
Semiarundinaria - Bambú: plantar y cultivar
Contenido
El bambú medio en pocas palabras
- Las Semiarundinarias son bambúes, de porte estrecho, que alcanzan de 3 a 10 m según la especie o la variedad.
- De crecimiento lento, estos bambúes pueden, sin embargo, formar hermosas pantallas verdes.
- El tocón es rastrero en clima cálido, pero el bambú medio se comporta de manera más contenida en clima fresco.
- El Semiarundinaria acepta el sol o la media sombra.
- Este tipo de bambú aprecia los suelos frescos y húmedos y puede cultivarse en terreno abierto o en maceta.
La palabra de nuestro experto
Los amamos o los odiamos, pero los bambús no dejan indiferente a nadie. El Semiarundinaria o Bambú medio, también conocido como Bambú noble, no es la excepción gracias a sus cañas casi púrpuras que contrastan fuertemente con sus hojas verdes. En realidad, las cañas pasan de violáceas cuando son jóvenes, a un verde pulido matizado de púrpura y finalmente a un color marrón-anaranjado en otoño.
Pero, el interés del Bambú noble radica en su porte estrecho, casi columnar. Si a esto le sumamos un follaje denso y persistente, es el bambú ideal para protegerse de las miradas de los vecinos al plantarlo en un seto, especialmente la especie Semiarundinaria fastuosa.
Los Semiarundinaria son bambús de tamaño medio (de 3 a 10 m según la especie y la variedad) y que crecen relativamente lento. Originarios de China y Japón, estos bambús son lo suficientemente resistentes para cultivarse en cualquier lugar, en terreno abierto o incluso en macetas. Sin embargo, en climas suaves, el Bambú medio tiende a ser un poco invasivo, como el Phyllostachys, con el que compartiría orígenes genéticos. Afortunadamente, el Semiarundinaria se comporta mucho mejor en climas más frescos.
A los Semiarundinaria les gustan las exposiciones soleadas tanto como las sombreadas. Se desarrollan bien en suelos frescos, pero bien drenados y bastante ricos, tanto en grandes macetas como en terreno abierto.
Botánica y descripción
Documento de identidad
- Nombre latino Semiarundinaria sp.
- Familia Poáceas
- Nombre común Bambú medio, bambú noble
- Floración insignificante y rara
- Altura 3 a 10 m
- Exposición sol y media sombra
- Tipo de suelo arcilloso y fresco, neutro a ácido
- Rusticidad -15°C
El género Semiarundinaria (familia de las Poáceas) agrupa 7 especies de bambúes, entre las más conocidas y cultivadas se encuentran Semiarundinaria fastuosa, Semiarundinaria yashadake y Semiarundinaria makinoi. Estos bambúes, llamados Bambúes medios o Bambúes nobles, son originarios de China y Japón. Según los botánicos, el género Semiarundinaria sería un híbrido cuyo uno de los padres provendría del género Phyllostachys, del cual heredó su porte recto, casi columnar.
Los Semiarundinarias son bambúes de tamaño medio (no más de 10 m de altura) y de crecimiento medio a lento. Se consideran bambúes rastreros, especialmente en climas cálidos. En climas frescos, los bambúes nobles tienden a ser mucho menos invasivos.
Los bambúes nobles presentan un porte columnar muy vertical y compacto, formando columnas estrechas de 2 a 3 m de ancho. Las cañas son brillantes, muy rectas y cilíndricas, de un hermoso verde medio, estriadas de marrón púrpura, con un diámetro de 4 a 6 cm (2 cm de diámetro en el caso de Semiarundinaria yashadake y Semiarundinaria makinoi). Estas cañas adquieren hermosos tonos púrpuras con la edad, especialmente al sol, y se tornan anaranjadas en otoño. Las cañas pueden alcanzar hasta 10 m de altura según la especie y llevan, a lo largo de su longitud, ramas cortas.
Cada rama porta grandes hojas verdes, lanceoladas, brillantes, de unos diez centímetros de largo. El follaje es persistente (hasta -15°C), denso y flexible. Las vainas de las cañas, de color nacarado y brillantes, son semiperennes, permaneciendo adheridas a las cañas durante 3 meses antes de caer. Estas vainas también aportan un hermoso contraste de color, entre ellas, las cañas púrpuras y las hojas verdes.

