
Homeria, tulipán del Cabo: plantación, cultivo, cuidados
Contenido
La Homeria o tulipán del Cabo en pocas palabras
- Es una planta bulbosa perenne que ofrece en primavera o verano hermosas flores estilizadas
- Ligera y elegante, su floración perfumada luce colores inusuales en tonos amarillos, anaranjados a salmón
- Poco resistente al frío, está perfectamente adaptada al litoral mediterráneo
- Prefiere suelos ligeros, bien drenados pero no demasiado ricos, en situación soleada
- En regiones frías, se cultiva fácilmente en maceta para resguardarla en invierno protegida de las heladas
La palabra de nuestra experta
La Homeria, a veces llamada «Tulipán del Cabo», es una planta bulbosa sudafricana, interesante por su refinada y fragante floración primaveral o estival. Florece en forma de hermosas flores en tulipán con colores cálidos pero suaves, en tonos amarillos o anaranjados.
Sensible al frío, se recomienda plantarla en el suelo solo en climas suaves, especialmente en la costa mediterránea, pero en cualquier otro lugar su cultivo en macetas para resguardar en invierno es sencillo.
Se adapta a un lugar cálido, bañado de sol y en un suelo ligero y bien drenado.
Aportará un toque luminoso y exótico en rocallas del jardín o para embellecer la terraza o el balcón.
¡Descubre este encantador bulbo lleno de atractivo!

Tulipán del Cabo
Descripción y botánica
Documento de identidad
- Nombre latino Homeria
La Homeria, a veces apodada «Tulipán del Cabo», es una planta bulbosa de la familia de las iridáceas, al igual que los iris y los lirios de trigo (Ixia) a los que se asemeja. Es originaria de la región del Cabo en Sudáfrica, donde crece en laderas arenosas y rocosas hasta altitudes elevadas, en llanuras y pastizales.
Antiguamente clasificada en el género Homeria, ahora pertenece al género Moraea, que incluye 32 especies, de las cuales solo algunas se encuentran en cultivo; Homeria ochroleuca (sinónimo Moreae ochroleuca), Homeria flaccida (sin. Moraea flaccida), H. collina, H. comptonii, H. elegans y H. lilicina, con flores de color malva pálido, sin contar sus híbridos.
Esta planta herbácea se desarrolla a partir de un órgano de reserva subterráneo en forma de cormo perenne. Se trata de una especie de bulbo redondeado y aplanado rodeado de una túnica fibrosa. De este pequeño bulbo de aproximadamente 2 cm de diámetro emerge una mata erguida y esbelta que alcanza de 40 a 75 cm en flor. En nuestras regiones templadas, la mata se densifica con el tiempo, reapareciendo fielmente cada año.
La vegetación está compuesta por largas hojas caducas, estrechas y lineales, en forma de cinta, de color verde brillante. Las hojas basales miden desde 20 cm hasta 1 m de largo, envuelven el tallo floral en la base y están recorridas por nervaduras longitudinales. Parten de la base y se desarrollan en abanico formando una hermosa mata elegante, que persistirá en invierno solo en climas suaves. Algunas hojas más pequeñas en forma de espadas estrechas están presentes en la parte superior de los tallos. Este follaje afilado, doblado por la mitad, desaparece por completo en verano, marcando un período de dormancia vegetativa, para reaparecer en otoño y persistir según la rigurosidad del invierno. Poco después de la floración, a principios del verano, la vegetación se seca y la planta entra en reposo.
Portadas de dos en dos o de tres en tres en la cima de altos tallos rígidos, gráciles y ramificados, a veces ligeramente zigzagueantes, aparecen las flores. La floración tiene lugar de marzo-abril a julio, según la especie y el clima, en forma de bonitas flores estilizadas. Discretas pero elegantes, las inflorescencias se abren en copas perfumadas de 3 a 7 cm de diámetro, formadas por 6 pétalos alargados dispuestos en quincunce. Se abren ampliamente bajo el sol para mostrar su largo y grueso estilo provisto de estambres. Su forma recuerda un poco a la de algunos tulipanes botánicos. Lucen colores bastante inusuales en una gama de tonos generalmente frutales, que van del amarillo al naranja, pasando por el melón, el salmón, el albaricoque, el melocotón o el verde amarillento. Siempre están iluminadas por una garganta moteada de amarillo o naranja. De textura translúcida, los delicados pétalos dejan entrever finos vasos.

Homeria ochroleuca (© Vahe Martirosyan), Homeria flaccida y Moraea polystachya
Esta floración muy elegante es, lamentablemente, de corta duración, una vez abierta, cada flor solo dura uno o dos días, pero las flores se suceden durante 4 a 6 semanas. Compensan su brevedad con su profusión y su agradable perfume almizclado.
Nectaríferas, son coronadas por mariposas y abejas que se deleitan con su polen y néctar.
Las flores se transforman en frutos, cápsulas abultadas verdes que se vuelven marrones al madurar, conteniendo numerosas pequeñas semillas de color marrón.
Principales especies y variedades
[producto sku=»15562″ blog_description=»Este tulipán del Cabo que florece en abril, con hermosas flores amarillo pálido y centro naranja, perfumadas. Aporta color y fragancia a rocallas y macizos.» template=»listing1″ /]
[producto sku=»15561″ blog_description=»Esta especie florece de mayo a julio según el clima, con tulipanes de color naranja o rosa salmón. Ideal para embellecer la terraza o el balcón durante los días soleados.» template=»listing1″ /]
Más información Homerias
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Plantación de bulbos de Homeria
¿Dónde plantar el tulipán del Cabo?
De origen africano, la Homeria es una planta poco resistente al frío, cuyo cultivo en tierra se recomienda solo en climas mediterráneos con inviernos suaves. El cormo del tulipán del Cabo muere por debajo de los -5°C. Sensible al frío, se cultivará en maceta para resguardarlo de las heladas en invierno en otras zonas. Resistente a la sequía estival, es una bulbosa bien adaptada al litoral mediterráneo. Sin embargo, teme los suelos pesados y encharcados, que podrían pudrir el cormo durante su periodo de reposo.
Si tu clima permite su cultivo en tierra, debes plantarla en un lugar bien protegido o al pie de un muro cálido, soleado y resguardado de vientos fuertes. Para evitar la pudrición de los cormos, es importante cultivarlos en un sustrato ligero y muy drenante. Un suelo rico en humus y moderadamente fértil será ideal. En suelos pesados, es preferible plantarla en rocallas o en un talud elevado.
Plantada en pequeños grupos, más que de forma aislada, el tulipán del Cabo florece en rocallas y es ideal para aportar elegancia, color y ligereza a un borde o macizo de vivaces.
Como el follaje amarillea rápidamente después de la floración, es mejor asociarla con plantas que tomen el relevo durante su periodo de dormancia estival, para evitar grandes vacíos en las composiciones a mediados del verano.
¿Cuándo plantar la Homeria?
Los bulbos de Homeria se plantan en primavera, de marzo a mayo. En climas suaves, pueden plantarse en otoño.

