Jara - Cistus pulverulentus

El Cistus (x) pulverulentus es una vigorosa jara de Sahuc de porte muy rastrero que forma un excelente tapiz para laderas pobres y secas. Pudiendo extenderse más de 3 metros de ancho, este arbusto mediterráneo persistente también sorprende por la intensidad y duración de su floración de un rosa cálido, que se nota desde lejos. Sus flores de escaramujo se renuevan durante al menos 2 meses, posadas sobre un follaje acanalado y aterciopelado verde-gris. Esta jara 'rastrera' solo se sentirá a gusto en un suelo perfectamente drenado y a pleno sol.

El Cistus (x) pulverulentus pertenece a la familia de las cistáceas. Es el resultado del cruce entre el Cistus albidus, muy tolerante al calcio, y el Cistus crispus, con un porte muy tapizante. Todas estas plantas son originarias de las regiones mediterráneas. El Cistus pulverulentus es por tanto un arbusto ramificado que alcanzará 40 a 60 cm de altura, para una envergadura de 1.25 a 2 m, o incluso más en ejemplares maduros. Su crecimiento es bastante lento, la planta envejece relativamente bien y desaparece al cabo de 12 a 15 años, a veces más. La floración tiene lugar en primavera o principios de verano según el clima, después que la de otras jaras, y dura unos dos meses, prolongándose hasta el verano. Las flores, en corolas redondas bien abiertas, de 4 a 4.5 cm de diámetro, son de un rosa muy vivo, casi fluorescente bajo el sol de julio, realzadas en el centro por numerosos estambres amarillo brillante. Los pétalos se superponen ligeramente. Viven apenas un día, cubriendo el suelo con sus pétalos al final de la tarde, pero ya serán reemplazadas a la mañana siguiente. El follaje, persistente, está compuesto por hojas gruesas, alargadas y acanaladas, ovaladas, irregularmente onduladas, gris-verdes, pubescentes, que miden de 3 a 5 cm de largo. Las hojas pueden ser parcialmente caducifolias a finales de verano, en caso de sequía prolongada.

Este bonito tapiz para rocallas y terrenos pobres está perfectamente adaptado a la sequía y es resistente hasta -10/-12°C. Quedará magnífico en una ladera o en una gran rocalla, formando entonces una magnífica cascada de flores. Crea un macizo persistente para acompañar tu jara, evoca la garriga, mezclando los follajes y los aromas de las lavandas, los romeros rastreros, los tomillos, las campanillas de los muros, e incluso las viváceas aromáticas. Añade amapolas de California, un rosal rastrero (Rosa Grouse) y euforbias de terrenos secos para un poco de dinamismo en tus composiciones. Puedes plantarlo en terreno abierto (drenado) al sur del Loira, sin embargo para las regiones más frías, la cultivo en grandes macetas es posible, cuida entonces el drenaje y riega abundantemente pero de manera espaciada en el tiempo, dejando que el sustrato se seque entre dos aportes de agua.