Plantas melíferas y plantas nectaríferas: ¿cuáles son las diferencias?

Plantas melíferas y plantas nectaríferas: ¿cuáles son las diferencias?

¡Dos términos que no hay que confundir!

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Modificado el martes, 3 de junio de 2025  por Pascale 4 min.

Imagina una abeja en pleno vuelo, revoloteando entre las flores bajo un suave sol primaveral. ¿Su objetivo? Encontrar alimento para su colonia y producir ese néctar dorado que tanto nos gusta: la miel. Pero no todas las flores son iguales a los ojos de las abejas y otros insectos libadores. Algunas plantas ofrecen un precioso líquido azucarado, mientras que otras se limitan a atraer a estas incansables trabajadoras sin garantizarles una recompensa dulce. Aquí es donde entran en juego dos términos: nectarífero y melífero.

Estos dos adjetivos, a menudo confundidos, desempeñan roles muy distintos en el universo vegetal y apícola. Una planta nectarífera produce néctar, mientras que una planta melífera contribuye a la producción de miel… pero no necesariamente solo por su néctar. Entonces, ¿qué diferencias precisas podemos establecer entre estos dos conceptos? ¿Por qué son tan importantes para los polinizadores y los apicultores?

Dificultad

Las plantas nectaríferas: una fuente valiosa para los insectos polinizadores

Lógicamente, el término nectarífero designa una planta que produce néctar. Este líquido azucarado, secretado por glándulas llamadas nectarios, es una verdadera fuente de energía para muchos polinizadores, como las abejas domésticas y las abejas solitarias, los abejorros, las mariposas… y, en otras latitudes diferentes a las nuestras, los colibríes.

El néctar es en cierto modo una recompensa ofrecida por la flor a cambio del transporte del polen. La presencia de néctar favorece la reproducción de las plantas, ya que permite la polinización cruzada, asegurando así diversidad genética y propagación de las especies.

Sin embargo, no todas las plantas nectaríferas son igualmente atractivas para los polinizadores. Varios factores entran en juego:

  • La cantidad y calidad del néctar: Algunas plantas secretan un néctar muy abundante y rico en azúcares, mientras que otras producen poco o con una concentración menor. Entre las plantas más nectaríferas, podemos mencionar el tilo (Tilia), el arce común (Acer campestre), la falsa acacia (Robinia pseudoacacia), la madreselva (Lonicera), el cotoneaster, la común frambuesa (Rubus idaeus), la hiedra (Hedera)… pero también la equinácea, la agastache, la alhelí, la borraja, la valeriana (Centranthus), las salvias (Salvia), el hisopo (Hyssopus officinalis)
  • La estructura de la flor: Una flor con estructura compleja, doble o con corola profunda, puede limitar el acceso al néctar para ciertas especies de insectos. Por ejemplo, las abejas tienen más facilidad para libar flores abiertas, como en umbelas o capitula, mientras que las mariposas pueden alcanzar el néctar en el fondo de flores tubulares. Así, las rosas más sofisticadas, el lila, el dalia, el mimosa o los tulipanes no son muy atractivos para las abejas.
  • El color de la flor también jugaría un papel, ya que los insectos libadores prefieren flores amarillas y naranjas, azules y violetas.
  • Las condiciones climáticas y ambientales: La secreción de néctar depende de muchos parámetros como la temperatura, la humedad o incluso la hora del día. Una sequía prolongada puede reducir la producción de néctar, afectando así toda la cadena alimentaria de los polinizadores.

    plantas nectaríferas y plantas melíferas: las diferencias

    Algunas plantas con flores muy nectaríferas (falsa acacia, hiedra, común frambuesa, equinácea, valeriana e hisopo)

Así, una planta nectarífera es esencial para la alimentación de los polinizadores, pero esto no significa que favorezca directamente la producción de miel. Aquí es donde entra en juego el concepto de planta melífera.

