Osmanthus fragrans var. aurantiacus - Olivo fragante

El Osmanthus fragrans var. aurantiacus encantará a los coleccionistas de plantas raras. Esta hermosa forma con flores anaranjadas del olivo fragante es un arbusto persistente de bella estatura que florece desde finales de primavera hasta otoño, en oleadas sucesivas. Sus pequeñas flores amarillo-anaranjadas desprenden el mismo aroma suave que la especie tipo con flores blancas: una fragancia floral con toques frutales muy apreciada por los perfumistas. Con su apariencia de pequeño árbol de corona ancha y redondeada, su hermoso follaje verde oscuro y brillante, y su maravillosa floración, no le falta ni prestancia ni encanto. En el jardín, este arbusto resulta poco exigente con el suelo, siempre que esté drenado. Su único defecto es una rusticidad relativa, que lo reserva para cultivo en terreno abierto en nuestras regiones donde el invierno es benigno.

El Osmanthus fragrans, también llamado Olivo fragante o Olivo de China, es un hermoso arbusto o pequeño árbol originario de los bosques de montaña de las regiones templadas cálidas de China, Japón y Vietnam. Se trata de una especie de clima más bien suave: un ejemplar bien establecido (tras 3 o 4 años de cultivo) podrá sobrevivir a heladas cortas de alrededor de -8°C, en un suelo sano y protegido del viento. Tolerando tanto suelos ligeramente ácidos como más calcáreos, esta osmanta se adapta bien a suelos secos en verano, una vez bien establecida. Pertenece a la vasta y rica familia de las Oleáceas, donde encontramos por ejemplo el olivo, el lilo y los jazmines. 'Aurantiacus', mutación natural de la especie tipo, solo difiere por el tono anaranjado de sus flores.

El crecimiento de este arbusto es bastante lento. Presenta un porte tupido, más bien extendido, produciendo a menudo varios pequeños troncos coronados por una corona ancha y densa. En madurez, alcanzará en promedio 4 m de altura por 3 m de envergadura. En condiciones muy favorables, puede superar los 5 m de alto y 4 m de envergadura. El follaje, persistente todo el año, está compuesto de hojas ovaladas, gruesas y coriáceas, de hasta 14 cm de largo por 4 cm de ancho, dispuestas de forma opuesta en las ramas. La lámina foliar es de un verde oscuro brillante por el haz, mate y más clara por el envés.

La floración comienza generalmente en junio. Si el suelo permanece algo fresco en verano, se renueva esporádicamente hasta octubre. Si el verano es seco, la floración cesa y retoma con las lluvias. Cada oleada de flores dura unos 10 días. Las flores aparecen en los retoños del año, agrupadas en racimos pequeños en las axilas foliares. Cada flor de 1 cm, de textura cerosa, tiene forma de tubo corto que se abre en 4 lóbulos redondeados. Las flores desprenden una fragancia compleja que recuerda al jazmín, más ligera, suavizada por notas de albaricoque, manzana, clementina y melocotón maduro. Las flores, tras la polinización por insectos libadores (excepto abejas, repelidas por la riqueza en etanol del aroma), son seguidas por la formación de frutos ovalados azul-negros, de 1.5 cm de largo.

El Osmanthus fragrans Aurantiacus merece un lugar destacado en un jardín de clima templado suave. Se usa en macizo de arbustos, aislado, en seto florido, o incluso en una maceta muy grande. Colócalo cerca de un lugar de paso para disfrutar plenamente de su aroma y su presencia única. Puede asociarse con otros arbustos persistentes de floración escalonada como el Ceanothus Concha, el Elaeagnus, el Mahonia sin espinas, el Sarcococca o el Garrya elliptica, a media sombra. En un seto perenne, combinará bien con el Viburnum tinus Purpureus, los Rhamnus alaternus, Prunus lusitanica, Fotinias, grandes ligustros, adelfas o laureles...

Propiedades y usos:

Las flores de osmanta a veces se mezclan con té para aromatizarlo, o con galletas, y se usan localmente en la elaboración de una antigua licor tradicional chino servido en copas de jade. La perfumería también utiliza el absoluto de osmanta en la composición de perfumes de calidad superior o cosméticos. El absoluto de osmanta también tiene propiedades repelentes contra insectos. La corteza y raíces forman parte de la farmacopea tradicional asiática y se usan para tratar diversas patologías inflamatorias o toses crónicas.