
Abeliophyllum: plantar, cultivar y cuidar
Contenido
El Abeliophyllum en pocas palabras
- El Abeliophyllum es uno de los primeros arbustos en florecer a finales del invierno.
- Anuncia el regreso de los días soleados con su elegante floración blanca o rosada.
- Es una hermosa alternativa al muy común Forsitia.
- Fácil de cultivar, es un arbusto adaptable y resistente.
- Puede cultivarse en un seto, en un macizo, aislado, o en una maceta grande o contenedor en la terraza.
La palabra de nuestra experta
El Abeliophyllum distichum, o Forsitia blanca, es un arbusto ornamental aún poco conocido, pero que merece un lugar destacado en nuestros jardines por su floración precoz y delicada. Se trata de un arbusto caduco y arbustivo, que alcanza aproximadamente entre 1,50 m y 2 m en todas direcciones. Muy cercano a las forsitias, el Abeliophyllum también florece a finales del invierno, generalmente en febrero-marzo, pero se distingue por su floración blanca, e incluso rosada en la variedad Abeliophyllum distichum ‘Roseum’. Sus flores aparecen en las ramas desnudas, antes de que se desarrollen las hojas. Son delicadamente perfumadas y atraen a los insectos polinizadores. El Abeliophyllum tiene un follaje bastante común, verde oscuro, ovalado y ligeramente dentado, pero adquiere hermosos colores otoñales, que van del amarillo al rojo.
El Abeliophyllum es una planta fácil de cultivar y mantener, ideal para jardineros principiantes. Es resistente (hasta -20 °C), resistente a enfermedades y parásitos, y se adapta a diferentes tipos de suelo. En el jardín, puede plantarse en un seto, aislado en medio del césped o al fondo de un macizo. También se adapta al cultivo en macetas o contenedores grandes. El Abeliophyllum es perfecto para acompañar la floración precoz de las forsitias, avellanos mágicos, groselleros en flor y membrilleros de Japón, así como los bulbos de floración primaveral como los crocos, ipheions y nivéolas. ¡Descubre todos nuestros consejos para cultivar con éxito el Abeliophyllum e integrarlo de la mejor manera en tu jardín!
Botánica
Documento de identidad
- Nombre latino Abeliophyllum distichum
- Familia Oleaceae
- Nombre común Forsitia blanca de Corea
- Floración Febrero a marzo
- Altura 1,50 m a 2 m
- Exposición Sol, media sombra
- Tipo de suelo ordinario, fresco y bien drenado, ácido o neutro
- Rusticidad - 20 °C
El Abeliophyllum, también llamado Forsitia blanca de Corea, es un arbusto caduco y tupido originario de las montañas de Corea del Sur. Crece naturalmente en laderas rocosas y zonas boscosas, donde se beneficia de un suelo bien drenado y una exposición soleada. Fue introducido en Europa y América del Norte a principios del siglo XX, pero aún es poco cultivado en jardines, a pesar de sus grandes cualidades ornamentales. Hoy en día está en peligro de extinción en su hábitat natural; de hecho, solo quedarían una decena de ejemplares en la naturaleza.
El Abeliophyllum lleva bien su nombre de Forsitia de Corea, ya que se parece mucho al forsitia y está muy cerca de él botánicamente. Estos dos arbustos pertenecen a la misma familia, la del olivo, las Oleáceas. También se encuentran en esta familia el jazmín y el lila. El Abeliophyllum solo cuenta con una especie (A. distichum), pero existe otra variedad, que se distingue por sus flores rosa pastel: el Abeliophyllum distichum ‘Roseum’.

La floración del Abeliophyllum
El Abeliophyllum distichum es un arbusto de porte tupido y ligeramente extendido, bastante bajo. Alcanza entre 1,5 y 2 m en todas direcciones. Sus ramas finas y arqueadas le confieren un aspecto elegante y grácil. Esta estructura ligera permite integrarlo fácilmente en diversos tipos de jardines, desde macizos hasta bordillos, pasando por setos bajos.
