
¿Cómo enriquecer el suelo de forma natural gracias a las enmiendas orgánicas?
¿Qué enmiendas elegir y preferir para tu jardín o huerto?
Contenido
Cuando buscamos mejorar nuestras cosechas o el desarrollo de nuestras plantas, a menudo pensamos en fertilizantes, pero las enmiendas nos brindan soluciones previas a la fertilización. Las enmiendas utilizadas en el jardín pueden ser minerales u orgánicas, y en este tema nos centramos en estas últimas. Desde las más conocidas como el compost o el Bochevo hasta el guano de murciélago, ¿cuáles son todas las enmiendas orgánicas a nuestra disposición? ¿Cuáles debemos utilizar?
Respondemos a estas preguntas analizando las ventajas y desventajas de las diferentes enmiendas.
¿Qué es una enmienda?
Una enmienda es una materia de origen vegetal, animal o mineral que se añade al suelo para mejorar sus propiedades físicas, químicas y biológicas.
A diferencia de los fertilizantes, que proporcionan nutrientes directamente a las plantas, las enmiendas orgánicas enriquecen el suelo a largo plazo para dinamizar su productividad. Juegan un papel crucial en la salud general del suelo mejorando su estructura, su capacidad de retención de agua y favoreciendo su aireación y, en consecuencia, la actividad microbiano.
Las enmiendas orgánicas se derivan de materias vivas o que han vivido, como estiércoles, compost o ciertos residuos vegetales. Aportan materia orgánica al suelo, contribuyendo a la formación de humus, esencial para la fertilidad y estabilidad del suelo. Al integrar estos materiales, los suelos se vuelven más vivos, mejor aireados y capaces de retener más agua y nutrientes, además de resistir mejor la erosión.
Su impacto ambiental tampoco es despreciable: reducen los desechos orgánicos, contribuyen a disminuir la erosión de los suelos y la captura de carbono, y son utilizables en agricultura ecológica.
Todos los suelos necesitan enmiendas, especialmente los muy plantados o el huerto, que absorben gran cantidad de nutrientes y se empobrecen más rápidamente. Una sola aplicación de abono nunca será suficiente si el suelo no es capaz de absorber estos elementos: ahí es donde la enmienda juega un papel tan importante en nuestros jardines…
→ Lee también El papel del humus en la fertilidad del suelo y ¿Fertilizante o enmienda: qué diferencias hay?

El montón de estiércol: una bendición para nuestros jardines y huertos
Los diferentes tipos de enmiendas orgánicas
La mayoría de las enmiendas orgánicas se encuentran fácilmente o se pueden elaborar en casa, una ventaja considerable en comparación con algunos fertilizantes comerciales. Aquí tienes las enmiendas más efectivas para nuestros jardines, utilizables en permacultura.
Los estiércoles
Los estiércoles son ricos en nutrientes y mejoran la estructura del suelo. Generalmente se incorporan a la tierra en otoño para permitir una descomposición óptima antes de las siembras de primavera. Los estiércoles bien compostados aportan un valor añadido significativo en términos de fertilidad del suelo. Los más comunes son el estiércol de caballo, vaca, ovino o aves de corral. Pascale te explica en detalle los diferentes tipos de estiércoles en su artículo.
Sus ventajas: son ricos en nitrógeno, potasio y potasa; son muy apreciados para su uso en el huerto y para mejorar suelos pesados; se utilizan cada dos o tres años después de una primera aplicación.
Sus inconvenientes: un estiércol mal descompuesto puede quemar las raíces de las plantas… Su olor puede molestar, especialmente a los vecinos cuando no se vive en el campo; no es fácil de conseguir para los urbanitas.
N.B.: existen versiones secas que son prácticas para urbanitas o para pequeños jardines. Estos estiércoles deshidratados se presentan en forma de gránulos que Olivier te muestra en este vídeo.
El compost
¡Es el oro negro del jardinero!
Procedente del compostaje de residuos orgánicos como restos de comida, cortes de césped, hojas secas y pequeñas ramas, es rico en humus y ligeramente húmedo. Esta materia orgánica descompuesta por la actividad microbiana será muy útil para mejorar suelos arcillosos: los microorganismos hacen su trabajo, el humus se genera poco a poco. Muchas estructuras de suelo mejoran considerablemente solo con la adición de compost.
El compost es muy útil como material para mezclar con la mayoría de las enmiendas orgánicas mencionadas aquí.
♥ Su ventaja: no cuesta nada, solo los viajes al compostador y un poco de tiempo para voltearlo regularmente; reduce nuestros residuos orgánicos y enriquece el suelo en materia orgánica de forma duradera.
