Botánica
Documento de identidad
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Nombre latino
Nephrolepis
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Familia
Dryoptéridáceas
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Nombre común
Helecho de Boston, helecho colgante
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Floración
rara en interior
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Altura
30 a 50 cm
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Tipo de suelo
Sustrato rico, bien drenado
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Rusticidad
Gelificantes
El Nephrolepis, más conocido como Helecho de Boston, pertenece a la familia de las Nephrolepidáceas o, según algunas clasificaciones, a la de las Dryoptéridáceas. Su nombre científico proviene del griego nephros, que significa «riñón», y lepis, que quiere decir «escama», en referencia a la forma característica de sus soros, estas estructuras que contienen las esporas situadas en el envés de las frondas.
En su medio natural, el Nephrolepis crece bajo climas tropicales y subtropicales, a menudo en sotobosques húmedos o como epífita sobre otros vegetales. Se encuentra en América Central y del Sur, en el Sudeste Asiático y en Australia, donde disfruta de una atmósfera cálida y húmeda. Generalmente no resistente, se cultiva en interior en una veranda, por ejemplo, donde su bonito follaje perdura en invierno. El género cuenta con una treintena de especies. Entre las especies más cultivadas, encontramos:
- Nephrolepis exaltata, la más extendida, cuya famosa variedad ‘Boston’ es apreciada por sus frondas elegantemente arqueadas.
- Nephrolepis cordifolia, que se distingue por su rusticidad hasta -8°C y un porte más compacto.
- Nephrolepis obliterata, a veces llamada helecho de Kimberley, con frondas más rígidas.

Nephrolepis obliterata Kimberley
El Nephrolepis exaltata cuenta con numerosos cultivares de siluetas variadas, cada uno con su encanto particular:
- ‘Bostoniensis’: cautiva por sus largas frondas verde vivo y su porte generosamente colgante.
- ‘Green Lady’: reputada por sus frondas más gruesas y ligeramente onduladas, ofrece un aspecto exuberante y denso.
- ‘Duffii’: muestra frondas compactas con hojas redondeadas y brillantes, ideal para quienes buscan un toque original.
- ‘Fluffy Ruffles’: conocida por sus frondas muy recortadas y rizadas, aportando una textura única y aérea.
- ‘Teddy Junior’: una versión enana con frondas cortas y densas, perfecta para pequeños espacios o terrarios.
- ‘Whitmanii’: presenta frondas más anchas y robustas, con un crecimiento vigoroso y un bonito color verde.

Nephrolepis exaltata
El Nephrolepis es un helecho vivácea que forma una mata densa, elegante con porte erguido, alcanzando unos 50 cm de altura. Se extiende sin límite teórico gracias a un sistema rizomatoso rastrero. En macetas, su expansión estará contenida.
El follaje se distingue por su finura y elegancia, formado por frondas flexibles y alargadas, finamente divididas, que confieren a la planta un porte ligero y vaporoso. Estas frondas, que miden hasta 50 cm de largo en una planta adulta, suelen ser arqueadas y nacen de un raquis central delgado pero resistente. Las pinnas, o folíolos, que componen cada fronda, se insertan de manera alterna u opuesta según las especies. Son estrechas, lanceoladas, y a menudo ligeramente asimétricas en su base. Sus bordes pueden ser enteros, finamente crenulados o delicadamente ondulados, reforzando el aspecto delicado del follaje. Cada pinna está recorrida por una vena media bien marcada, que estructura la hoja y contribuye a su flexibilidad. En Nephrolepis exaltata, especie emblemática del género, las frondas son particularmente largas y flexibles, adoptando un porte naturalmente colgante.
El color del follaje varía según las condiciones de cultivo, oscilando entre verde muy vivo, tierno y verde profundo, a veces teñido de matices ligeramente glaucos. La superficie de las frondas es lisa y a veces sutilmente lustrosa.
Como todos los helechos, Nephrolepis no produce flores ni frutos y asegura su reproducción mediante la dispersión de esporas. Estas esporas se forman bajo las frondas, agrupadas dentro de estructuras llamadas soros. En Nephrolepis, estos soros están cubiertos por industrias membranosas, pequeñas estructuras protectoras en forma de escama que regulan la liberación de esporas al alcanzar la madurez.

Nephrolepis exaltata (© Forest and Kim Starr)
Apreciada por su follaje denso y aéreo, este helecho es valorado en interior también por su capacidad para humidificar el aire y absorber ciertas toxinas presentes en la atmósfera, como el formaldehído y el xileno. Es por tanto ideal para mejorar la calidad del aire en casas y apartamentos.
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