
¿Qué plantar en un suelo arcilloso-calcáreo? Consejos y plantas adecuadas
conocer bien este tipo de suelo para jardinar mejor
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Antes de elegir qué plantas instalar en tu jardín, es esencial conocer la naturaleza de tu suelo. El suelo arcillo-calcáreo es un tipo de suelo bastante común en Francia y Bélgica, pero no siempre fácil de dominar a primera vista. Está compuesto principalmente de arcilla (que le da una textura pesada y pegajosa) y de caliza (que hace que el suelo sea alcalino, es decir, con un pH elevado).
Este suelo tiene una textura fina y compacta, lo que significa que retiene bien el agua, pero también puede quedar encharcado en invierno y duro como una piedra en verano. La caliza, por su parte, influye en la disponibilidad de ciertos nutrientes en el suelo, lo que puede ser un problema para algunas plantas llamadas «acidófilas», que prefieren un suelo más ácido.
A pesar de estas limitaciones, sigue siendo muy fértil y adecuado para muchas plantas, siempre que se elijan bien. Conocer la naturaleza de tu suelo es, por tanto, esencial para plantar con inteligencia y evitar decepciones. Adaptando tus elecciones, obtendrás un jardín más sano, más bonito… ¡y menos caprichoso!
Las ventajas y los desafíos del suelo arcilloso-calcáreo
El suelo arcilloso-calcáreo tiene serias ventajas para los jardineros. Generalmente es rico en nutrientes y ofrece una buena fertilidad natural, lo que puede favorecer un hermoso crecimiento de las plantas. Gracias a la presencia de arcilla, retiene bien el agua y los elementos nutritivos, lo que evita carencias. ¡Pero atención, este tipo de suelo también presenta algunos desafíos!
Tiende a ser pesado, compacto, especialmente después de la lluvia. En invierno, puede saturarse de agua, y en verano, se endurece como una piedra, lo que hace más delicadas las plantaciones. Además, su riqueza en calcio lo hace bastante alcalino (pH elevado), lo que no conviene a todas las plantas, especialmente a aquellas que prefieren un suelo ácido.
¿Cómo mejorar un suelo arcilloso-calcáreo?
Afortunadamente, se puede mejorar un suelo arcilloso-calcáreo para hacerlo más agradable de trabajar y más acogedor para una amplia gama de plantas. El secreto está en airearlo regularmente (con una horquilla por ejemplo) y en enmendarlo. La adición de materia orgánica (como compost, estiércol bien descompuesto o mantillo) nutrirá el suelo y lo hará más flexible.
Y para coronar el todo, ¡pensemos en el mantillo! Una buena capa de mantillo (hojas secas, paja, césped seco…) ayuda a mantener la humedad, limitar la formación de costra en la superficie y proteger las raíces de las plantas en épocas de calor o frío.

Añadir compost maduro al suelo permite mejorarlo.
Consejos prácticos para lograr una plantación exitosa en suelo arcilloso-calcáreo
Preparar el suelo antes de la plantación
El suelo arcillo-calcáreo puede ser pesado y compacto: por lo tanto, es importante descompactarlo en profundidad antes de plantar. Utiliza una horca o una biohorquilla para aflojarlo sin remover demasiado las capas del suelo. Si el suelo retiene demasiada agua, considera añadir un poco de grava en el fondo del hoyo de plantación para facilitar el drenaje o planta en montículo para las plantas que prefieren suelos drenados.
Consejo: añade compost o estiércol bien descompuesto para enriquecer el suelo y mejorar su estructura.
Regar con moderación
Aunque la arcilla retiene bien el agua, no es razón para descuidar el riego, especialmente al principio. Lo ideal es regar regularmente, pero sin excesos. Un suelo demasiado húmedo puede asfixiar rápidamente las raíces. En verano, un buen acolchado ayuda a mantener la frescura y espaciar los riegos.
Adaptar el mantenimiento según las estaciones
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En primavera: usa una azada pequeña ligeramente la superficie para airear, desherbar y acolchar alrededor de los planteros y planteles.
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En verano: vigila el riego, especialmente en caso de alto calor. El acolchado se convierte en tu mejor aliado.
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En otoño: añade compost para enriquecer el suelo y proteger las raíces antes del invierno.
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En invierno: evita trabajar la tierra cuando está encharcada, esto la haría aún más compacta.

La biohorquilla permite trabajar el suelo sin mezclar las capas.
Las plantas que aman este tipo de suelo
Árboles y arbustos
? Árboles | ? Arbustos ornamentales | ? Arbustos para setos |
---|---|---|
Roble pubescente | Lilas (Syringa vulgaris) | Aligustre (Ligustrum) |
Amelanchier | Weigelia | Durillo (Viburnum tinus) |
Árbol del amor (Cercis) | Spiraea | Eleagnus |
Espino | Buddleia | Bola de nieve |
Falsa acacia (Robinia pseudoacacia) | Rosales | Cotoneaster |
Acacia de tres espinas (Gleditsia triacanthos) | Malva real | Forsitia |