Homeria (Moraea) tricolor
¿Cómo plantar los bulbos del tulipán del Cabo?
En tierra
Los bulbos de tulipán del Cabo se plantan en pequeños grupos de 10 para una composición natural. Te recomiendo evitar plantar demasiados, ya que su floración es efímera y el follaje se marchita rápido. Como la mayoría de los bulbos florales, necesitan un suelo ligero y bien drenado. Si tu suelo es arcilloso, asegúrate de añadir arena gruesa o grava para mejorar el drenaje.
- Afloja bien la tierra
- Con un plantador de bulbos, haz agujeros
- Coloca una capa de arena o grava directamente bajo los cormos
- Introduce los cormos a 10 cm de profundidad, con la punta hacia arriba y separados 10-15 cm
- Cubre los bulbos con tierra y aprieta
- Riega
- Mantén el suelo seco en verano
En maceta
- Coloca una buena capa drenante de bolas de arcilla, puzolana o grava en el fondo de una maceta de al menos 20-30 cm de diámetro y profundidad
- Planta 2-3 cormos con la punta hacia arriba, en una mezcla de 50% de sustrato y 50% de arena de río
- Cubre con tierra, aprieta
- Riega abundantemente
Mantenimiento y cuidados
En tierra
Prevé riegos moderados durante el periodo de crecimiento del follaje. En la época de floración, intensificarás los riegos: una vez por semana durante el crecimiento si la tierra está muy seca. Reduce los riegos a medida que las hojas se sequen y amarilleen para asegurar una dormancia de los bulbos en un sustrato seco: los cormos necesitan un periodo de descanso tras la floración para reponer sus reservas. Mantén los bulbos casi secos durante su reposo estival. No cortes el follaje hasta que esté completamente seco.
En zonas límite de rusticidad, para proteger los cormos del frío, coloca un grueso acolchado orgánico sobre las matas.
Si vives en una región de clima frío, deberás desenterrar los cormos en otoño para protegerlos de las heladas. Guárdalos en un lugar seco, aireado, fresco, libre de heladas y protegido de roedores. Podrás replantarlos en primavera.
La división de las matas cada 4-5 años permite rejuvenecer la planta.
La Homeria no es sensible a enfermedades ni a ataques de plagas.
En maceta
Mantén el sustrato fresco durante todo el periodo de vegetación pero sin dejar nunca agua estancada en los platos: riega de una a tres veces por semana.
Añade en superficie en primavera un poco de compost o sustrato.
Cuando el follaje esté completamente amarillo, es momento de suspender los riegos y acolchar los cormos si la maceta pasa el invierno en el exterior. En regiones frías, guárdala en un lugar seco, fresco y libre de heladas.
Multiplicación
Separar los cormos es el método más sencillo para multiplicar el Tulipán del Cabo. Realiza esta operación cada 4 a 5 años durante el período de latencia, cuando el ciclo de floración haya terminado por completo. Florecerán al cabo de 2-3 años.
- Desentierra la mata con ayuda de una horca de jardín
- Con un cuchillo pequeño bien afilado, separa los pequeños bulbillos que se han formado alrededor del bulbo madre
- Vuelve a plantarlos en el jardín en tierra con buen drenaje o en maceta
- Riega
Asociar
El Tulipán del Cabo se planta preferiblemente en pequeños grupos en medio de un rocalla o para dar volumen a un macizo soleado. Aporta elegancia y dinamismo en las composiciones estivales o primaverales.
En un espíritu exótico, mezcla los bulbos de Homeria flaccida con vivaces de floración estival; Kniphofias, Margaritas del Cabo (Osteospermum), crocosmias, Cannas, y otras floraciones en tonos cálidos. También combinan bien con gladiolos.
Se instalará la Homeria ochroleuca en rocallas soleadas junto a flores sencillas como los dragoncillos y las alhelíes o pequeños bulbos de primavera como tulipanes botánicos o narcisos que florecen al mismo tiempo.
También se sentirá a gusto en compañía de otras plantas originarias, como ella, de Sudáfrica, piensa en el Aster del Cabo o Felicia, un subarbusto cubierto todo el verano de margaritas de un azul cielo extraordinario, o de Gazania, otra anual con flores de margaritas vivamente coloreadas. Añade algunas matas de gramíneas como el pennisetum, de porte más flexible.

Homeria ochroleuca, Kniphofia, gladiolos y Crocosmia crocosmiiflora ‘Sunglow’
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