Ciruelo Reine Claude d'Oullins

El Ciruelo Reina Claudia de Oullins es una variedad vigorosa, muy fértil y resistente. Sus frutos, que alcanzan la madurez desde finales de julio hasta agosto, ofrecen una cosecha escalonada. Son esféricos, de 4 a 4,5 cm de diámetro, con una piel fina, de color amarillo canario teñido de rosa al madurar. La pulpa, verde-amarilla, es semi-fina, semi-tierna, dulce y aromática. Estos frutos se consumen principalmente en conservas y mermeladas. Autopolinizante, es una excelente variedad polinizadora para todos los demás ciruelos Reina Claudia dorados. Es resistente al monilia, y sus frutos no caen al madurar (cultivo posible en zonas ventosas).

El origen de los ciruelos se situaría en Siria, y no en China. En la época de la hegemonía romana en la región, diversos frutos locales, entre ellos la ciruela, fueron introducidos en Roma. El Ciruelo Reina Claudia Dorada o verde, conocido desde entonces. El Ciruelo Reina Claudia de Oullins es una variedad originaria de la región de Lyon. Fue descubierta, o quizás solo difundida, por Monsieur Massot, en Oullins, en el siglo XIX.

Este árbol frutal alcanza naturalmente hasta 8 m de altura en su edad adulta. Su silueta libre y esbelta, que le confiere su porte, es muy apreciada. Requiere pocos cuidados y mantenimiento gracias a su rusticidad y resistencia a enfermedades. Aprecia el sol o la media sombra y crece en todo tipo de suelo rico, fresco, profundo e incluso pesado, pero sin caliza.

Sus hojas son ovaladas, casi oblongas, con bordes dentados y ligeramente pubescentes. La floración ocurre a mediados de marzo para esta variedad. El árbol se cubre entonces completamente de flores blancas que aparecen en las ramas del año anterior. Son autopolinizantes. Este ciruelo es especialmente buen polinizador. Servirá para todas las variedades de Reina Claudia doradas. Los frutos, las reinas claudias, son esféricos, de 4 a 4,5 cm de diámetro, con una piel fina, amarilla canario teñida de rosa al madurar. La pulpa, verde-amarilla, es semi-fina, semi-tierna, dulce y aromática. Estos frutos se consumen principalmente en conservas y mermeladas.

Las ciruelas se consumen crudas al pie del árbol, en ensaladas de frutas, pero también en postres, repostería, como acompañamiento de carnes y platos. Se transforman en mermeladas, por supuesto, pero también en frutas en almíbar, compotas... También se obtiene un aguardiente de ellas.