Jardinería para principiantes: ¿cómo alimentar tus plantas de forma natural y fácil?

Jardinería para principiantes: ¿cómo alimentar tus plantas de forma natural y fácil?

Las mejores alternativas a los fertilizantes químicos

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Creado el domingo, 25 de mayo de 2025  por Gwenaëlle 7 min.

Nuestras plantas, ya sean cultivadas en terreno abierto o en macetas, a menudo necesitan un pequeño empujón para crecer bien. Fertilizantes naturales, enmiendas, purines, tenemos a nuestra disposición todo un arsenal para hacerlas prosperar sin recurrir a productos químicos!

¿Eres un jardinero principiante y no sabes muy bien cómo ni cuándo alimentar tus plantas? ¡Sigue nuestros consejos!

 

Dificultad

Las reglas básicas que debes conocer para alimentar bien tus plantas

Antes de aportar cualquier tipo de alimento para las plantas ornamentales o del huerto, resumamos algunas nociones básicas… para empezar por el principio:

  • Comprende el papel del suelo : un suelo vivo, rico en humus, es la primera fuente de alimentación de las plantas, mucho antes que cualquier abono o purín. Es del suelo del que hay que cuidar incluso antes de pensar en las plantaciones.
  • Observa tus plantas, porque un follaje pálido o amarillo, un retoño lento o una floración escasa son a menudo signo de falta de nutrientes. Jóvenes jardineros, estad atentos a los signos de carencias: una planta con carencias lo manifiesta con varios síntomas.

  • Adapta tus aportes a las necesidades: no todas las plantas tienen las mismas exigencias. Un huerto exigente (tomates, calabazas…) no se alimenta igual que un macizo de viváceas, un rosal, un xerojardín (que no lo necesita) o un jardín de macetas (¡para el que es importante)!

  • Alimenta en el momento adecuado: los aportes se hacen en primavera y otoño, es decir, en los periodos clave de crecimiento o regeneración. Aplica los abonos de liberación lenta preferiblemente en otoño y los abonos de acción rápida en primavera para estimular la reanudación de la vegetación. Distingue entre abonos y enmiendas: los primeros tienen una acción rápida, los segundos son un tratamiento de fondo. Favorece también aportes progresivos: es mejor alimentar regularmente en pequeñas cantidades que aportar todo de golpe. Así se evitan excesos, carencias y pérdidas por lixiviación del suelo.

  • Prioriza fuentes naturales: compost, acolchado, abonos orgánicos o decocciones de plantas que alimentan eficazmente sin desequilibrar el suelo ni contaminar. Lo detallamos a continuación.

→ Lee también El papel del humus en la fertilidad del suelo y ¿Abono o enmienda: qué diferencias? Te hablo con más detalle sobre la mejora del suelo en ¿Cómo enriquecer el suelo naturalmente gracias a las enmiendas orgánicas?

abono o no para plantas

La tierra: el pilar vital, donde todo ocurre para la salud de las plantas

Las necesidades nutricionales de las plantas

Las plantas no viven solo de amor y agua fresca… Si el agua y la luz son dos elementos indispensables para su supervivencia, lo que extraen del suelo contribuye igualmente a su plenitud, pues allí encuentran el alimento necesario para su desarrollo. Algo parecido a nosotros, los humanos, que obtenemos la energía necesaria a través de nuestra alimentación diaria. Y a veces, este alimento escasea o se agota.

En las plantas, existen tres macronutrientes esenciales: el nitrógeno, el fósforo y el potasio, además de los micronutrientes.

  • El nitrógeno (N): es esencial para el crecimiento de las hojas y los tallos. Favorece el desarrollo de un follaje verde y exuberante. Se encuentra en el compost, el estiércol bien descompuesto, los abonos verdes como la alfalfa o el trébol y ciertas plantas (ver más abajo). Un déficit de nitrógeno suele resultar en plantas con hojas pálidas y débiles.
  • El fósforo (P), que es crucial para el desarrollo radicular y la floración. Ayuda a las plantas a establecerse bien y a producir flores y frutos. Las fuentes naturales donde se encuentra en mayor cantidad incluyen huesos triturados, compost y ciertos tipos de rocas fosfatadas. Un déficit reduce la producción de flores y aumenta la sensibilidad a la sequía.
  • El potasio (K), que fortalece la resistencia de las plantas a enfermedades y mejora la producción de flores y la calidad de los frutos. Está presente en la madera rameal fragmentada (MRF), cenizas de madera, cáscaras de plátano secas y, naturalmente, en algunas plantas (ver más abajo).

