Phyllostachys viridis Sulphurea - Bambú

El Phyllostachys viridis Sulphurea es un hermoso bambú que solo alcanzará un tamaño gigante si se beneficia de calor. Sensible al exceso de agua, esta variedad es una de las pocas que se adapta a suelos mediocres, arcillosos, pobres o puntualmente secos de las regiones meridionales de nuestro país. Se reconoce por sus cañas poderosas, sinuosas y rugosas, apenas estriadas de verde oscuro, pasando del verde tierno al amarillo azufre o amarillo oro con el tiempo y por su follaje verde claro bien tupido. Resistente al frío, con rizomas trayectores, se cultiva en terreno abierto en matas aisladas, en bosquecillos, y permite crear magníficos cortavientos. También se adapta bien en macetas o contenedores y sus brotes jóvenes son comestibles crudos o cocidos.

Originario del sureste de China, el Phyllostachys viridis Sulphurea es un bambú de gran tamaño, con rizomas trayectores y de crecimiento rápido en clima cálido. Pertenece a la familia de las poáceas (o gramíneas), se trata de una especie de gramínea gigante con tallos leñosos.  

Presenta un porte erecto y ramificaciones foliadas bastante bajas en los ejemplares expuestos al sol. Emite en primavera, a finales de mayo o principios de junio, numerosas cañas que alcanzan de 4 a 10 cm de diámetro y de 7,50 m a 15 m según el clima. Cuanto más calor reciba la planta, más se desarrollará. Cada caña muestra un aspecto sinuoso, acentuado por entrenudos bastante cortos. Emergen del suelo cubiertas de una vaina jaspeada de negro. El color de los tallos jóvenes es un verde pálido marcado por algunos trazos verde oscuro dispersos. Están cubiertos de un polvillo blanco-azulado, especialmente en los nudos. Con el tiempo, el color verde vira poco a poco al amarillo, incluso al amarillo oro si las cañas están expuestas al sol, mientras que adquieren un aspecto "piel de naranja" ligeramente grumoso. El follaje, persistente, está compuesto por hojas de tamaño medio, de un verde claro, a veces estriadas de amarillo. Son estrechas y lanceoladas, afiladas en su extremo. Perfectamente resistente, este bambú aguanta al menos hasta -18°C. 

El Phyllostachys Sulphurea se planta a menudo en matas aisladas, en bosquecillos o en setos libres. Cuando el clima le favorece, se vuelve espectacular y extremadamente decorativo, con matices de amarillo y verde. En un jardín de estilo contemporáneo, combina bien con ciertas palmeras y con grandes gramíneas ornamentales como los pennisetums, deschampsias o eulalias. Se puede asociar con otros bambúes como los Phyllostachys bambusoides Castillonis, con cañas amarillas rayadas de verde, pero también con el Phyllostachys aurea Holochrysa o incluso con el bambú negro, jugando con los colores de las cañas. Sus brotes jóvenes son comestibles y sus cañas, cuya resistencia se compara con la del acero, suelen utilizarse como tutores o para la construcción de pérgolas y cercados. Se adaptará bien al cultivo en contenedor, modelando su desarrollo. En este uso, constituye una planta muy bella para veranda o invernadero. 

Consejo : Limita la proliferación de los rizomas trayectores de este bambú, instalando desde la plantación "barreras anti-rizomas", unas placas de resina plantadas en tierra verticalmente.