Ajenjo - Artemisia absinthium

La Artemisa común, también llamada Artemisa blanca o Ajenjo, esta vivácea presenta finas hojas plateadas, salpicadas de pequeñas flores amarillas en verano. Se cultiva por su aspecto ornamental y por sus virtudes repelentes e insecticidas, muy útiles en el huerto. Plántala en otoño o primavera y cosecha sus hojas el verano siguiente.

La Artemisa es originaria de las regiones continentales de Europa, Asia y el norte de África. Pertenece a la familia de las Asteráceas y al género Artemisia, al igual que la artemisa blanca y el estragón. Forma una mata tupida de aproximadamente 90 cm de alto por 60 cm de ancho. Es una planta vivácea aromática que ofrece un bonito follaje verde grisáceo y una floración de verano en panículas compuestas de pequeñas flores amarillas. Es resistente, al menos hasta –15°C, pero de vida bastante corta. Debe podarse al inicio de cada primavera para mantener un porte compacto.

La Artemisa era bien conocida en el siglo XIX porque se utilizaba para elaborar una bebida alcohólica del mismo nombre, tan popular que fue prohibida en 1915, después de haber provocado la locura de personajes célebres como Vincent Van Gogh.

Hoy en día, aunque la producción de Artemisa está nuevamente autorizada, la Artemisia Absinthium se cultiva principalmente por su aspecto ornamental y por sus virtudes repelentes e insecticidas. Por lo tanto, es una valiosa aliada en el huerto, siempre que se instale un poco alejada de los bancales de cultivo (al menos 1 m), ya que posee un efecto inhibidor del crecimiento que afecta a las plantas vecinas.

En la cocina, se utiliza para elaborar un licor a base de aguardiente. Es una planta con propiedades digestivas y que puede usarse como vermífugo. También tendría propiedades abortivas, por lo que debe usarse con mucha precaución.

En el jardín, la Artemisa prospera al sol, incluso intenso, y aprecia los suelos ricos en nitrógeno, más bien secos, bien drenados y con tendencia calcárea. Un suelo seco acentuará el color plateado de su follaje.

Cosecha: las hojas se recolectan justo antes de la floración, en julio-agosto, preferiblemente al final del día.

Conservación: las hojas se conservan mediante secado, en un lugar oscuro y seco.

El truco del jardinero: la Artemisa tiene un efecto repelente sobre insectos dañinos como los Escarabajos pulga y la Mariposa de la col. Su efecto alelopático no le permite instalarse muy cerca de las hortalizas, por lo que es interesante recolectar algunas hojas frescas y colocarlas al pie de los cultivos a proteger. Para combatir pulgones, hormigas, orugas, prepara un purín de artemisa (300g de planta fresca por 1 litro de agua).