón de un macizo, insufla una sensación de frescura y naturalidad. También es totalmente posible cultivarla en macetas.

A pesar de su apariencia frágil, esta Aliento de bebé es fácil de cultivar. La plantarás al sol, en un suelo no demasiado rico, bien drenado. Poco exigente, incluso aprecia el calizo (en latín, Gypsophila significa «que ama el calizo»). Una vez establecida, necesita pocos cuidados y poco riego.