¿Qué comen realmente las plantas carnívoras?

¿Qué comen realmente las plantas carnívoras?

Trampas, presas y digestión: la vida carnívora lado plantas

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Modificado el martes, 3 de junio de 2025  por Leïla 6 min.

Cuando pensamos en una planta, a menudo imaginamos algo pacífico, inmóvil, que se conforma con sol, agua y un poco de tierra. Pero algunas plantas rompen totalmente con esta imagen… ¡Son las plantas carnívoras! Con sus trampas extrañas y a veces espectaculares, intrigan tanto como fascinan. Pero en el fondo, ¿qué comen realmente? ¿Se alimentan únicamente de insectos? ¿Podemos realmente hablar de «carnivorismo» en una planta? Y sobre todo, ¿podemos (o debemos) alimentarlas?

Descubre en este artículo su régimen alimenticio tan particular, despeja lo cierto de lo falso y por qué estas plantas son mucho más que simples curiosidades botánicas.

Dificultad

La dieta de las plantas carnívoras: mito y realidad

Cuando escuchamos «planta carnívora», rápidamente imaginamos una especie de monstruo vegetal que devora todo lo que está a su alcance… ¡Gracias al cine y los dibujos animados! En realidad, las plantas carnívoras no se alimentan como nosotros o los animales. Siempre realizan la fotosíntesis, como todas las demás plantas. Sus presas principalmente les sirven para complementar su alimentación, especialmente cuando viven en suelos muy pobres, a menudo ácidos y carentes de nitrógeno.

Por lo tanto, no se trata de hambre, sino más bien de supervivencia en medios hostiles. Al atrapar pequeñas presas, obtienen nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y a veces un poco de potasio, elementos indispensables para crecer, florecer y producir semillas.

En resumen, no comen «por placer» o para sobrevivir día a día… sino más bien para suplir lo que el suelo no les aporta. Es como si tomaran un complemento alimenticio natural… ¡muy vivo!

Las presas favoritas de las plantas carnívoras: ¿quién cae en la trampa?

Las plantas carnívoras no son difíciles… pero tienen un menú bien definido, a menudo dictado por el tamaño y el tipo de trampa que utilizan. En general, se centran en pequeñas presas fáciles de atrapar y digerir.

Las presas más comunes de las plantas carnívoras:

  • Insectos voladores: moscas, mosquitos, mosquitas… son los blancos preferidos de las Dionaea y las Sarracenia.

  • Insectos rastreros: hormigas, coleópteros, chinches… a menudo atrapados por los Drosera gracias a sus hojas pegajosas.

  • Arañas y otros pequeños artrópodos: muchas trampas son lo suficientemente versátiles para capturarlos también.

Y a veces, presas más grandes…

Algunas Nepenthes grandes (plantas con jarras tropicales) han sido observadas capturando ranas, lagartijas o incluso pequeños roedores! Pero es muy raro, y no representa su principal fuente de alimentación. Estos casos ocurren principalmente en entornos tropicales muy húmedos donde estas presas caen accidentalmente en la jarra.

Así que no, la Dionaea no intentará comerse a tu gatito o tu dedo. Las plantas carnívoras están mucho más adaptadas a pequeñas presas… y nunca cazan activamente.

mosca trampa planta carnivora

Las moscas forman parte de la dieta de las plantas carnívoras

¿Cómo digieren las plantas carnívoras a sus presas?

Una vez capturada la presa, la planta no se detiene ahí: hay que digerirla para extraer los nutrientes. Y aquí, ¡cada especie tiene su propia técnica, a menudo tan sorprendente como la trampa misma!

Las enzimas digestivas: el método casero

Plantas como la Dionaea (Dionaea muscipula) o los Drosera secretan sus propias enzimas para «descomponer» la presa en trozos asimilables. Algo así como un estómago vegetal, excepto que todo ocurre en la superficie de la hoja o dentro de la trampa.

Las bacterias aliadas: el método colaborativo

Otras plantas, como los Nepenthes o las Sarracenia, también confían en microorganismos presentes en sus trampas (a menudo llenas de líquido) para ayudar a descomponer a sus víctimas. Es una especie de digestión delegada, un poco más lenta, pero efectiva.

Lo increíble es que estas plantas han desarrollado estrategias de caza sin nervios ni músculos. Todo se juega con la presión, la capilaridad y pequeños movimientos celulares. ¡Alta tecnología… 100% natural!

Los tipos de trampas: estrategias letales

Las plantas carnívoras han inventado trampas tan variadas como ingeniosas, cada una adaptada a un entorno o a una presa específica. Observar una planta carnívora cazar es como ver un documental en directo.