El Abeliophyllum florece muy temprano en el año, en febrero-marzo, antes de la aparición del follaje. Al igual que el forsitia, el Abeliophyllum anuncia el final del invierno y el inicio de los días soleados. Lleva hermosas flores blancas, incluso rosa pálido en la variedad Abeliophyllum distichum ‘Roseum’. Las flores son pequeñas, miden de 1 a 1,5 cm de diámetro, y se agrupan en las ramas en pequeños ramilletes de 3 a 5 flores. Están formadas por 4 pétalos blancos o rosados y realzadas con un centro amarillo anaranjado. Desprenden un agradable aroma a almendra. Al final de la floración, las flores adquieren un tono marrón claro. El Abeliophyllum es una hermosa alternativa para quienes no les gusta la floración estridente, amarilla brillante, del muy común forsitia.
La floración del Abeliophyllum es melífera, apreciada por los insectos polinizadores, en una época en que las flores aún son escasas.
Después de la floración, el Abeliophyllum desarrolla su follaje. Sus hojas son verde oscuro, ligeramente brillantes, ovaladas a oblongas, con bordes a veces ligeramente dentados. Miden de 5 a 10 cm de largo. Son opuestas y se distribuyen en dos filas, lo que le valió su nombre de especie: distichum proviene del griego dis: «dos», y stikhos: «fila». En otoño, las hojas adquieren un tono que varía del amarillo dorado al rojo púrpura, aportando un toque de color al jardín antes de su caída.
El Abeliophyllum es una planta de crecimiento relativamente lento. Una vez establecido, requiere pocas intervenciones, excepto una poda ligera para mantener su forma y fomentar una floración abundante. En el jardín, el Abeliophyllum puede usarse aislado, por ejemplo, en medio de un césped, lo que lo destacará especialmente, o en asociación con otros arbustos que florecen en la misma época (forsitia, avellano mágico, membrillero de flor…) y con bulbos primaverales. Su floración precoz lo convierte en una excelente opción para alegrar los jardines a finales del invierno, mientras que su follaje y su porte elegante ofrecen una presencia discreta pero encantadora durante toda la temporada de crecimiento.
El Abeliophyllum tolera temperaturas de hasta -20 °C. Sin embargo, en regiones con inviernos particularmente rigurosos, se recomienda plantarlo en lugares protegidos, como contra un muro orientado al sur, para beneficiarse del calor residual y de protección contra los vientos fríos.
El Abeliophyllum también es apreciado como flor cortada para realizar ramos. De la misma manera que con el forsitia, puedes cortar algunas ramas a principios de diciembre y colocarlas en un jarrón: así estarán en flor para Navidad. Descubre nuestro tutorial: «¿Cómo forzar ramas de forsitia para ramos luminosos y colorados?»

El follaje del Abeliophyllum
Las principales variedades de _Abeliophyllum_

Abeliophyllum distichum - Forsitia blanca
- Période de floraison Marzo, Abril
- Hauteur à maturité 1,50 m

Abeliophyllum distichum Roseum - Forsitia rosa de Corea
- Période de floraison Marzo, Abril
- Hauteur à maturité 1,50 m
Plantación
¿Dónde plantar el Abeliophyllum?
El Abeliophyllum prefiere una ubicación soleada o ligeramente sombreada. Una buena exposición al sol favorece una floración abundante. En las regiones del sur de Francia, con veranos muy calurosos, una sombra ligera durante la tarde será beneficiosa para evitar el estrés hídrico. También te recomendamos plantar el Abeliophyllum protegido de los vientos fuertes, por ejemplo, resguardado por un muro o un seto.
Este arbusto es tolerante en cuanto a la naturaleza del suelo, pero tiene preferencia por los suelos fértiles, frescos y bien drenados, ligeramente ácidos a neutros. Los suelos demasiado compactos o mal drenados pueden provocar problemas de podredumbre de las raíces. Te recomendamos enriquecer el suelo con compost antes de la plantación.
