Enfermedades y parásitos de los cactus de interior: ¿cómo tratarlos y prevenirlos?

Enfermedades y parásitos de los cactus de interior: ¿cómo tratarlos y prevenirlos?

Entender los síntomas, adaptar los tratamientos y evitar la aparición de enfermedades y parásitos

Contenido

Modificado el martes, 3 de junio de 2025  por Pascale 7 min.

Indudablemente, los cactus son plantas de interior, reconocidas por su robustez, su capacidad para resistir la sequía, sobrevivir en condiciones extremas y conformarse con poco. Sin embargo, en nuestras latitudes, el cultivo en interiores no los libra de problemas. Todo lo contrario: el encierro, la humedad excesiva, la falta de luz o un sustrato inadecuado crean un terreno propicio para desequilibrios fisiológicos, ataques de parásitos y el desarrollo de enfermedades fúngicas o bacterianas.

Ante estos problemas, el jardinero atento no solo debe saber identificar las señales de alerta. Debe comprender las causas, dominar las medidas de prevención y adaptar su cultivo a las exigencias específicas de estas plantas, originarias en su mayoría de medios desérticos o semiáridos.

Descubre las buenas prácticas de cultivo, las enfermedades y parásitos más comunes de los cactus de interior, así como los métodos concretos para prevenirlos y mantener plantas sanas, vigorosas y duraderas.

Para saber más: Cactus y plantas suculentas de interior: cultivo y cuidados

Dificultad

¿Cómo cultivar correctamente tus cactus de interior?

Gymnocalycium, Echinopsis, Mammilaria, Astrophytum, Echeveria, Ferocactus, Parodia, Opuntia… Todos estos cactus de interior requieren más rigor del que parece. Estas plantas, a menudo originarias de zonas áridas y semi-desérticas, han evolucionado para resistir condiciones extremas, pero esta adaptación a veces se convierte en una desventaja en un medio confinado, donde los parámetros de cultivo pueden descontrolarse rápidamente.

El primer requisito es la luz. La mayoría de los cactus son heliófilos. Sin luz directa durante varias horas al día, su metabolismo se ralentiza, el crecimiento se vuelve débil y los tejidos se debilitan. Se recomienda generalmente una ventana orientada al sur o al oeste, con un ligero filtrado en verano si los rayos queman los tejidos jóvenes. La falta de luz es uno de los primeros factores que favorecen la aparición de enfermedades criptogámicas.

El sustrato debe ser estrictamente drenante. Un sustrato especial para cactus es ideal, pero una mezcla de sustrato para trasplante, arena y vermiculita es adecuada para la mayoría de las especies. Un estancamiento de agua, aunque sea puntual, basta para provocar estrés en la raíz y abrir la puerta a patógenos oportunistas. Las macetas de barro sin barnizar son preferibles a los recipientes de plástico, ya que permiten una mejor aireación y evacuación de la humedad.

El riego debe ser escaso, en sintonía con los ciclos vegetativos. En periodo de crecimiento (primavera-verano), un riego cada 8 a 15 días, según las especies, puede estar justificado, pero solo si el sustrato se ha secado en profundidad. En otoño, se reduce progresivamente hasta detener completamente el aporte de agua en invierno, excepto para algunas especies tropicales sin periodo de latencia.

enfermedades y parásitos de los cactus de interior

Los cactus de interior requieren más rigor del que parece

Una invernada estricta en una habitación fresca (5 a 10 °C), luminosa y sin humedad es esencial para permitir que los cactus entren en su fase de latencia invernal y, eventualmente, preparar su floración.

Por último, la ventilación juega un papel demasiado subestimado. Un aire estancado en una habitación sobrecalentada constituye un terreno ideal para mohos e insectos dañinos. Abrir regularmente las ventanas, aunque sea brevemente, y evitar zonas confinadas (como verandas mal ventiladas) contribuye a mantener un equilibrio sanitario favorable.

¿Cuáles son las enfermedades más comunes de los cactus de interior?

A pesar de su reputación de resistencia, los cactus de interior pueden ser susceptibles a varias enfermedades, principalmente fúngicas, a veces de origen bacteriano, muy raramente virales, pero a menudo relacionadas con errores de cultivo.

La podredumbre parda de las raíces

La podredumbre de las raíces, a menudo causada por hongos del género Pythium, Rhizoctonia o Phytophthora, es el principal flagelo. Se desarrolla en suelo encharcado y ataca el cuello de los cactus. Las raíces se vuelven de color marrón claro a negro, blandas, y dejan de cumplir su función de absorción, provocando un marchitado paradójico de los tejidos aéreos, ya que la podredumbre se extiende rápidamente hacia la parte superior del cactus. Es difícil tratar curativamente los ataques importantes.

¿Qué hacer?

  • Desenterrar el cactus y eliminar las partes afectadas con una cuchilla de afeitar o un cutter
  • Tratar con polvo de carbón negro
  • Volver a plantar en un sustrato nuevo y perfectamente seco.