Semiarundinaria fastuosa, caña y a la derecha silueta (© Leonora Enking)
Como en todos los bambúes, las flores, pseudoespiguillas, son insignificantes y quedan ocultas por el follaje. Aparecen de manera intermitente en finas panículas arqueadas. En general, las floraciones son muy raras. El desarrollo de una inflorescencia provoca la muerte de la planta, las cañas se secan y mueren después de florecer.
Generalmente, los semiarundinarias se utilizan, por su porte columnar compacto y su follaje persistente denso, para crear un magnífico cortavientos o pantalla verde, ocultar una vista no deseada o formar una barrera contra el viento. Se recomienda una distancia de plantación, entre cada bambú, de 1 a 1,50 m. El Bambú noble también puede plantarse en el jardín como un ejemplar aislado, acompañado de otros bambúes o de grandes árboles de inspiración asiática (Arce japonés, Cornus kousa…).
Nota bene: El Semiarundinaria fastuosa ha sido galardonado con un Award of Garden Merit, otorgado por la Royal Horticultural Society (RHS), por sus excepcionales cualidades ornamentales.
Las mejores variedades

Semiarundinaria fastuosa - Bambú
- Altura en la madurez 7 m

Semiarundinaria fastuosa Viridis - Bambú
- Altura en la madurez 6 m

Semiarundinaria yashadake Kimmei - Bambú
- Altura en la madurez 4,50 m

Semiarundinaria makinoi - Bambú
- Altura en la madurez 3,50 m
Más información Semiarundinaria
Ver todos →Disponible en 3 tamaños
Disponible en 1 tamaños
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Cómo plantar el Semiarundinaria.
¿Dónde plantar?
Las Semiarundinarias son bastante resistentes y pueden cultivarse en toda Francia y Bélgica. Sin embargo, evita plantarlas en lugares expuestos a vientos fríos y secos.
Los bambúes medianos prefieren la media sombra, pero toleran bien el sol.
En general, los bambúes, y las Semiarundinarias no son una excepción, prefieren un suelo neutro o ácido, sin exceso de caliza, más bien rico, fresco y bien drenado. Aprecian una tierra ligeramente húmeda en verano, pero no soportan tener las raíces en agua durante el invierno: un suelo demasiado pesado, compacto y encharcado en invierno provocaría un fatal pudrimiento.
¡Atención! Las Semiarundinarias son bambúes rastreros, especialmente en climas suaves (mucho menos en climas frescos). Puedes limitar la proliferación de sus rizomas rastreros delimitando su espacio desde la plantación con una barrera antirrizoma de polipropileno colocada verticalmente en la tierra alrededor de la planta.
→ Para más información, consulta la ficha: ¿Cómo instalar una barrera antirrizoma?
¿Cuándo plantar?
La plantación de las semiarundinarias se realiza idealmente al final del verano y durante el otoño, desde finales de agosto hasta octubre, después de las altas temperaturas. También se puede plantar entre marzo y abril (después de las últimas heladas) en las regiones al norte del Loira o entre septiembre y noviembre en las regiones al sur.
¿Cómo plantar?
Las semiarundinarias pueden cultivarse, según prefieras, en terreno abierto o en maceta.
En terreno abierto
- En un hoyo ancho y profundo, instala la barrera antirrizoma que permitirá controlar la extensión de las variedades rastreras. Esta barrera debe sobresalir 5 cm del suelo;
- Coloca el cepellón del bambú en el centro del hoyo;
- Rellena con la tierra de jardín extraída, añadiendo un buen sustrato de fondo y estiércol;
- Aporta 10 litros de agua durante la plantación: esto evita posibles «bolsas de aire» entre las raíces y la tierra, además de humedecer bien las raíces. Los bambúes necesitan mucha agua para establecerse: riega con regularidad durante el primer año después de la plantación, especialmente en verano cuando la tierra está muy seca;
- Aplica un buen mantillo (virutas de madera, corteza de pino, eulalia…) al pie para mantener la frescura. Posteriormente, las hojas secas caídas formarán un mantillo natural al pie.
Nota bene: para una plantación en seto o como pantalla de privacidad, calcula un ejemplar de Semiarundinacea cada metro.
En maceta
Los bambúes medianos toleran muy bien el cultivo en maceta, siempre que no se olvide el riego.
- Prepara una maceta de tamaño suficiente, con al menos 50 cm de profundidad y un agujero de drenaje;
- Coloca una capa drenante en el fondo: grava o bolas de arcilla;
- El sustrato debe ser una mezcla rica (mitad sustrato de plantación o para rosales y mitad tierra de jardín) y bien drenante;
- Colócalos en un lugar con sol no ardiente o a media sombra, protegido de corrientes de aire frío;
- Los bambúes en maceta nunca deben quedarse sin agua: controla los riegos, que deben ser muy regulares, especialmente en caso de sequía prolongada. Puedes extender un mantillo en la superficie para mantener la frescura del sustrato.

