Caladio en interior: el cuidado a lo largo de las estaciones

Primavera: reanudación del crecimiento del Caladium

¿Cuándo plantar los bulbos de Caladium?

Si has conservado los tubérculos durante el invierno, es hora de volver a plantarlos, y si acabas de comprarlos también. La plantación de los bulbos se realiza idealmente a partir de marzo-abril, a una temperatura interior mínima de 20° C.

¿Cómo plantar un bulbo o cómo hacer que un Caladium vuelva a brotar?

• Elige un buen sustrato: una mezcla ligera y bien drenado es ideal. Un sustrato universal o para plantas de interior, ligero y de calidad, enriquecido con perlita, permite evitar el exceso de humedad alrededor del bulbo.
• Coloca correctamente el tubérculo: plántalo a unos 5 cm de profundidad, con la parte abombada hacia arriba.
• Riega moderadamente: justo después de la plantación, un riego ligero es suficiente. Un exceso de agua podría provocar el pudrimiento del bulbo incluso antes de la germinación.
• Mantén una temperatura estable: el bulbo necesita calor para empezar. Coloca la maceta en una habitación donde la temperatura ronde los 20-25°C para favorecer la germinación. Idealmente, instala tus macetas de Caladiums en un mini invernadero para aumentar el calor y la humedad hasta que las hojas se desarrollen correctamente.

Con estas precauciones, los primeros brotes deberían aparecer después de 3 a 6 semanas. Hay que ser paciente.

Una vez que salgan las primeras hojas, es hora de adoptar una rutina de cuidados adecuada. En interior, esta planta necesita condiciones específicas para crecer bien.

¿Dónde colocar tu Caladium?

El Caladium aprecia una exposición a una luz brillante sin sol directo. Colócalo cerca de una ventana orientada al este o al norte luminoso (evita una exposición demasiado fría), o bien al sur o al oeste con una cortina para filtrar los rayos del sol, donde disfrutará de una buena luminosidad sin riesgo de quemaduras.

→ Evita: Una exposición a pleno sol, que podría secar sus delicadas hojas y provocar manchas marrones.

Riego y humedad: encontrar el equilibrio adecuado

El Caladium aprecia la humedad del sustrato y ambiental, pero odia el agua estancada.

• Riega regularmente: el sustrato debe permanecer ligeramente húmedo, pero nunca encharcado. En promedio, un riego cada 3 o 4 días es suficiente en primavera, pero siempre verifica el estado del sustrato. Asegúrate de que el fondo de la maceta no esté encharcado.
• Usa idealmente agua no calcárea: un agua del grifo demasiado dura puede dejar marcas blancas en el follaje y una acumulación de minerales en el sustrato. Prefiere el agua de lluvia o el agua filtrada.
• Aumenta la humedad ambiental: en interior, el aire suele ser seco, especialmente con la calefacción o el aire acondicionado. Para evitar que las hojas se sequen, usa un pulverizador para rociar agua sobre las hojas (sin exceso) o un humidificador. Mantén tu Caladium con una humedad entre el 50 y el 70%.

→ Importante: la falta de humedad puede provocar que las hojas se enrollen o que los bordes se sequen.

Abono: alimentar tu Caladium para un buen crecimiento

Cuando aparezcan las primeras hojas, es hora de aportar nutrientes a tu planta.

Aplica un abono líquido equilibrado para plantas verdes (NPK 10-10-10 o 20-20-20) cada 4 a 6 semanas. Siempre diluye el abono en el agua de riego.

Las hojas de Caladium pueden ser realmente impresionantes en buenas condiciones de cultivo

Verano: pleno crecimiento del Caladium

¿Cómo cuidar un Caladium en interior durante el verano?

• Riego: en verano, la evaporación es más rápida y el sustrato se seca antes. Riega cuando la superficie de la tierra empiece a secarse, aproximadamente cada dos o tres días, dependiendo de la temperatura ambiente. Asegúrate de que el agua no se estanque en el platillo para maceta para evitar que las raíces se pudran.
• Humedad: el Caladium necesita un ambiente húmedo. Si el interior de tu casa es más seco, procura mantener una buena humedad ambiental.
• Abono: como el verano es su periodo de crecimiento máximo, el Caladium necesita nutrientes para desarrollar su follaje. Mantén la dosis indicada en primavera, pero suspende los aportes durante los periodos de calor intenso.

¿Qué problemas pueden surgir en verano?

