
Libélulas, ranas, pájaros… instala una charca para acogerlos
Cómo diseñar una charca acogedora para la fauna silvestre
Contenido
Instalar una charca en el jardín, incluso de pequeño tamaño, es una iniciativa increíblemente beneficiosa para la diversidad local. Al ofrecer un punto de agua y un refugio a numerosas especies, se crea un ecosistema en miniatura donde la fauna puede prosperar. Además de su aspecto ornamental, una charca natural contribuye al equilibrio ecológico del jardín, transformándolo en un verdadero refugio de vida. Descubre todos nuestros consejos para diseñar una charca acogedora para la fauna silvestre, especialmente para insectos, ranas y aves.
¿Por qué atraer la fauna silvestre al jardín?
Atraer la fauna local es favorecer la diversidad y reforzar los equilibrios naturales en el jardín. Una charca bien diseñada se convierte en un punto de encuentro para numerosos animales. Los anfibios, como las ranas, los tritones o los sapos, encuentran aquí un lugar ideal para reproducirse y alimentarse. También desempeñan un papel importante en la regulación de las poblaciones de insectos, especialmente los mosquitos, cuyas larvas consumen. La rana se alimenta de numerosos insectos nocivos: mosquitos, polillas, cucarachas, orugas… Las libélulas y caballitos del diablo, por su parte, no solo añaden un toque poético al lugar: son depredadoras temibles de insectos nocivos. Son grandes consumidoras de mosquitos (las larvas de libélula se alimentan de las larvas de mosquitos).
Numerosas aves también visitarán la charca, ya sea para beber, bañarse o cazar. Petirrojos, herrerillos y jilgueros pueden sentirse atraídos por un punto de agua estable y rico en vida. En los alrededores de la charca, también verás instalarse abejas silvestres, mariposas y escarabajos sírfidos, valiosos para la polinización de tus plantas. En resumen, una charca atrae una cadena de interacciones naturales, beneficiosa para todo el jardín.

Huevos y larva de libélula
Las necesidades de los animales para establecerse de manera duradera
Para que esta fauna se instale y permanezca en tu jardín, es esencial respetar algunas reglas básicas. El agua debe estar limpia y estancada, sin filtración mecánica demasiado potente ni corrientes constantes, ya que esto perturbaría a los insectos acuáticos y a los anfibios. La charca debe tener pendientes suaves en los bordes para permitir que los animales entren o salgan fácilmente, especialmente las ranas jóvenes o los pequeños mamíferos como los erizos que podrían venir a beber.
También es esencial crear zonas poco profundas (10 a 20 cm) que se calienten rápidamente con el sol y sirvan como criaderos naturales. Por el contrario, una zona más profunda (hasta 1 m) permite a los animales refugiarse durante los fuertes calores o las heladas invernales. Además, esta profundidad de la charca evitará que se seque en verano. Las ranas hibernan bajo el agua a al menos 50 cm de profundidad para protegerse del frío. La charca debe permanecer llena todo el año para garantizar la supervivencia de las ranas.
Se desaconseja encarecidamente introducir peces o patos en la charca, ya que podrían comerse los renacuajos y los huevos de ranas, libélulas, etc., comprometiendo la instalación de muchas especies útiles.
Es importante crear una pendiente suave en al menos un lado de la charca, para facilitar el acceso de los animales. Evita las pendientes abruptas.
Preserva espacios naturales alrededor de la charca: pradera, hierbas altas, plantas silvestres, seto campestre… Y coloca piedras y trozos de madera cerca de la charca, para ofrecer refugio a los animales.

Un ejemplo de una charca que no está adaptada para la fauna salvaje: bordes demasiado abruptos, poca diversidad vegetal y falta de plantas, madera o piedras en el borde inmediato de la charca
Cómo crear una charca natural y acogedora para la fauna silvestre
Aquí están los principales pasos a seguir para instalar una charca que atraiga libélulas, ranas y pájaros:
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Elija un lugar con media sombra, idealmente expuesto al sol por la mañana y a la sombra por la tarde. Debe haber al menos 6 horas de sol al día. Evite zonas demasiado ventosas o situadas directamente bajo árboles grandes, para limitar la caída de hojas en el agua.
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Dibuje la forma: una charca de forma irregular se integra mejor en el jardín y ofrece más diversidad de hábitats.
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Cave la charca creando diferentes profundidades, para poder albergar una mayor diversidad de plantas y ofrecer distintos hábitats para los animales. Planifique varios niveles: una zona muy poco profunda (10–20 cm), una zona media (30–40 cm), y una parte central más profunda (al menos 60 cm de profundidad, para favorecer la hibernación de las ranas).

Cave la charca creando varios niveles, con poca profundidad en los bordes y mayor en el centro
- Instale una capa de arena o fieltro geotextil para proteger la lona contra raíces y piedras.
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Instale la lona: cubra el fondo de la charca con una lona especial para charcas (en EPDM o PVC) o elija un contenedor prefabricado de plástico rígido.
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Llene la charca con agua de lluvia (preferiblemente), que no contiene cloro ni productos químicos. Si usa agua del grifo, déjela reposar unos días en un recipiente antes de añadirla, para eliminar el cloro.
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Acondicione los bordes de la charca: estabilice las orillas con piedras, guijarros o plantas adaptadas. Planifique zonas de acceso suave (en pendiente o en terraza) para permitir que los animales beban sin peligro y salgan fácilmente del agua.
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Plante según las zonas: instale las plantas acuáticas según su necesidad de profundidad (sumergidas, flotantes, de orilla), y complete con plantas de terreno húmedo y plantas cubresuelos alrededor de la charca para reforzar el efecto ecológico.