  • Las trampas de mandíbula

La Dionaea (o «atrapamoscas») es el ejemplo más emblemático. Sus dos lóbulos se cierran rápidamente cuando un insecto toca al menos dos pelos sensibles en menos de 30 segundos. Es un sistema de seguridad para evitar falsos positivos (como una gota de agua o una hoja). Una vez cerrada, la planta secreta enzimas digestivas durante varios días.

  • Las trampas pegajosas

Los Drosera están cubiertos de pequeños pelos viscosos que brillan como rocío. En cuanto un insecto se pega, los tentáculos comienzan a enrollarse lentamente para envolverlo. Es una trampa lenta, pero efectiva, como un abrazo vegetal pegajoso.

  • Las trampas de urna

Los Nepenthes y Sarracenia producen hojas en forma de tubo resbaladizo. El insecto es atraído por el néctar en la parte superior, pierde el equilibrio y cae en un líquido lleno de enzimas donde se ahoga lentamente. ¡Algunas urnas incluso tienen una tapa para evitar la dilución por la lluvia!

  • Las trampas de succión

Las Utricularia, acuáticas, utilizan trampas submarinas que aspiran a las micro-presa en menos de un milisegundo. ¡Es la trampa más rápida del reino vegetal!

  • Las trampas de nasa

Más raras, las Genlisea atraen microorganismos hacia una espiral subterránea. Imposible dar media vuelta: las presas se pierden en un túnel que solo va en una dirección.

urna de planta carnívora

Las trampas de urna de algunas plantas carnívoras

Lo que las plantas carnívoras no comen (y lo que nunca debes darles)

Cuando descubres una planta carnívora, es tentador querer alimentarla tú mismo… pero cuidado, ¡no comen cualquier cosa! Y una «buena intención» a veces puede hacerles más daño que bien.

Lo que nunca debes dar a las plantas carnívoras:

  • Trozos de carne, jamón, pescado, queso… en fin, nada de lo que sale de la nevera. Son alimentos demasiado ricos para ellas, que pueden pudrirse en la trampa y matarlas.

  • Comida para mascotas, croquetas, etc.: mismo problema, demasiado pesados e inadecuados.

  • Insectos muertos demasiado secos: si quieres alimentarlas manualmente (algo innecesario en exterior), la presa debe estar mínimamente fresca para activar la digestión.

Y sobre todo: ¡nada de sobrealimentación!

Las plantas carnívoras no necesitan ser alimentadas regularmente. Demasiadas presas pueden fatigar la planta, incluso pudrirla, especialmente en interior donde la humedad es menor. ¿Lo ideal? Dejar que cacen solas, como en la naturaleza.

Un recordatorio útil: una trampa (como la de una Dionaea) solo se cierra un número limitado de veces. Cada cierre le cuesta energía a la planta. Así que evita activarlas solo para «ver cómo funcionan», es un verdadero apoyo para su salud.

Las necesidades nutricionales reales de las plantas carnívoras

Podría pensarse que las plantas carnívoras necesitan muchas presas para sobrevivir, pero en realidad, tienen necesidades bastante modestas. Lo que les falta en el suelo son principalmente ciertos nutrientes esenciales, en particular:

El nitrógeno, el rey del crecimiento

Es el elemento principal que buscan en sus presas. El nitrógeno es indispensable para fabricar proteínas, clorofila y enzimas. Los suelos donde crecen las plantas carnívoras suelen ser pobres en nitrógeno, de ahí su necesidad de atrapar insectos para compensar.

Fósforo, potasio y compañía

Estos nutrientes ayudan a la floración, a la formación de raíces y al buen funcionamiento general de la planta. Las presas les proporcionan un pequeño cóctel bienvenido, aunque siguen produciendo su energía mediante la fotosíntesis como todas las demás plantas.

Agua, luz y aire puro: la verdadera base de su salud

El verdadero secreto para una planta carnívora en plena forma, no es «atiborrarla», sino más bien ofrecerle un entorno adecuado:

  • Mucha luz natural (o lámpara hortícola en interior)

  • Agua de lluvia, osmotizada o desmineralizada, nunca del grifo (demasiados minerales)

  • Aire húmedo y puro, especialmente para las Nepenthes y Drosera tropicales

En resumen, una planta carnívora bien establecida casi nunca necesitará un extra en su menú.

drosera planta carnívora

Deja que las plantas carnívoras se las arreglen con su dieta, pero proporciónales buenas condiciones de cultivo

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Dionaea muscipula