La podredumbre blanda

Causada por la bacteria Erwinia, esta podredumbre blanda se manifiesta por un ablandamiento rápido de los tejidos, con exudado nauseabundo. La progresión suele ser fulminante. En esta etapa, es poco probable salvar la planta entera. La extracción de rechazos sanos, seguida de un cultivo en cuarentena, es a veces la única solución.

La base del cactus se vuelve negra: no hay duda, es la podredumbre húmeda o podredumbre blanda

El mildiu

Los tejidos, frecuentemente atacados cerca de la base del cactus, se cubren de una capa blanquecina harinosa. Las partes enfermas se vuelven marrones y se pudren. La planta se desploma hacia un lado. Esta enfermedad se desarrolla principalmente en primavera y otoño, cuando el sustrato está demasiado húmedo.

¿Qué hacer?

  • Realizar una pulverización de mezcla bordelesa o de un fungicida natural como la decocción de ajo
  • Reducir la humedad alrededor del cactus suspendiendo temporalmente los riegos y aireando la planta

Las manchas marrones o negras en los tallos

Es una enfermedad común en los cactus, nuevamente provocada por una humedad y un riego excesivos. Estas manchas suelen ser circulares, ligeramente hundidas, a veces rodeadas de un halo más claro. Los tallos se deterioran, se ablandan y se desploman.

¿Qué hacer?

  • Sacar el cactus de su maceta
  • Cortar las partes afectadas con un cutter o una cuchilla de afeitar bien esterilizada
  • Dejar secar la planta durante un día en una habitación seca y ventilada
  • Volver a plantar el cactus en un sustrato nuevo bien drenado.

¿Qué parásitos suelen atacar a los cactus de interior?

Los parásitos de los cactus de interior son pocos, pero temibles. Se instalan a menudo aprovechando una debilidad fisiológica o un microclima demasiado favorable.

Las cochinillas algodonosas

Son los parásitos más frecuentes. Se alojan en las grietas de los tallos o en el collar, a menudo invisibles al principio. Los grupos blancos algodonosos delatan su presencia. Se alimentan de savia, debilitando el cactus. Son difíciles de erradicar, ya que están protegidas por una capa cerosa.

¿Qué hacer? Un tratamiento manual con alcohol de 70° y un bastoncillo de algodón, seguido de pulverizaciones regulares de jabón negro, es eficaz. Puedes repetir el tratamiento a los 15 días si es necesario.

Las arañas rojas

Los ácaros aparecen sobre todo en ambientes secos y cálidos. Invisibles a simple vista, provocan un aspecto polvoriento, pérdida de turgencia y, a veces, una decoloración oxidada de los tejidos. Los cactus lanosos o espinosos ocultan su presencia.

¿Qué hacer?

  • Aislar tu cactus
  • Humidificar el ambiente y pulverizar tu cactus con agua no calcárea.

Los pulgones de raíz

En invierno, el cactus adquiere un aspecto enfermizo, amarillento. Los lados se marchitan y las espinas pierden firmeza. Al desmacetar, se ven pulgones que chupan la savia de las raíces.

¿Qué hacer?

  • Desmacetar el cactus
  • Limpiar las raíces con un pincel
  • Lavar el sistema radicular con agua mezclada con jabón negro
  • Dejar secar un día y trasplantar en un sustrato nuevo.

Los pulgones

Pulgones verdes o grisáceos corren por los huecos de los lados, dejando marcas de picaduras. Se alimentan de la savia, lo que amarillea los tejidos.

¿Qué hacer? Pulverizar una solución a base de agua, jabón negro y aceite.

¿Qué medidas preventivas tomar para evitar enfermedades y ataques de parásitos?

La prevención se basa principalmente en una higiene de cultivo rigurosa, en el respeto de las condiciones de cultivo y en la observación atenta de las plantas.

  • La desinfección del material es esencial. Las macetas recuperadas deben cepillarse y luego desinfectarse con lejía diluida. Las herramientas deben esterilizarse con alcohol antes de su uso para evitar cualquier contaminación cruzada.
  • La elección del sustrato nunca debe dejarse al azar.
  • Es importante evitar cualquier exceso de abono nitrogenado, que favorece un desarrollo demasiado rápido de los tejidos, más sensibles a los ataques fúngicos. Un abono para cactus, con baja concentración y aplicado una o dos veces durante el periodo de crecimiento activo, es suficiente.
  • Los riegos nunca deben ser excesivos.
  • Las habitaciones donde se ubican los cactus deben ventilarse con mucha regularidad para renovar el aire.
  • Si es posible, en verano, se recomienda colocar los cactus en el exterior, al sol, pero en un lugar protegido de las inclemencias del tiempo. Los riegos continuarán de manera regular.
  • Al comprar un cactus nuevo, debe mantenerse aislado del resto de la colección durante dos o tres semanas para detectar la presencia de enfermedades o parásitos.
  • La inspección regular de los cactus permite intervenir de manera temprana. Las partes ocultas del collar, los pliegues entre los lados o las bases lanosas de los tallos deben revisarse con lupa. Cualquier cambio de color, marchitado anormal o presencia sospechosa debe alertar.

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