En el jardín, el Abeliophyllum podrá encontrar su lugar en un seto libre y campestre, en macizos de arbustos, aislado o palizado contra un muro. Incluso puede cultivarse en una maceta grande en un balcón o terraza.
¿Cuándo plantarlo?
El período ideal para plantar el Abeliophyllum es en otoño, entre octubre y noviembre, para permitirle establecerse antes del invierno, desarrollar un sistema radicular robusto y estar listo para crecer en la primavera siguiente. Sin embargo, también puede plantarse a principios de primavera, antes de la reanudación de la vegetación. Evita los períodos de heladas o de fuertes calores.
¿Cómo plantar el Abeliophyllum?
En terreno abierto
Si instalas varios plantones (por ejemplo, para una plantación en seto), respeta una distancia de 1,5 a 2 m entre ellos.
- Comienza por colocar el cepellón en una cuenco de riego lleno de agua, para que se rehidrate.
- Afloja el suelo a una profundidad de 30 a 40 cm e incorpora compost bien descompuesto.
- Cava un hoyo dos veces más ancho y profundo que el cepellón del arbusto.
- Coloca el arbusto en el centro del hoyo de plantación, de manera que la parte superior del cepellón quede al nivel del suelo.
- Rellena el hoyo con la tierra extraída y aprieta ligeramente.
- Riega abundantemente para facilitar el establecimiento. No dudes en formar un cuenco de riego para facilitar la infiltración del agua al pie del arbusto.
- También puedes aplicar una capa de mantillo orgánico alrededor de la base del arbusto. Esto ayudará a mantener el suelo fresco por más tiempo y a limitar el crecimiento de malas hierbas.
Durante las primeras semanas, riega regularmente para mantener el suelo húmedo, pero no encharcado. Supervisa regularmente los plantones jóvenes para detectar cualquier signo de estrés hídrico, enfermedades o parásitos. Un buen seguimiento permite reaccionar rápidamente en caso de problema y garantizar un crecimiento saludable.
En macetas
- Utiliza una maceta de al menos 40 cm de diámetro con agujeros de drenaje.
- Llena la maceta con una mezcla de tierra de jardín, sustrato y arena.
- Coloca el cepellón en la maceta, luego rellena con sustrato y aprieta ligeramente. Asegúrate de que la parte superior del cepellón quede al nivel del sustrato para evitar la acumulación de agua alrededor de la corona.
- Riega abundantemente.
- Coloca la maceta en un lugar soleado o ligeramente sombreado. En caso de fuertes calores, muévela a la sombra para proteger el arbusto.
Mantenimiento
El Abeliophyllum es un **arbusto** acomodadizo, **resistente** y poco sensible a enfermedades y **parásitos**. Por lo tanto, requiere poco mantenimiento una vez plantado en el jardín.
Sin embargo, te recomendamos podarlo cada año, alrededor del mes de abril, justo después de que haya terminado de florecer. Esto fomentará una floración generosa y un **crecimiento vigoroso**. La **poda** se realiza en primavera en lugar de en otoño para no comprometer la floración del año siguiente, ya que el **arbusto** florece en las **ramas del año precedente**.
Durante los primeros años, basta con una poda muy ligera, eliminando principalmente las **ramas** muertas, enfermas o dañadas, y aclarando un poco el interior del **arbusto** para permitir una mejor circulación del aire y penetración de la **luz**. En los años siguientes, puedes podarlo con más severidad, acortando sus **ramas** a un tercio o la mitad de su altura. Esto rejuvenecerá el **arbusto** y fomentará la formación de nuevas **ramas floríferas**, manteniendo una forma compacta y equilibrada.
El Abeliophyllum aprecia un **suelo ligero** ligeramente húmedo, especialmente durante los primeros años después de la **plantación** y en períodos de **sequía**. Riega regularmente durante los dos primeros años para ayudar a establecer un **sistema radicular** sólido. Asegúrate de que el suelo permanezca húmedo, pero no encharcado. Una vez bien enraizado, el **arbusto** tolera mejor la **sequía**, pero un riego ocasional durante períodos de **alto calor** o **sequía** prolongada será beneficioso. También te recomendamos colocar una capa de mantillo orgánico alrededor de su base para mantener el **suelo fresco** por más tiempo y limitar el crecimiento de malas hierbas.