⇓ Su inconveniente: también debe estar bien descompuesto y requiere cierto dominio del proceso de compostaje para prepararlo correctamente y obtener un buen compost.
N.B.: el lombricompost (o vermicompost) es un tipo de compost producido más rápidamente, basado en la acción de las lombrices que descomponen los residuos orgánicos para crear una enmienda rica en nutrientes. Suele practicarse en interiores, en contenedores especialmente diseñados, permitiendo un control preciso de la temperatura y humedad. Requiere una gestión cuidadosa para mantener condiciones óptimas para las lombrices y por ello es un poco más complejo de implementar.
La paja y el heno
La paja picada se utiliza principalmente como mantillo para proteger el suelo y retener la humedad en el huerto. Más fibrosa, se descompone lentamente, enriqueciendo el suelo en materia orgánica y favoreciendo la actividad microbiana. Pero consume mucho nitrógeno. El heno se descompone más rápido y por ello es más interesante en este aspecto. Lo ideal es mezclar tres o cuatro semanas antes de su uso la paja o el heno con tierra y/o compost, lo que permite una mejor descomposición.
♥ Su ventaja: la paja favorece la actividad microbiana; el heno favorece la retención de agua y es rico en nutrientes.
⇓ Su inconveniente: su descomposición es más o menos lenta; la paja puede acidificar algunos suelos.
Las hojas secas y la tierra de hoja
Las hojas secas se descomponen más o menos rápido para formar humus, mejorando así la estructura del suelo y su capacidad de retención de agua. Pueden usarse como mantillo o incorporarse directamente al suelo cuando están descompuestas. La tierra de hoja, resultado de la descomposición de hojas secas, es una excelente fuente de materia orgánica.
♥ Su ventaja: es una enmienda gratuita y un recurso renovable, tan fácil de conseguir cuando se han plantado suficientes vegetales caducos.
⇓ Su inconveniente: algunas hojas coriáceas no se descomponen bien (roble, zarzamora) y deberán triturarse, o evitarse como las hojas de nogal común; mal descompuestas, pueden contener ciertos patógenos.
→ Lee también: ¿Cómo hacer una buena tierra de hoja?
El BRF, las virutas de madera
El BRF (madera de ramas trituradas) es especialmente eficaz para mejorar la estructura del suelo y estimular la actividad microbiana. Proviene de ramas frescas trituradas (de arbustos y árboles). Se descompone lentamente, liberando nutrientes progresivamente y mejorando la retención de agua y la circulación del aire en el suelo. Lo ideal es dejar madurar las virutas de madera al menos 1 o 2 años antes de incorporarlas al suelo, evitando así el fenómeno de hambre de nitrógeno.
♥ Su ventaja: fácil de hacer en casa con una trituradora; mejora eficazmente la estructura y aireación de suelos arcillosos; aporta mucha frescura durante episodios de sequía.
⇓ Sus inconvenientes: su descomposición es bastante lenta; usado fresco, consume gran cantidad de nitrógeno del suelo, lo que puede privar temporalmente a las plantas de este nutriente esencial → Lee también La hambruna de nitrógeno: ¿qué es? ¿Cómo remediarla?
Los extractos de algas
Utilizados como abono de fondo, son ricos en materias orgánicas, nutrientes y minerales y enriquecen los suelos en microorganismos beneficiosos. Se encuentran a la venta en forma de algas puras en polvo o gránulos de algas, que corrigen carencias de calcio, o en mezclas enriquecedoras de estiércoles orgánicos. Las algas suelen ser de goémon negro (Ascophyllum Nodosum). Se entierran en el suelo como otras enmiendas. En zonas costeras, se pueden añadir algas al compost o usarlas como acolchado, lavándolas mínimamente y recolectándolas con moderación.
♥ Sus ventajas: las algas tienen una acción de fondo en los suelos; son bioestimulantes muy concentrados en oligoelementos, favoreciendo el crecimiento de las plantas, y solo requieren aplicación cada dos o tres años.
⇓ Sus inconvenientes: son bastante caras; pueden contener metales pesados si no son ecológicas.
Los guanos
Son los excrementos de ciertos mamíferos: en el comercio se encuentra más fácilmente guano de murciélago y guanos de aves marinas. A veces etiquetados como fertilizantes por su efecto nutritivo, estas enmiendas son ricas en nutrientes, especialmente fósforo y nitrógeno, beneficiosos para estimular rápidamente el crecimiento de las plantas, pero también mejoran la estructura del suelo estimulando la actividad microbiana.
Utilizados como abono de fondo, son ricos en nutrientes y minerales y enriquecen los suelos en microorganismos beneficiosos.
♥ Su ventaja: el guano de murciélago es una rica fuente de nitrógeno, adecuado para hortalizas o plantas de hoja; el guano de aves marinas es más indicado para plantas de flor o frutales por su alto contenido en fósforo. Son asimilables lentamente por el suelo.