Los rosales son los reyes en suelos arcillo-calizos. ¡No los olvides!
Vivaces
? Plantas cubresuelos | ? Vivaces de sombra | ☀️ Vivaces de sol |
---|---|---|
Geranio vivaz | Hosta | Milenrama |
Búgula rastrera (Ajuga reptans) | Coralito | Salvia officinalis |
Ortiga muerta | Helecho macho común (Dryopteris filix-mas) | Lavanda |
Vinca minor (Hierba doncella) | Epimedium | Echinacea (Equinácea purpúrea) |
Cerastio (Cerastium tomentosum) | Asarum europaeum | Phlomis russeliana |
Alquemila (Alchemilla mollis) | Brunnera macrophylla | Stachys byzantina (Oreja de liebre) |

Coralitos, Orejas de liebre, hostas, Geranios vivaces o alquemilas. La elección es más amplia de lo que se piensa.
Trepadoras
Para vegetalizar un muro o crear un bonito seto florido vertical en un suelo arcillo-calizo, varias plantas trepadoras se adaptan perfectamente a estas condiciones a veces un poco pesadas y calizas. La madreselva (Lonicera sp.) es una excelente elección: es a la vez perfumada, resistente y poco exigente sobre la naturaleza del suelo. La vid virgen, ya sea de cinco folíolos (Parthenocissus quinquefolia) o en versión tricuspidata, es ideal para cubrir rápidamente un muro con su follaje espectacular en otoño. Los rosales trepadores, especialmente entre las variedades antiguas, se complacen particularmente en los suelos calizos bien preparados. Para un toque de sol y exotismo, la trompeta trepadora (Campsis radicans) es perfecta: adora los suelos bien drenados y las exposiciones cálidas. La hiedra (Hedera helix), robusta y persistente, es también una buena aliada, incluso a la sombra, y no tiene ningún problema para acomodarse a un suelo calizo. Por último, el lúpulo (Humulus lupulus), con sus tallos volubles y su follaje generoso, crece vigorosamente y aporta un toque campestre muy agradable al jardín.

¿Quieres una planta trepadora en suelo pesado y calizo? Opta por la vid virgen o el lúpulo.
Anuales y bienales
Las amapolas, con su aire salvaje y ligero, encuentran fácilmente su lugar en este tipo de suelo, especialmente en exposición soleada. Las nigelas de Damasco, con su floración delicada y sus follajes finos, aprecian también las tierras bien nutridas, incluso calizas. Las malvarrosas, a menudo consideradas como bienales, adoran las tierras profundas y ricas, típicas de los suelos arcillosos y calizos. En cuanto a las floraciones veraniegas, los zinnias y los cosmos ofrecen una hermosa generosidad en flores mientras soportan bien este tipo de suelo, siempre que esté bastante bien drenado.
Huerto
Cultivar un huerto en un suelo arcillo-calizo, por lo tanto pesado y alcalino, puede parecer un desafío al principio. La tierra se pega a las botas en invierno y se agrieta en verano. Sin embargo, con un poco de preparación y las buenas elecciones de verduras, este tipo de suelo puede volverse muy productivo. Por ejemplo, el ajo y la cebolla chalota, que adoran las tierras bien mineralizadas, se complacen particularmente bien. La col, especialmente la col rizada o el repollo, aprecia también la riqueza de este suelo profundo. El puerro, robusto y poco exigente, crece gustosamente en las tierras arcillosas bien mullidas. El guisante y la haba, por su parte, sacan provecho del calcio para una hermosa floración y una buena fructificación, siempre que el suelo esté suficientemente drenado. Por último, las remolachas, con sus raíces carnosas, aprecian la profundidad y la fertilidad natural de un suelo arcillo-calizo bien preparado.
Aromáticas
El romero, además de resistir a la sequía, se complace en las tierras arcillosas y calizas, siempre que se plante en terreno ligero o elevado. La salvia officinalis, robusta y decorativa, aprecia también los suelos ricos, pero bien drenados, perfectos para este tipo de terreno. El orégano, con su potente aroma y sus pequeñas flores melíferas, está perfectamente a gusto en un suelo calizo, incluso seco en verano. Para las zonas
Plantas que evitar o vigilar en un suelo arcilloso-calcáreo
Aunque el suelo arcillo-calizo sea fértil, no todas las plantas se adaptan bien. En particular, aquellas que prefieren suelos ácidos (conocidas como plantas de tierra de brezo) pueden sufrir rápidamente en un suelo calizo. A menudo muestran signos de clorosis : las hojas amarillean entre las nervaduras, la planta se debilita poco a poco, incluso con un buen riego.
Aquí tienes una lista de plantas que debes evitar o plantar con precaución, por ejemplo en macetas con un sustrato ácido adecuado:
? Nombre de la planta | ? Por qué no tolera el calcio |
---|---|
Azalea | Necesita suelo ácido, sensible a la clorosis en suelo calizo |
Rhododendron | Sus raíces superficiales sufren rápidamente con el calcio |
Camelia | Muy exigente con la acidez del suelo, difícil de adaptar en terreno abierto calizo |
Hortensia (Hydrangea) | Cambia de color según el pH; se decolora y debilita en suelo calizo |
Brezo | Planta de suelo ácido por excelencia, no tolera el calcio |
Andrómeda (Pieris japonica) | Follaje muy ornamental, pero sensible a pH elevado |
Skimmia | Planta de follaje perenne atractivo, pero no tolera el calcio |
Kalmia | Menos conocida, pero muy exigente con el suelo ácido |

¡Olvídate de las azaleas y rododendros en suelo arcillo-calizo! Nunca crecerán bien allí.
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