
Portulacaria: cultivo, cuidados y variedades
Contenido
El Portulacaria afra en pocas palabras
- Es una planta suculenta fácil de cultivar, perfecta para interiores
- Su porte ramificado y elegante le da el aspecto de un pequeño árbol en miniatura
- Su follaje que evoca pequeñas monedas es muy gráfico
- Poco exigente, le gustan los sustratos bien drenados y los riegos a intervalos
- Solo en macetas, en composición mineral o como bonsái, aporta un toque exótico
La palabra de nuestra experta
El Portulacaria afra, también llamado Árbol de la Abundancia, es un arbusto suculento de follaje carnoso y brillante, frecuentemente confundido con la Crásula ovata. Originario del sur de África, crece de forma natural en climas secos, pero se adapta perfectamente a la vida en interior en nuestras latitudes. Fácil de cuidar y económico en agua, se ha convertido en un imprescindible entre las plantas suculentas decorativas.
Muy apreciado por su follaje verde con apariencia de moneda, a veces abigarrado como en el caso del Portulacaria afra ‘variegata’, esta planta crasa seduce por su porte ramificado y su silueta de arborito en miniatura. Aprecia los sustratos pobres y bien drenados, riegos a intervalos y luz indirecta luminosa.
En cuanto a mantenimiento, requiere pocos cuidados y perdona los olvidos de riego, manteniendo un aspecto equilibrado todo el año. ¡Es ideal para jardineros principiantes! Puede pasar el verano en el exterior, siempre que se exponga progresivamente. Es posible esculpir el Portulacaria como bonsái, ya que es fácil de formar: es un excelente sujeto si deseas iniciarte en el arte del bonsái.
Gráfico y luminoso, solo en macetas, integrado en una composición mineral o trabajado en forma de árbol en miniatura, el Portulacaria se adapta a todos los estilos de decoración.
Descubre nuestra colección de Portulacaria afra y déjate seducir por su facilidad de cultivo, longevidad y capacidad para pasar los años sin perder su encanto.

Detalle del follaje de Portulacaria afra
Botánica y descripción
Documento de identidad
- Nombre latino Portulacaria
La Portulacaria pertenece a la familia botánica de las Didiereaceae o a la de las Portulacaceae según la antigua clasificación, dos familias que agrupan principalmente plantas suculentas originarias de medios áridos. Este arborito es un pariente cercano del género Crassula, hasta el punto de confundirse frecuentemente con el famoso «Crásula ovata». Esta similitud se observa especialmente en sus hojas carnosas y en su capacidad para almacenar agua.

Un cierto parecido con la Crásula ovata, pero sus hojas son más pequeñas
Se conoce principalmente la Portulacaria bajo diferentes nombres evocadores como «planta jade púrpura», «alfombra rosa arbustiva», «planta del dinero», denominaciones populares que reflejan su aspecto ornamental y su porte de arbusto, a menudo confundido nuevamente con la Crásula ovata.
En su hábitat natural, se encuentra en el sur de África, específicamente en Sudáfrica, donde crece en ambientes semiáridos, bañados de luz, enraizado en suelos pobres, perfectamente adaptados a su modo de vida como planta suculenta. Como plantas de medios áridos, las Portulacaria poseen un metabolismo fotosintético de tipo CAM (Metabolismo Ácido de las Crasuláceas). Esto significa que abren sus estomas por la noche para captar dióxido de carbono, limitando así la pérdida de agua por evaporación durante las horas más calurosas. Es un mecanismo muy eficaz en climas secos, compartido con otras suculentas.

Un Portulacaria afra en África, en su medio natural
En nuestros hogares, se cultiva principalmente en interior o en una veranda bien expuesta, ya que es gelificante: no tolera las temperaturas negativas y comienza a sufrir cuando el termómetro desciende por debajo de los 5 °C. Pero cuando se cultiva en buenas condiciones, la Portulacaria puede vivir varias décadas, a veces hasta 50 años, lo que la convierte en una planta tan duradera como decorativa en nuestros hogares.
El género Portulacaria, considerado durante mucho tiempo como monoespecífico, incluye hoy siete especies reconocidas, tras revisiones taxonómicas recientes que integraron varias especies anteriormente clasificadas en el género Ceraria. Entre ellas, Portulacaria afra, a veces llamada «pequeño árbol de elefantes», sigue siendo con diferencia la más cultivada y conocida. Entre sus principales cultivares, encontramos ‘Variegata’ (Portulacaria afra var. ‘variegata’, una variedad hortícola), con follaje variegado en verde y crema, muy luminoso, así como ‘Prostrata’, una forma baja que se distingue por su porte rastrero o decumbente, lo que la hace ideal para suspensiones. La variedad ‘macrophylla’, por su parte, se caracteriza por hojas dos veces más grandes que las de la especie tipo.