⇓ Su inconveniente: una sobredosis puede ser más perjudicial que beneficiosa y quemar las raíces; su coste más elevado que otras enmiendas; su olor… pero ¿es realmente importante?

Guano de murciélago
Los abonos verdes
Por último, mencionemos los abonos verdes, que son plantas que se siembran en una parcela para modificar su estructura y fertilidad. Tras su completo desarrollo, estas plantas se siegan y se entierran en la tierra para aportar nutrientes específicos. Se usan principalmente en el huerto.
Entre los muchos abonos verdes útiles, encontramos numerosas plantas de la familia de las leguminosas que fijan nitrógeno en el suelo: veza, mostaza india, facelia, alfalfa, etc.
¿Cuándo y cómo utilizarlo?
El uso de enmiendas orgánicas depende de varios factores, especialmente del tipo de suelo y de las necesidades específicas de ciertas plantas. El momento de aplicación es particularmente importante. Aquí tienes algunos consejos prácticos para una acción óptima:
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Época de aplicación: los estiércoles y la mayoría de las enmiendas generalmente se esparcen sobre el suelo en otoño (imprescindible para los estiércoles frescos), para que se degraden, composten y nutran lentamente los suelos, mientras que el compost se esparce preferiblemente en una buena capa a finales del invierno. Las hojas secas y la paja pueden aplicarse en diferentes épocas según las necesidades del suelo. Los estiércoles descompuestos durante al menos 5 meses se esparcirán a finales del invierno.
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Métodos de aplicación: o bien se incorpora directamente la enmienda enterrándola en el suelo con una garra porque está madura, o simplemente se esparce en superficie, en cuyo caso se actúa sobre un suelo humedecido. En el primer caso, deposita paladas de materia sobre el suelo. Solo queda rastrillar el suelo en primavera para mezclar superficialmente la enmienda con la tierra. Renueva la operación cada año o cada dos años añadiendo una nueva capa si tu suelo lo necesita.
- Para la plantación de viváceas, árboles y arbustos: el aporte de compost o tierra de hoja potencia la planta. Les garantizará una buena nutrición para los meses venideros.
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Consejos prácticos: es importante almacenar las enmiendas orgánicas en condiciones secas para evitar la proliferación de microorganismos indeseables. La mayoría de las enmiendas se combinarán entre sí con compost.
- Dosificación: consulta nuestra tabla a continuación, ya que las cantidades varían según el tipo de enmienda. Refiérete siempre a las dosificaciones indicadas en los paquetes de enmienda vendidos comercialmente.

Rastrilla la tierra para incorporar fácilmente la enmienda
La dosificación debe adaptarse a las necesidades específicas del suelo y al tipo de plantas. Aquí tienes una pequeña tabla resumen para determinar la cantidad de enmienda necesaria según el tipo de suelo y sus efectos sobre él:
Tipo de enmienda | Cantidad/m2 | Tipo de suelo | Efectos |
Compost bien descompuesto | 2 a 5 kg/m2 | Todo tipo de suelos | Mejora la estructura del suelo, aumenta la capacidad de retención de agua, favorece la actividad microbiana y aporta materia orgánica |
Estiércol | 1 a 5 kg/m2 (fresco) = + 1 carretilla
2 a 8 kg/m2 (descompuesto) 1 kg/m2 (deshidratado) |
Suelos pobres en humus, arcillosos o arenosos | Enriquece el suelo en nutrientes, mejora su estructura, favorece el crecimiento de las plantas |
Paja o heno | 5 cm de espesor | Suelos pesados y arcillosos | Mejora la aireación, aumenta la materia orgánica, protege el suelo contra la erosión |
Tierra de hoja | 2 kg/m2 | Suelos pobres en humus o compactos y ácidos | Mejora la estructura, la capacidad de retención de agua y nutrientes, aporta materia orgánica a suelos pobres y favorece la vida microbiana |
Hojas secas | 5 a 10 cm de espesor | Todo tipo de suelos, incluidos los ácidos | Enriquece el suelo en materia orgánica, mejora la estructura, favorece la retención de agua. |
BRF o astillas de madera trituradas | 3-5 cm de espesor | Todo tipo de suelos | Mejora la estructura del suelo, favorece la actividad microbiana, aumenta la retención de agua. |
Extractos de algas | 1-2 litros | Todo tipo de suelos | Enriquece el suelo en minerales y oligoelementos, estimula el crecimiento de las plantas. |
Guano | 100-200 g | Suelos pobres en nutrientes | Muy rico en fósforo y nitrógeno, estimula fuertemente el crecimiento de las plantas. |
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