Semiarundinaria ‘Yamadori’ (© Leonora Enking)
Cuidado y poda
Riego
El bambú necesita mucha agua para establecerse y desarrollarse bien. Riega abundantemente al plantar y luego con mucha regularidad durante los dos primeros años de cultivo, especialmente en verano y cuando el suelo esté muy seco. No olvides colocar un mantillo para mantener el suelo fresco. Con el tiempo, los bambúes «se acolchan solos», gracias a sus hojas secas, que se descomponen muy lentamente. Después de los dos años de cultivo, las semiarundinarias toleran bien la sequía.
Los ejemplares en macetas requieren una vigilancia aún mayor en cuanto al riego: no dejes que la tierra se seque demasiado entre riegos. Cada planta de semiarundinaria puede consumir hasta 5 litros de agua al día durante los períodos de calor intenso.
Mantenimiento
Los bambúes aprecian un suelo rico en nutrientes. Cada primavera, un aporte de compost al pie de las cañas será bienvenido. Para los bambúes cultivados en macetas o contenedores, un fertilizante especial para bambú, rico en nitrógeno, puede aplicarse dos veces al año.
Si las hojas de los bambusas comienzan a amarillear, puede indicar un exceso de cal en el suelo. En este caso, un aporte de un poco de tierra de brezo en la superficie o un mantillo de agujas de pino debería resolver el problema.
Poda
Cada año, corta desde la base los tallos secos (las cañas secas pueden servir como tutores o para diseñar cercas decorativas), los menos vigorosos y los más molestos. Todas estas cañas podadas no volverán a crecer, pero esta poda de mantenimiento permitirá a la planta desarrollar un follaje completamente nuevo y más denso. El aspecto del bambú mejorará notablemente.
Propagación del bambú medio
La propagación de los bambús medianos se realiza en primavera (marzo-abril), mediante la división de las matas de al menos tres años de edad. La operación se lleva a cabo cuando el suelo está lo suficientemente húmedo, lo que facilita el proceso.
La división de la mata:
- Con una pala bien afilada, extrae un buen cepellón de una mata que tenga al menos 3 a 5 pajitas en la periferia del cepellón principal;
- Acorta las pajitas a 1/3 de su longitud conservando siempre follaje, de lo contrario, los cepellones no prosperarán;
- Coloca el cepellón en un hoyo de plantación enriquecido con buen compost;
- Rellena el agujero con la tierra extraída, compacta y cubre con mantillo;
- Riega abundantemente para reducir los «huecos de aire» entre la tierra y los rizomas, y mantén la tierra húmeda, pero nunca encharcada;
- Rocía regularmente agua no calcárea sobre el follaje en días secos o ventosos, por la tarde o por la mañana. Esto evitará el secado de las hojas para una buena recuperación.
Nota bene: una vez extraídos, los bambús grandes vuelven a su etapa juvenil. Las nuevas pajitas que emergen son entonces más pequeñas en tamaño y sección. Habrá que esperar varios años antes de recuperar las dimensiones de la planta madre.