Portulacaria afra ‘Prostrata’. Arriba a la derecha, la variedad variegada y abajo a la derecha, la especie tipo
La Portulacaria crece naturalmente en forma de arbusto muy ramificado, pudiendo alcanzar de 2 a 4 metros de altura en estado natural. En cultivo en maceta, su crecimiento es lento, pero forma rápidamente una silueta compacta y bien estructurada. Si se encuentra a gusto, puede alcanzar fácilmente 1,5 metros de altura. Su estructura ramificada está formada por tallos primero flexibles y verdes, que se lignifican progresivamente hasta volverse de color marrón rojizo. Su sistema radicular, poco profundo pero bien extendido, está perfectamente adaptado a suelos drenantes y condiciones áridas.
Su follaje perenne, emblemático del género, es denso, opuesto, sin peciolo visible, insertado directamente en los tallos. Las hojas son pequeñas, gruesas, carnosas, generalmente ovaladas a redondeadas, midiendo de 1 a 2 cm, bastante similares a las de Crásula ovata, pero en general más finas y flexibles. Su superficie es lisa, a menudo brillante, capaz de retener agua, con un color que va del verde jade al verde oscuro, según la exposición y el cultivar. Algunas formas variegadas presentan un borde crema a amarillento particularmente luminoso, otras se enrojecen en caso de fuerte exposición al sol.
La floración, aunque rara en cultivo, es discreta y elegante. Aparece principalmente en ejemplares maduros y bien establecidos, en condiciones de luz óptimas, en forma de pequeñas flores estrelladas de cinco pétalos, de color rosa pálido a malva, agrupadas en inflorescencias terminales. En su hábitat natural, la floración suele producirse a finales de verano o principios de otoño.
En algunas regiones de Sudáfrica, el Portulacaria afra se utiliza en programas de reforestación ecológica, ya que desempeña un papel importante en la retención de carbono y la restauración de suelos degradados. También es una fuente de alimento para los elefantes, que contribuyen así a su diseminación en la naturaleza.

La floración solo se produce cuando el arbusto vive en condiciones exteriores
Nuestras variedades
Plantación en macetas y condiciones de cultivo del Portulacaria en interior
¿Cuándo plantar un Portulacaria afra en maceta?
La plantación del Portulacaria en maceta puede realizarse en cualquier época del año, siempre que las temperaturas sean estables y haya suficiente luz.
¿Dónde colocar la maceta?
El Portulacaria afra es una planta no resistente. Su rusticidad se limita a unos 10 °C, lo que significa que no soporta las heladas, aunque sean leves. Por debajo de esta temperatura, sus tejidos suculentos comienzan a sufrir y una exposición prolongada al frío puede causar daños irreversibles, incluso la muerte de la planta.
En regiones mediterráneas (zonas costeras, Córcega…), puede intentarse en terreno abierto, siempre que se plante en un suelo perfectamente drenado, protegido y con resguardo invernal (malla, invernadero frío, etc.), aunque sigue siendo arriesgado.
En interior, el Portulacaria prospera con luz indirecta brillante, aunque tolera un poco de sol suave, especialmente por la mañana o al final del día. Encontrará fácilmente su lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste, protegido del sol intenso. Es una planta ideal para nuestros interiores calefaccionados, siempre que se mantenga una temperatura entre 18 y 25 °C, con un mínimo de 10 °C en invierno. El Portulacaria también puede colocarse en un invernadero cálido o templado, siempre que tenga buena luminosidad y ventilación adecuada, sin exceso de humedad. Se adapta bien a una humedad ambiental moderada, entre el 30 y el 50 %, condiciones habituales en la mayoría de los hogares.
Además, disfruta de estar al aire libre durante la temporada cálida: cuando las temperaturas nocturnas superan regularmente los 12 °C (generalmente de mayo a septiembre), puede sacarse a un balcón, terraza o jardín, asegurándose de exponerlo gradualmente a la luz para evitar quemaduras. Debe llevarse al interior sin falta cuando las temperaturas nocturnas se acerquen a los 10-12 °C.

