Hymenocallis festalis White - Lirio araña

La Ismène o Hymenocallis festalis, conocida como narciso del Perú o lirio araña, es un bulbo sensible al frío originario de los Andes, cultivado por su floración deslumbrante y fragante que se despliega durante dos meses. Sus flores curiosas y magníficas, compuestas por una corona en forma de trompeta prolongada por largos pétalos curvados, se asemejan a grandes arañas blancas. Estas flores se agrupan en umbelas sobre un tallo que emerge de un follaje en forma de cinta similar al de las amarilis. Deliciosamente perfumadas y esculturales, estas flores duran mucho tiempo en un jarrón y crean ramos espectaculares y refinados, de gran elegancia. Colócala cerca de la casa, en grandes macetas en la terraza, o incluso en terreno abierto en nuestras regiones costeras libres de heladas.

Las Ismene, antiguamente llamadas Hymenocallis, pertenecen a la familia de las Amaryllidaceae, al igual que las campanillas de invierno, las nerinas y los Lycoris. La Ismene (x) festalis es una planta híbrida de origen hortícola, resultado del cruce entre la I. narcissiflora y la I. longipetala. La primera es originaria de los Andes peruanos, mientras que la segunda proviene del suroeste de Ecuador hasta el noroeste de Perú. Las ismenas son poco rústicas y aprecian un clima suave donde las heladas son raras y breves, adaptándose bien al cultivo en macetas.

En flor, la Ismene x festalis alcanzará una altura de 50 a 60 cm con una extensión de 30 a 40 cm. Su período de vegetación se extiende desde la primavera hasta el otoño, y su período de reposo corresponde al invierno. El follaje, basal, forma una mata abierta compuesta de hojas anchas en forma de cinta, de un verde tierno brillante. Desde finales de primavera hasta finales de verano, dependiendo del clima, durante dos meses, emergen del follaje tallos con flores cilíndricos de 60 cm de altura. Cada uno lleva en su extremo una umbela de 6 flores que alcanzan 10 a 15 cm de diámetro, blancas, con tonos verdes en el centro, y un perfume suave. Cada flor, ligeramente inclinada hacia el suelo, tiene una estructura curiosa: está formada por una amplia trompeta, llamada corona estaminal, que se extiende en seis largos pétalos ligeramente ondulados y curvados hacia abajo.

La Ismene festalis es una planta de aspecto exótico, escultural y agradablemente perfumada, ideal para decorar terrazas o los alrededores de la casa. Crecerá en un suelo cercano a la neutralidad, bien drenado y rico en materia orgánica, condiciones que son fáciles de proporcionar en una maceta que se guardará en invierno. Un poco difícil de combinar debido a su personalidad marcada, puede acompañarse con follajes como los de los helechos, el hinojo verde o morado, y flores ligeras como los Gaura o los Aster cordifolius. Una gramínea de floración delicada como el Stipa pennata también podría acompañarla. Nuestras regiones costeras libres de heladas podrán cultivarla en terreno abierto, a media sombra, junto con heucheras, Lycoris y hostas, por ejemplo.