Los micronutrientes, aunque necesarios en menores cantidades, son igualmente cruciales. Incluyen elementos como el calcio, el magnesio, el hierro y el azufre, que pueden aportarse mediante enmiendas como cáscaras de huevo trituradas y dolomita. Una carencia de hierro se manifiesta con un amarilleamiento de las hojas.

Lee también nuestro artículo: NPK: definición y usos.

Necesidades NPK de las plantas

Los nutrientes presentes de forma natural en el suelo a veces escasean: hay que corregirlo

Los fertilizantes naturales al alcance de la mano: compost, cáscaras de huevo, posos de cafeto y purines

Cuando hablamos de abono natural, en lenguaje de jardinería nos referimos a abonos orgánicos. Provienen de la descomposición de materia orgánica como el compost que preparamos en casa, hasta abonos específicos como el cuerno triturado que compramos en tiendas. Algunos abonos enriquecen directamente el suelo como la consuelda, otros son beneficiosos y asimilables rápidamente para las plantas.

Aquí tienes los más fáciles de conseguir o fabricar en casa:

Compost: el oro negro

El compost es sin duda el abono natural más conocido y eficaz. El compost mejora la estructura del suelo y proporciona una amplia gama de nutrientes esenciales, incluyendo nitrógeno, fósforo, potasio, así como micronutrientes como calcio y magnesio, que se liberan gradualmente para alimentar las plantas a largo plazo. Es una excelente manera de reciclar los desechos de cocina y jardín en una enmienda rica para el suelo. Además, ahora es obligatorio, incluso en la ciudad.

Para hacer compost, alterna capas de materiales verdes-nitrogenados (desechos de cocina, césped cortado) y marrones-carbonosos (hojas secas, ramas trituradas). Remueve regularmente la pila para airear y acelerar la descomposición. En unos meses, obtendrás un compost rico y listo para usar. Más información en Jardinería para principiantes: cómo hacer compost en 5 pasos fáciles.

Posos de café: un impulso para tus plantas

Los posos de café son un abono natural a menudo subestimado, incluso ridiculizado. Sin embargo, son una buena fuente de nitrógeno y minerales, que tenemos fácilmente en casa si los consumimos a granel. Espárcelos alrededor de las plantas, incorpóralos a la tierra al plantar o añádelos directamente al compost. Son especialmente beneficiosos para plantas acidófilas como rododendros, camelias y arándanos. Más información en: los posos de café, un tesoro para las plantas del jardín: ¿verdad o mentira?

Cáscaras de huevo: ¡no las tires!

Trituradas, las cáscaras de huevo aportan calcio de asimilación lenta, esencial para la fortaleza de las plantas, ayudándolas a resistir inclemencias y ataques de algunos patógenos. También es fácil guardarlas para el jardín: tritura finamente las cáscaras antes de esparcirlas al pie de las plantas o incorporarlas al compost.

Piel de plátano: rica en potasio

Las pieles de plátano son una fuente natural de potasio, nutriente esencial para la floración y fructificación de las plantas. Para usarlas como abono, córtalas en trozos pequeños y entiérralos cerca de las raíces. También puedes secarlas, triturarlas y mezclarlas con la tierra.

abono natural para el jardín ecológico

4 soluciones naturales para alimentar tus plantas!

Gallinaza: un abono potente

La gallinaza es un abono natural muy rico en nitrógeno, fósforo y potasio, muy útil si tienes gallinero. Sin embargo, debe usarse con precaución, ya que puede quemar las raíces si se aplica directamente. Para evitarlo, mézclala con compost o déjala compostar varios meses antes de usar. Obtendrás así un abono equilibrado y potente.

La ceniza también beneficia a tus plantas al aportar fósforo, potasio y oligoelementos. Atención al dosaje (ver consejos en ¿Qué hacer con la ceniza de madera en el jardín?