Reserva un lugar suficientemente luminoso para tu Árbol de la Abundancia
¿Qué sustrato utilizar?
El Portulacaria necesita un sustrato perfectamente drenante para evitar el riesgo de pudrición radicular. Se recomienda encarecidamente una mezcla especial para cactus y plantas suculentas. Este tipo de sustrato permite un drenaje rápido y evita la humedad estancada. También puedes preparar un excelente sustrato casero mezclando:
- 1/2 de sustrato ligero,
- 1/4 de arena gruesa (tipo arena de río),
- 1/4 de perlita (o, en su defecto, puzzolana o grava fina).
Cómo plantar el Portulacaria en maceta: pasos a seguir
- Elige una maceta con agujeros en la base, preferiblemente de barro para favorecer la respiración de las raíces.
- Añade una capa de drenaje (bolas de arcilla, grava o trozos de cerámica) en el fondo.
- Rellena con un sustrato para cactus, ligero y bien drenante.
- Coloca la planta sin enterrar el collar (la base del tallo) y apisona con cuidado.
- Espera unos días antes del primer riego, para que las raíces se adapten.
- Ubica la maceta en un lugar muy luminoso, sin sol directo intenso.
Mantenimiento del Portulacaria en interior
El Portulacaria es una planta poco exigente, pero algunos gestos simples aseguran su longevidad y belleza. Aquí te explicamos cómo cuidar un Portulacaria:
Riego del Portulacaria
El Portulacaria es una suculenta que no aprecia el exceso de humedad. Es esencial dejar secar completamente el sustrato entre dos riegos. En periodo de crecimiento (primavera-verano), un riego cada dos o tres semanas puede ser suficiente, adaptándolo al calor y a la luminosidad. Estas plantas toleran perfectamente la sequía y pueden permanecer varias semanas sin riego, sin sufrir daños. En otoño e invierno, es preferible reducir drásticamente los aportes de agua, incluso no regar durante varias semanas si la habitación es fresca y poco luminosa.
La pulverización es innecesaria, ya que esta planta tolera muy bien el aire seco de los interiores. No le gusta que sus hojas permanezcan húmedas durante largos periodos. Un aporte de fertilizante no es en absoluto indispensable.
Podar el Portulacaria: ¿por qué y cómo hacerlo?
La poda es opcional, pero puede resultar útil para mantener una silueta equilibrada, limitar la altura en macetas o favorecer la ramificación para obtener un porte más denso. Se recomienda realizarla preferentemente en primavera, hacia mayo. Esto coincide con la reanudación del crecimiento, lo que facilita la cicatrización y la recuperación. No obstante, se pueden realizar podas más ligeras durante todo el año. Al igual que con las Crassula, es preferible proceder a mano, rompiendo los tallos a la altura de un nudo. La cicatrización es entonces más rápida y a menudo más limpia que después de un corte neto.
Es frecuente que aparezcan rechazos en la base del tronco: pueden eliminarse para conservar una forma de tronco único, a menos que se desee cultivar la planta con varios troncos. El Portulacaria soporta muy bien las podas severas: un ejemplar que haya crecido demasiado puede acortarse considerablemente, rebrotará sin dificultad. Reacciona bien a la poda e incluso puede formarse como bonsái.