En primavera, aplica un **abono orgánico** equilibrado o **compost bien descompuesto** alrededor del **arbusto** para proporcionar los nutrientes necesarios para su **crecimiento**.
¿Cómo multiplicar el Abeliophyllum?
El Abeliophyllum se multiplica mediante esquejes o acodo. Las semillas tienen una tasa de germinación bastante baja, por lo que te desaconsejamos la siembra.
Esquejes
El proceso de hacer esquejes se realiza a finales del verano, alrededor del mes de agosto, cuando los nuevos retoños del año están parcialmente lignificados (semi-leñosos).
- Elige retoños sanos del año en curso. Toma esquejes de 10 a 15 cm de largo haciendo un corte limpio bajo un nudo.
- Elimina las hojas situadas en la parte inferior de los esquejes para dejar solo unas pocas en la parte superior.
- Sumerge la base de los esquejes en hormona de enraizamiento para estimular el desarrollo de raíces (opcional).
- Prepara macetas llenándolas con una mezcla de tierra y arena, y riega para humedecer el sustrato.
- Planta los esquejes en el sustrato y compacta suavemente alrededor.
- Coloca las macetas en un mini invernadero o cúbrelas con una bolsa de plástico transparente para mantener una alta humedad. Asegúrate de que la bolsa no toque las hojas para evitar la condensación directa.
- Ubica los esquejes en un lugar luminoso, pero sin sol directo. Mantén el sustrato húmedo, pero no encharcado.
- Cuando los esquejes tengan suficientes raíces (generalmente después de 2 a 3 meses), puedes trasplantarlos a macetas más grandes. Espera hasta la primavera o el otoño siguiente para plantarlos en terreno abierto.
Acodo
El acodo del Abeliophyllum también se realiza a finales del verano. Esta técnica consiste en enterrar una rama baja del arbusto para que desarrolle raíces antes de separarla de la planta madre.
- Elige una rama baja y flexible.
- Haz un pequeño corte en la rama en el lugar donde estará en contacto con el suelo para fomentar el enraizamiento.
- Entierra esta parte de la rama en el suelo, dejando libre el extremo. Sujétala con una piedra o un gancho.
- Mantén el suelo húmedo y espera varios meses para que se desarrollen raíces.
- Una vez que se hayan formado raíces sólidas, corta la rama de la planta madre y trasplántala a su ubicación definitiva.
¿Cómo combinarlo?
En el jardín, puedes integrar el Abeliophyllum en un seto libre junto con otros arbustos que florecen a finales del invierno y principios de primavera, como los forsitias, membrilleros del Japón, groselleros ornamentales, avellanos mágicos, el Edgeworthia chrysantha… Piensa en las delicadas flores rosadas del viburno de invierno, Viburnum farreri, y disfruta de la elegante floración de las camelias. También puedes plantar a su lado cornejos de madera colorida, magnolias estrelladas y guindas. Para crear un marco verde durante todo el año, integra algunos arbustos de follaje perenne, como el acebo y el sarcococca.
No dudes en plantar al pie del Abeliophyllum pequeños bulbos primaverales, como los crocus, tulipanes botánicos, ipheions y nivéolas (Leucojum vernum), así como viváceas de floración precoz, como los helleboros, Eranthis hyemalis, Anemone nemorosa y ciclamenes coum. Piensa en los brezos de invierno (Erica darleyensis) que alegran el jardín en invierno con sus innumerables campanillas blancas o rosadas. Destaca estas flores rodeándolas con los follajes decorativos de los carex y coralitos.

Abeliophyllum distichum, Edgeworthia chrysantha, Hamamelis intermedia, Helleborus orientalis y Leucojum vernum
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