Las plantas melíferas: las aliadas de los apicultores y los insectos libadores

Para entender qué es una planta melífera, hagamos un pequeño recorrido por la etimología. «Melífero» proviene del latín «mellifer«, formado por «mellis«, que significa «miel», y «ferre«, que quiere decir «llevar». Así, el término resulta mucho más claro. Esta palabra designa, por tanto, una planta que contribuye a la producción de miel. Por lo tanto, no es exactamente un sinónimo de «nectarífero». De hecho, una planta melífera proporciona néctar, pero también otras sustancias valiosas para la colmena: el polen, el mielato o la propóleos.

  • El néctar, base de la miel: Una planta melífera puede ser nectarífera si produce néctar en cantidad suficiente para ser recolectado por las abejas y transformado en miel. Por ejemplo, el castaño, el tilo y la lavanda son a la vez nectaríferas y melíferas.
  • El polen, esencial para la colmena: Las plantas melíferas también pueden ser ricas en polen, una fuente esencial de proteínas para las larvas de abejas. Algunas especies, como el avellano (Corylus) o el sauce (Salix), son muy apreciadas por las abejas en primavera por su aporte en polen.
  • El mielato, una alternativa al néctar: Algunas plantas, como el abeto rojo (Picea), el abeto (Abies), el pino (Pinus), el alerce (Larix), el roble (Quercus), el álamo (Populus), el arce… no producen néctar, pero sus hojas segregan este líquido viscoso y dulce producido por pulgones o cochinillas. Las abejas lo recolectan y lo convierten en miel, como el famoso miel de abeto.
  • La propóleos, un antibiótico natural: Algunas plantas como el álamo proporcionan una resina que las abejas transforman en propóleos, una sustancia con propiedades antimicrobianas utilizada para proteger la colmena contra infecciones. Pero la propóleos también puede fabricarse a partir de la resina de las coníferas o de grandes árboles como los fresnos (Fraxinus), los robles, los sauces, los abedules (Betula).

    melífero y nectarífero: ¿cómo diferenciarlos?

    Vegetales melíferos que producen néctar, polen, mielato y propóleos (Sauce, avellano, lavanda, alerce, castaño y abedul)

Así, una planta melífera no se limita a proporcionar néctar. Desempeña un papel clave en el ciclo de vida de las abejas y en la diversidad de las mieles que consumimos.

Melífero y nectarífero: una distinción importante para jardineros y apicultores

Entender la diferencia entre nectarífero y melífero es esencial para quienes desean favorecer la biodiversidad y apoyar a los polinizadores. La diferencia entre una planta nectarífera y una planta melífera radica en su respectivo papel: la primera ofrece néctar, una fuente de energía para los polinizadores, mientras que la segunda contribuye directamente a la producción de miel y al buen funcionamiento de las colmenas. Si todas las plantas melíferas son nectaríferas, ¡lo contrario no siempre es cierto! Este sutil equilibrio entre néctar, polen y mielada moldea la riqueza del mundo apícola y la diversidad de nuestros ecosistemas.

Para los jardineros

Plantar flores nectaríferas atrae una multitud de insectos polinizadores y favorece la polinización de los cultivos, aumentando así la producción de frutas y verduras como las cucurbitáceas (calabacines, calabazas, melones…).

melífero vs nectarífero

Una abeja que liba una flor de angélica

Elegir especies melíferas también permite ofrecer a las abejas una diversidad de recursos alimenticios, esenciales para su salud y supervivencia. Por eso es esencial priorizar flores escalonadas en el tiempo (desde la primavera hasta el otoño) para garantizar una fuente constante de alimento para los insectos.

Para los apicultores

Favorecer las plantas melíferas permite asegurar una buena producción de miel y otros recursos útiles para la colmena, fuentes de ingresos para un apicultor, y de bienestar para sus abejas. Por eso es importante que un apicultor conozca los períodos de floración de las plantas melíferas locales para anticipar las necesidades de las colonias y evitar períodos de escasez.

Así, el apicultor juega un papel esencial en la preservación de la biodiversidad vegetal alrededor de las colmenas. Es un desafío crucial frente al declive de las abejas.

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