Aunque es opcional, la poda puede realizarse si tu planta ocupa demasiado espacio en interior
¿Cuándo y cómo trasplantar un Portulacaria?
El trasplante se realiza cada dos o tres años, en primavera preferiblemente, cuando la planta parece estar apretada o el sustrato se compacta. Se elegirá una maceta ligeramente más grande que la anterior, siempre con un buen drenaje. Durante el trasplante, se pueden refrescar ligeramente las raíces (eliminando las dañadas) y renovar completamente el sustrato. Espera al menos 15 días antes de regarlo.
Plagas y enfermedades del Portulacaria: ¿cómo evitarlas en interior?
El Portulacaria es generalmente una planta robusta y poco propensa a enfermedades, especialmente en interiores. Sin embargo, algunos errores de cultivo o condiciones desfavorables pueden favorecer la aparición de parásitos o síntomas relacionados con estrés ambiental.
Parásitos posibles del Portulacaria en interior
El Portulacaria rara vez es afectado por parásitos, pero ocasionalmente puede atraer cochinillas o pulgones.
Descubre todos nuestros consejos para identificarlos fácilmente y eliminarlos de forma natural:
- →Pulgones: identificación y tratamiento y ¿Cómo eliminar los pulgones en plantas de interior?
- →Cochinillas: identificación y tratamiento
Enfermedades frecuentes del Portulacaria: signos y precauciones
Las enfermedades observadas en el Portulacaria casi siempre están relacionadas con exceso de humedad o una ubicación inadecuada:
- Podredumbre de raíces: causada por un sustrato mal drenado o riegos demasiado frecuentes. Las hojas se ablandan, el tallo puede ennegrecerse en la base y la planta se deteriora rápidamente. Es necesario trasplantar urgentemente en un sustrato seco y bien drenado, tras eliminar las partes afectadas.
- Marchitado: generalmente debido a un exceso de agua, incluso si la superficie del suelo parece seca. Siempre verifica la humedad en profundidad antes de regar.
- Etiolación: se manifiesta con tallos largos, delgados y un espaciado excesivo entre las hojas. Es una señal clara de falta de luz. Debes trasladar la planta a un lugar más luminoso, idealmente cerca de una ventana bien orientada.
Precauciones a tomar:
- Nunca dejes agua estancada en el platillo para maceta.
- Usa un sustrato muy drenante y una maceta con agujeros.
- Permite que el sustrato se seque completamente entre riegos.
- Proporciona luz indirecta muy brillante, incluso un poco de sol suave.
- Evita cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire frío.
¿Cómo hacer esquejes de Portulacaria afra?
El Portulacaria se presta muy bien a la Propagación, incluso para jardineros principiantes. Para optimizar las posibilidades de éxito, se recomienda realizar los esquejes en primavera o verano, cuando la planta está en pleno crecimiento. El Calor y la luz favorecen un enraizamiento rápido y saludable. La reproducción por siembra es posible, pero hacer esquejes de tallos u hojas son las técnicas más fiables.
Hacer esquejes de tallos:
- Cortar un tallo sano y vigoroso de aproximadamente 8 a 10 cm, a nivel de un nudo, con varias hojas.
- Dejar secar el esqueje al aire libre (¡pero no al sol!) durante 2 a 5 días.
- Plantar el esqueje en una maceta pequeña llena de Sustrato para cactus, seco y bien drenante.
- No regar de inmediato: esperar aproximadamente 5 días antes del primer riego ligero (un riego inmediato sobre una herida fresca, incluso plantada) aumenta el Riesgo de pudrición.
- Colocar a la luz, a 20°C, sin sol directo.
- Luego, mantener el Sustrato ligeramente húmedo, pero nunca encharcado.
- Las raíces aparecen en 2 a 3 semanas.

Haz esquejes en un Sustrato ultra drenante
Hacer esquejes de hojas (más lento, pero posible):
- Desprender delicadamente una hoja sana.
- Dejar secar la base durante unos días para evitar la pudrición.
- Colocar simplemente la hoja sobre la superficie de un Sustrato seco y drenante, sin enterrarla.
- Mantener una luz brillante, sin sol directo, y un ambiente ligeramente húmedo.
- Con Alegría de la casa, un joven retoño puede aparecer en la base de la hoja.
¿Cómo integrar el Portulacaria en tu decoración interior?
Con su porte estructurado, su follaje denso y luminoso, y su apariencia de pequeño arbusto exótico, el Portulacaria es una planta gráfica que se integra perfectamente en numerosos interiores. Aporta un toque de verdor estructurado.
Encuentra su lugar natural en los espacios luminosos del hogar: un salón donde atrae las miradas, una cocina clara donde aporta un toque vegetal sin estorbar (funciona muy bien en dúo con aromáticas, para un rincón verde a la vez útil y decorativo) o incluso un dormitorio bañado de luz, que viste con su verde relajante. En una veranda o un jardín de invierno, se convierte en un verdadero arbusto ornamental, realzado en una maceta grande para destacar sus líneas elegantes.
Para crear un ambiente más mineral, puede combinarse con otras plantas suculentas como las Echeverias, Aeoniums, Haworthia, Aloe, Sedum o incluso cactus globulares como la Mammillaria. Agrupados en una composición sobria, adornada con guijarros, grava o arena clara, estos compañeros evocan los paisajes áridos del sur de África, su medio de origen.
Finalmente, para los apasionados de las formas artísticas, el Portulacaria se presta admirablemente al cultivo como bonsái. Fácil de formar, reactivo a la poda y naturalmente ramificado, permite componer pequeñas escenas vegetales zen, llenas de carácter y serenidad.

El Portulacaria se integra en muchas decoraciones
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Preguntas frecuentes
-
¿Por qué mi Portulacaria pierde sus hojas?
La caída de las hojas suele deberse a un exceso de agua, especialmente si el sustrato permanece húmedo constantemente. La falta de luz, una corriente de aire frío o un choque térmico también pueden ser la causa. A veces, la planta simplemente reacciona a un cambio de ubicación o a un estrés temporal. Asegúrate de dejar que el suelo se seque entre riegos y coloca la planta en un lugar luminoso, protegido de variaciones bruscas de temperatura.
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