Purín de ortiga: un concentrado de crecimiento

Rico en nitrógeno, el purín de ortiga es un excelente estimulante para plantas de follaje verde. Es un abono líquido fácil de preparar si tienes ortigas en tu jardín. Macera 1 kg de ortigas frescas en 10 litros de agua durante 1-2 semanas. Filtra y diluye al 10% antes de regar. Este purín estimula el crecimiento de plantones, enriquece el suelo y fortalece las plantas contra enfermedades. Nuestro tutorial lo explica con imágenes: ¿Cómo hacer purín de ortiga?.

Otros purines

Si el purín de ortiga es el más conocido y accesible, existen otros igualmente naturales y eficaces.

Más allá de su acción repelente, insecticida y antifúngica, aquí tienes los que recomendamos especialmente por su acción estimulante y fertilizante, si tienes la materia prima en el jardín:

  • Purín de consuelda: ¡la estrella de los purines! Enriquece el suelo mientras estimula el crecimiento. Rico en potasio, calcio, boro, fósforo y alantoína, es excelente para floración y fructificación de hortalizas-fruto (berenjenas, tomates…) y plantas florales.
  • Purín de helecho: rico en minerales, nitrógeno, fósforo, potasio, sílice y calcio, es completo y beneficioso para crecimiento y enraizamiento.
  • Purín de cola de caballo: rico en sílice, fortalece defensas naturales y beneficia crecimiento de plantas florales y frutales. Rico en fósforo, estimula raíces.
  • Purín de col: rico en nitrógeno y oligoelementos, fertiliza todas las plantas, mejorando su crecimiento y el suelo.
  • Purín de tomate: fortalece defensas naturales, ideal para tomates, berenjenas, coles y calabazas.
  • Purín de tanaceto: insectífugo, protege contra pulgones e insectos, ideal para hortalizas y aromáticas.
  • *Purín de diente de león: estimula crecimiento y fortalece plantones y hortalizas. Beneficia floración y producción de frutos en tomates.
  • Purín de hoja de saúco: rico en nitrógeno, estimula follaje, ideal para hortalizas de hoja.
  • Purín de piel de plátano: rico en potasio, favorece floración y fructificación en rosales, plantas florales y hortalizas (tomates, pimientos…). Útil también en carencia de potasio (amarilleamiento o pardeamiento y enrollamiento de bordes de hojas). Suele ser más fácil usar pieles frescas -ver arriba.

Encuentra todas nuestras recetas de purines y decocciones en nuestra sección dedicada Purines, decocciones y maceraciones! Y nuestros artículos: Purines en el jardín: ¿cuándo usarlos? ¿Cómo dosificarlos y aplicarlos?; Plantas estimulantes para usar en purín y decocción y potenciar tus cultivos

fertilizar naturalmente tus plantas

Los purines de consuelda, ortiga, col y helecho son los más nutritivos para las plantas

Técnicas de jardinería para un suelo rico

Más allá del aporte de nutrientes mediante enmiendas o abonos, y la técnica de los abonos verdes para incorporar al suelo, quedan tres acciones fundamentales que no debemos olvidar, ya que potencian el efecto revitalizador en las plantas.

1- El acolchado que consiste en cobrar el suelo con materiales orgánicos como paja (¡sin tratar!), hojas secas del jardín o compost. No solo protege el suelo reteniendo la humedad y evitando la costra superficial, además de reducir el crecimiento de malas hierbas, sino que al descomponerse, el mantillo enriquece el suelo con nutrientes.

2- La rotación de cultivos: alternar los cultivos de un año a otro evita el agotamiento del suelo y reduce el riesgo de enfermedades. Por ejemplo, después de un cultivo exigente como los tomates, planta leguminosas que fijan el nitrógeno en el suelo.

3- Asociación de plantas: algunas plantas se complementan y mejoran mutuamente su crecimiento. Por ejemplo, las zanahorias y las cebollas alejan mutuamente sus parásitos, mientras que los frijoles enriquecen el suelo con nitrógeno, beneficiando a las plantas vecinas. Para más información, consulta los consejos de Pascale en Plantas compañeras en el huerto.

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