Hamamelis intermedia Jelena

El Avellano mágico (x) intermedia 'Jelena', también conocido como Noisetier de sorcière por su follaje que recuerda al del avellano y su improbable floración que desafía la nieve. Este gran arbusto es ornamental principalmente por sus flores originales y fragantes, de color naranja claro cobrizo, ocre amarillo y con toques rojos en la base. Además, por su follaje que en otoño adquiere un aspecto fantástico, en una mezcla de tonos amarillos, naranjas y verdes antes de caer. Esta variedad, de gran belleza, animará el jardín adormecido por el frío, plantada en grupo junto a otros arbustos de floración invernal, para crear un cuadro fuera de lo común.

El Avellano mágico (x) intermedia 'Jelena' es una variedad hortícola obtenida alrededor de 1935. Pertenece a un grupo de cultivares resultantes del cruce entre el Avellano mágico japonica y el H. mollis, originarios respectivamente de Japón y China. Todas estas plantas pertenecen a la familia de las hamamelidáceas, entre las que se encuentran los Loropetalum, los Liquidambar y el Árbol de hierro. 'Jelena' forma lentamente un gran arbusto, vigoroso, de porte abierto y ramas ascendentes, alcanzando en su madurez 4 m en todas direcciones. Su follaje, caduco, está compuesto por hojas ovaladas, primero verde amarillento con reflejos bronce en primavera, volviéndose verde oscuro en verano, para luego colorearse en otoño de amarillo y naranja cobrizo, con zonas verdes, llenando el jardín de tonos cálidos. Sus flores, perfumadas, deleitan tanto como su follaje colorido. Abundan en las ramas desnudas durante los meses de enero y febrero, compuestas por numerosos pétalos alargados y curiosamente arrugados, casi como dedos de bruja.

El Avellano mágico intermedia 'Jelena' prefiere suelos ricos en humus, pobres en caliza, frescos y ligeros. Una exposición a media sombra le vendrá perfectamente. Colócalo en el borde de un bosque, bajo grandes árboles o en el fondo de un macizo junto a Heucheras, Dafnes y Sarcococca. También quedará magnífico en un macizo, combinado con arbustos persistentes como un camelia de otoño o un Chimonanthes praecox. A sus pies, puedes plantar, por ejemplo, brezos de invierno o eléboros.