Madreselva de hoja - Lonicera nitida Maigrün

El Lonicera nitida 'Maigrün' es un madreselva arbustivo y persistente que se adaptará a todos tus caprichos. Excelente alternativa al boj, este otro clásico de los jardines a la francesa posee un follaje brillante de un verde claro y vivo con un aspecto impecable. Su porte compacto y abierto hace maravillas en un seto no muy alto o en un gran talud donde cubrirá eficazmente el suelo. Realmente cómodo en cualquier lugar, crece rápidamente y soporta muy bien las podas repetidas. También se adapta muy bien al cultivo en maceta.

El Lonicera nitida pertenece a la familia de las caprifoliáceas, es originario de las provincias chinas de Yunnan y Sichuan. Es muy fácil de cuidar y bastante resistente. En nuestros jardines alcanza 1,50 m de envergadura y puede llegar a mucho más si no se poda. Ofrece el beneficio de un crecimiento rápido (el tamaño adulto se alcanza en 4 a 5 años).

La Madreselva arbustiva 'Maigrün', de la que desciende, posee un porte a la vez arbustivo, tupido y abierto, que se mantendrá o acentuará con una poda regular. Alcanzará aproximadamente 1 m de altura por una anchura de 1,20 m, incluso 1,50 m. Sus ramas flexibles y arqueadas portan un fino follaje persistente, verde claro y brillante. Sus hojas pequeñas son de forma ovalada, opuestas, de 1 cm a 1,5 cm de largo. Si no se poda, desarrolla ramas finas y flexibles que a veces adquieren un aspecto un tanto tortuoso. Las pequeñas flores blanco-crema, sin atractivo, aparecen en primavera. Los pequeños frutos púrpuras, tóxicos pero apreciados por los pájaros, rara vez se observan en cultivo.

La Madreselva de hojas de boj 'Maigrün' es ante todo una planta de follaje y será muy útil para la formación de setos bajos o de altura media, donde ofrece una alternativa interesante al boj ya que su crecimiento es más rápido y su follaje más claro y luminoso. Podrá ser conducido en topiarios, instalado en maceta en una terraza, o bien dejado libre en sotobosque, como planta cubresuelos, con sus bonitas ramas arqueadas que servirán de refugio a toda la pequeña fauna del jardín. A razón de una planta cada metro, cubrirás rápidamente tus taludes. Puedes plantarlo, por ejemplo, al pie de arbustos con follaje otoñal como el arce japonés en suelo ácido o el Árbol de hierro en suelo más calcáreo. Resaltará la majestuosidad del arbusto mientras revela sus virtudes. En otoño, su follaje de un verde vivo constituirá un contrapunto al rojo cálido del arce o a los colores flamboyantes del Parrotia. También puedes ponerlo en espaldera contra un enrejado.