Instale las plantas en el centro o en los bordes de la charca, según sus necesidades
Para atraer pájaros, no dude en instalar nidos cerca de la charca. Para las libélulas, añada plantas melíferas en la charca o en sus alrededores.
También puede tomar un poco de agua de otra charca natural para «sembrar» la que acaba de crear: esto acelerará la instalación de microorganismos, insectos acuáticos, renacuajos, etc.
Una vez en su lugar, deje que la naturaleza haga su trabajo. La charca se equilibrará progresivamente, recibirá a sus primeros visitantes y se convertirá en un lugar de vida fascinante para observar durante todo el año.
¿Qué plantas instalar en y alrededor de la charca para favorecer la diversidad?
La elección de las plantas es esencial para convertir tu charca en un verdadero ecosistema vivo. Cada una desempeña un papel específico: purificación del agua, refugio, soporte para la puesta, fuente de alimento… Aquí tienes una selección de plantas adaptadas para instalar según su zona de predilección.
Plantas sumergidas (oxigenantes)
Estas plantas viven bajo la superficie del agua y aseguran una buena calidad del agua al producir oxígeno y absorber los nutrientes en exceso.
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Miriophyllum (Myriophyllum spicatum): planta con tallos muy flexibles y plumosos, muy eficaz para oxigenar el agua. Ofrece numerosos escondites para las larvas de libélulas y los renacuajos.
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Callitriche (Callitriche stagnalis): pequeña planta con tallos sumergidos, que produce rosetas en la superficie del agua.
- Pino acuático (Hippuris vulgaris): planta rizomatosa con tallos erectos de 20 a 50 cm de altura. Su parte emergida, que se asemeja a pequeños abetos, sirve como puesto de muda para las libélulas y refugio para las ranas.
Consulta también nuestro artículo: «8 plantas acuáticas oxigenantes para charca o estanque» y Plantas acuáticas invasoras: reconocerlas y limitar la invasión ya que algunas resultan problemáticas.
Plantas flotantes
Limitan la exposición directa del agua al sol, evitando la proliferación de algas, al tiempo que ofrecen sombra y refugio.
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Nenúfares (Nymphaea): muy decorativos, también ofrecen refugios bajo sus hojas.
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Pistia (lechuga de agua): perfecta para pequeñas charcas, flota libremente creando pequeñas zonas frescas.
Plantas de ribera
Se instalan en zonas muy poco profundas y crean refugios para insectos, anfibios y aves.
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Lirio amarillo (Iris pseudacorus): atrae a los insectos polinizadores y estructura el bordillo de la charca.
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Menta acuática (Mentha aquatica): aroma agradable, muy apreciada por las abejas.
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Salicaria (Lythrum salicaria): hermosa floración morada, rica en néctar.
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Junco (Juncus effusus): sus tallos densos protegen a las jóvenes ranas y pequeños insectos.
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Cañas: tallos largos y erectos con espigas plumosas realmente decorativas. Ayudan a fijar las riberas y constituyen un refugio para pequeños mamíferos y aves paseriformes.
- Carex : forma matas con largas hojas verdes. Apreciado por las ranas. Estabiliza las riberas.
Plantas de los alrededores húmedos
Estas plantas crecen bien en suelos húmedos o encharcados, pero no sumergidos. Prolongan el efecto de la charca sobre la biodiversidad local.
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Reina de los prados (Filipendula ulmaria): atrae a los insectos polinizadores, especialmente a las mariposas.
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Lisimaque (Lysimachia vulgaris): muy melífera, ideal para bordes húmedos.
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Cola de caballo de río (Equisetum fluviatile): aporta un toque gráfico, excelente para la biodiversidad.
Al variar las alturas, las formas y los tipos de vegetación, favoreces una biodiversidad rica y equilibrada. Piensa también en priorizar las especies locales, mejor adaptadas al clima y a las necesidades de las especies silvestres de tu región.

Myriophyllum spicatum, Hippuris vulgaris, Nymphaea, Pistia stratiotes, Iris pseudacorus, Lythrum salicaria
Cómo mantener una charca natural
Una charca natural requiere poco mantenimiento, pero algunos gestos simples permiten mantenerla saludable. En otoño, recuerda retirar las hojas muertas que caen en el agua para evitar que se pudran y liberen demasiada materia orgánica. Esto limitará el envasamiento de la charca. En primavera, se puede realizar una limpieza ligera (para eliminar algas, restos, hojas muertas, etc.), sin retirar todo el lodo, ya que este alberga muchos microorganismos útiles. En verano, vigila el nivel del agua, especialmente en época de sequía, y completa con agua de lluvia si es necesario.
No utilices productos químicos (pesticidas, etc.) cerca de la charca y deja que la naturaleza se autorregule. Una charca equilibrada encontrará rápidamente su ritmo: las algas pueden aparecer al inicio de la temporada, pero pronto serán competidas por otras plantas si estas están bien establecidas.
Para más detalles, consulta nuestras fichas: Mantener una charca de jardín en primavera; Mantener una charca de jardín en otoño y Mantener una charca de jardín en invierno.

Las algas filamentosas pueden asfixiar la charca y desequilibrar la biodiversidad. Retíralas si notas que proliferan.
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