• Hojas amarillas: señal de exceso de riego o de un sustrato demasiado compacto que impide el drenaje.
• Presencia de parásitos: pueden aparecer ácaros y pulgones, especialmente si el aire es seco. Consulta nuestro artículo sobre enfermedades y parásitos del Caladium.

¿Se puede cultivar el Caladium en exterior?

¡Sí, por supuesto! Si tienes un espacio exterior, puedes sacar el Caladium en la temporada cálida, siempre que las temperaturas superen los 15° C.

Puedes sacar tus caladiums al exterior en la temporada cálida

Otoño: preparación para el periodo de latencia

¿Por qué se caen las hojas del Caladium?

En otoño, el Caladium ralentiza su crecimiento y entra progresivamente en periodo de latencia. Su follaje comienza a amarillear, luego se marchita entero. Este fenómeno es natural: el bulbo entra en reposo para reconstituir sus reservas antes de la próxima temporada de crecimiento.

Cuando los días se acortan y la temperatura baja, el Caladium reacciona reduciendo su actividad. Por lo tanto, es esencial ajustar los cuidados para ayudarle a superar bien esta transición.

• Reducción de los riegos: en cuanto notes un amarilleamiento de las hojas, espacia progresivamente los riegos. Pasa de un riego frecuente en verano a un aporte moderado de agua una vez por semana, luego cada quince días, hasta el cese completo. Un exceso de humedad durante este periodo podría pudrir el bulbo.
• Interrupción de la fertilización: el aporte de fertilizantes debe suspenderse en cuanto el follaje comience a amarillear. El objetivo es dejar que la planta entre en reposo naturalmente sin forzar un crecimiento que ya no se producirá.
• Gestión de la luz: en esta etapa, la exposición a la luz pasa a ser secundario. Si la planta conserva aún algunas hojas, déjala en su lugar, pero en cuanto estén totalmente marchitas, podrás mover la maceta a un lugar más sombreado y fresco.

¿Hay que cortar las hojas amarillentas?

Sí, pero no inmediatamente. Deja que las hojas se sequen completamente antes de cortarlas desde la base. Mientras sigan ligeramente verdes, siguen aportando nutrientes al bulbo. Una vez que estén completamente marchitas y quebradizas, retíralas con cuidado sin dañar el bulbo.

¿Cómo conservar los bulbos de Caladium en invierno?

Tienes dos opciones según tus preferencias y tu clima:

1. Dejar los tubérculos en tierra: si cultivas tu Caladium en macetas y la temperatura de la habitación se mantiene por encima de 15°C, puedes simplemente dejar de regar y dejar el bulbo en reposo en su maceta hasta la primavera. Al regresar los días cálidos, reanudarás el riego progresivamente.
2. Desenterrar los bulbos para almacenarlos: Si deseas optimizar su conservación o si la temperatura de tu interior es demasiado fría, puedes extraer los bulbos del sustrato una vez que el follaje esté totalmente seco.

• Desentiérralos con cuidado para no dañarlos.
• Límpialos retirando el exceso de tierra, sin lavarlos con agua.
• Déjalos secar al aire libre durante unos días en un lugar seco y bien ventilado.
• Guárdalos en una bolsa de papel, una caja de cartón o un recipiente con turba o arena seca, a una temperatura de 15 a 18°C.

Invierno: período de letargo

En invierno, el Caladium está en reposo completo. Su follaje ha desaparecido y su bulbo permanece en periodo de latencia hasta el regreso de temperaturas más suaves.

¿Hay que regar un Caladium en invierno?

No. Una vez que el bulbo ha entrado en periodo de latencia, el riego debe suspenderse por completo.

¿A qué temperatura conservar los bulbos de Caladium?

El bulbo debe conservarse entre 15 y 18°C. Por debajo de esta temperatura, corre el riesgo de dañarse y tener dificultades para rebrotar en primavera. Si el bulbo se ha quedado en macetas, asegúrate de colocarlo en una habitación templada, protegido del frío. Una veranda sin calefacción o una bodega húmeda no son adecuadas.

Se recomienda un control rápido de vez en cuando. Si notas signos de moho o podredumbre, retira inmediatamente el bulbo afectado para evitar que contagie a los demás. Si el bulbo parece demasiado seco o arrugado, se puede humedecer ligeramente envolviéndolo brevemente en un paño húmedo antes de volver a guardarlo.