Semiarundinaria Yashadake ‘Kimmei’ (© Leonora Enking)
Plagas y enfermedades
Los bambúes son resistentes a la mayoría de las enfermedades y parásitos. Sin embargo, pueden volverse vulnerables cuando se debilitan por un exceso de agua o una falta de nutrientes.
Cuando el tiempo es cálido y húmedo, los bambúes cultivados en macetas a veces son susceptibles a los ataques de cochinillas, que se alimentan de la savia y dejan masas blancas harinosas o algodonosas en la planta. Las hojas se vuelven amarillas y luego caen, lo que puede provocar la muerte de la planta en las infestaciones más graves. Las pulverizaciones con una mezcla de aceite vegetal (colza o aceite de oliva), alcohol a 90° y jabón negro pueden ayudar a sofocarlas.
Las arañas rojas también pueden causar el amarillamiento y el secado de las hojas de los bambúes en macetas, que finalmente caen. En este caso, existen diversas soluciones ecológicas presentadas en la ficha de consejos Araña roja: identificación y tratamiento.
→ ¿Quieres saber más sobre las enfermedades y parásitos de los bambúes? Lee nuestra ficha de consejos Enfermedades y parásitos del bambú
Cómo asociar el Bambú
El Bambú, por su densidad, su follaje perenne y su resistencia al viento, es ideal para crear setos compactos.
Sin embargo, el Bambú medio también puede plantarse en el jardín en macollamiento aislado. Para recordar su origen asiático, se puede acompañar de plantas del mismo continente que aprecien las mismas condiciones de cultivo.
En cuanto a los árboles, se puede optar por un hermoso Cornus kousa ‘Satomi’, un clásico entre los cornejos florales, con sus hermosas brácteas rosadas en primavera. Para contrastar en forma y color con el follaje del bambú, el Cercidiphyllum japonicum ‘Glowball’ o árbol de caramelo es un árbol caducifolio exuberante, apreciado por sus hojas acorazonadas de colores cambiantes y el aroma a caramelo que desprenden sus hojas al caer en otoño (o cuando sufren una helada tardía en primavera…).
Más exótico, pero siempre en la misma zona geográfica, el Palmero de China (Trachycarpus fortunei), una palmera muy resistente, aportará un toque gráfico al conjunto. Por su parte, la Hierba de Hakone (Hakonechloa macra ‘Aureola’) como planta cubresuelos hará un sutil y discreto guiño al follaje de los bambúes.
Por otro lado, no dudes en jugar con los contrastes gráficos de las cañas rectas y las hojas lanceoladas del bambú acompañándolo de plantas más anchas que altas, con curvas más suaves y hojas más amplias… La armonía de los colores también es importante: algunos detalles en tonos púrpura, como los de las cañas del Semiarundinaria, con flores o follajes en la misma gama, resultarán agradables a la vista. Y para terminar, no te dejes arrastrar por la rigidez de un jardín «japonizante» a toda costa. ¡Déjate llevar! Nadie te obliga a plantar bambúes junto a otras plantas asiáticas. Sé creativo, pero respetando las necesidades básicas de las plantas elegidas, ya sean bambúes u otras.

Semiarundinaria yashadake ‘Kimmei’, Cornus kousa ‘Satomi’, Hakonechloa macra ‘Aureola’ y Trachycarpus fortunei
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