Agracejo japonés - Berberis thunbergii Harlequin

El Berberis thunbergii Harlequin es una variedad de agracejo japonés bellamente coloreada, destacable por su follaje púrpura salpicado de rosa y plata a finales de primavera. Sus pequeñas hojas púrpuras al brotar se vuelven abigarradas durante la temporada, recuperan su tono púrpura en verano, antes de virar al rojo-anaranjado en otoño. Esta coloración tan rica e inusual del follaje realza admirablemente sus pequeñas flores anaranjadas en primavera, seguidas de bayas rojo vivo a finales de verano. Su desarrollo modesto y su porte tupido resultan especialmente interesantes cuando se utiliza en un seto mixto pequeño o en una maceta grande en la terraza.

El Berberis thunbergii, también llamado agracejo japonés o de Thunberg, es un arbusto de la familia de las berberidáceas originario de Japón. Se caracteriza por un porte tupido, compacto y denso, y un follaje caduco o casi persistente en climas suaves.

El cultivar holandés 'Harlequin', introducido en 1969, alcanzará 1,20 m a 1,50 m de altura y envergadura. Las ramas, de tono púrpura, semi-arqueadas y semi-erectas de esta variedad presentan espinas poco agresivas. El follaje es el principal atractivo de este berberis. Está compuesto por hojas pequeñas, de 1 a 2,5 cm de largo, ovaladas (la parte superior de la hoja más ancha que la inferior). Al brotar, muestran un color rosa-púrpura, que al madurar se torna abigarrado con manchas rosas y blanco-plateadas antes de volver a púrpura. En abril-mayo florecen algunos racimos con 1 a 6 pequeñas flores en tallos de un año. Las flores en forma de campana, de 1 cm de largo, son de un dorado anaranjado estriado de rojo. Son muy nectaríferas y dan lugar en septiembre-octubre a pequeños frutos rojo vivo esféricos de 6 a 8 mm que persisten en las ramas parte del invierno. El follaje adquiere un hermoso tono rojo mezclado con naranja antes de caer.

El agracejo japonés es un arbusto muy adaptable en cuanto al suelo, tolera muy bien la poda, pero prefiere claramente las exposiciones soleadas. Es una pena limitarlo al papel de arbusto anónimo en setos defensivos monocromáticos; aunque cumple perfectamente su función, su personalidad queda ahogada. Su hermoso follaje, destacable en cultivares como 'Harlequin', merece un lugar privilegiado frente a arbustos más grandes, con flores rosas (Kolkwitzia, Abelia, Abeliophyllum distichum Roseum), rojas (membrilleros de Japón, rosales, Weigelias) o incluso amarillas a anaranjadas (Kerria japonica, retama Lena Orange, madreselva Dropmore Scarlett). También puede combinarse con follajes grises como el de las artemisas blancas arbustivas o con cornejos abigarrados. Este arbusto también puede fijarse en grandes rocallas, para cubrir taludes o realzar el borde de un camino. También acepta muy bien el cultivo en macetas grandes, para decorar la terraza o el balcón.