El tomate es sin duda una de las reinas del huerto. Apreciado por sus frutos sabrosos y coloridos, es la alegría de jardineros aficionados y experimentados por igual. Pero para esperar una buena cosecha en verano, todo comienza con un paso clave: la plantación -o más bien el trasplante- de los planteles de tomate. Ya sean procedentes de tus siembras o comprados en macetas, su plantación en el terreno requiere un poco de método y sentido común.
Descubre en esta guía todos nuestros consejos prácticos para lograr con éxito la plantación de tus tomates, en el momento adecuado y en las mejores condiciones.
¿Por qué trasplantar los tomates en terreno abierto?
El trasplante consiste en mover los planteles de tomate a su ubicación definitiva en el huerto. Esta operación permite:
- Ofrecer más espacio: cada planta dispone del lugar necesario para su buen desarrollo.
- Favorecer un enraizamiento profundo: las raíces profundas aseguran una mejor absorción de nutrientes y un mejor acceso al agua.
- Limitar la competencia: para evitar que las plantas se estorben y que cada una aproveche al máximo los recursos del suelo y del sol.
Así, el trasplante contribuye a obtener plantas vigorosas y una cosecha abundante.
¿Cuándo plantar los tomates en el jardín?
El momento ideal para trasplantar tus tomates depende de varios factores: la temporada, las condiciones meteorológicas y la etapa de desarrollo de las plantas.
Épocas propicias para el trasplante de tomates
El mejor momento para plantar los tomates en terreno abierto depende sobre todo de las temperaturas. Hay que esperar a que terminen las heladas primaverales, cuando el suelo está suficientemente caliente, alrededor de 15 °C. Según las regiones, esto suele corresponder a mediados de mayo.
Un trasplante demasiado temprano expone los planteles a un estrés térmico que puede frenar su crecimiento o provocar... ¡su marchitamiento en caso de helada!
Etapa de desarrollo de los planteles de tomate
Los planteles están listos para ser trasplantados cuando presentan de 5 a 7 hojas bien formadas, lo que indica que la planta es suficientemente robusta para ser trasplantada.
Evita trasplantar plantas demasiado pequeñas o frágiles, ya que podrían tener dificultades para adaptarse o ser víctimas de los caracoles.
¿Dónde plantar los tomates?
- Exposición: los tomates aprecian una exposición a pleno sol, beneficiándose de al menos 6 a 8 horas de luz al día.
- Suelo rico y bien drenado: prioriza un suelo blando, fértil y bien drenado. Un aporte de compost maduro durante la preparación del suelo es beneficioso.
- Rotación de cultivos: evita plantar tomates en el mismo lugar que el año anterior para prevenir la aparición de enfermedades, especialmente del oídio.
Cómo plantar los tomates en 5 pasos sencillos
1- Preparar el suelo: con una horca, afloja la tierra en profundidad e incorpora compost para enriquecer el suelo.
2- Preparar los planteles: riega los planteles antes del trasplante para facilitar la extracción y minimizar el estrés.
3- Plantar a buena profundidad: cava un hoyo suficientemente profundo (de 20 a 40 cm según el tamaño de la planta) para enterrar el tallo hasta las primeras hojas. El plantel de tomate desarrollará entonces raíces adicionales a lo largo del tallo y tendrá un mejor acceso al agua en profundidad.
Consejo: Si tu jardín tiende a sufrir sequía en verano, puedes incluso llegar a eliminar las primeras hojas, para enterrar aún más profundamente tu plantel.
4- Riega el fondo del hoyo, luego instala tu plantel de tomate. Rellena el hoyo y compacta ligeramente la tierra alrededor de la planta.
Consejo: deja unos 50 a 60 cm entre cada planta y 70 a 80 cm entre las hileras para asegurar una buena circulación del aire y limitar los riesgos de enfermedades.
5- Riega generosamente después de la plantación, para favorecer el enraizamiento y eliminar las bolsas de aire. Posteriormente, mantén el suelo ligeramente húmedo, evitando los excesos de agua. No mojes nunca el follaje.
Consejos adicionales para unos tomates saludables
- Mantillo: aplica un mantillo orgánico (virutas, heno, paja, etc) alrededor de los pies para conservar la humedad, protegerlos del calor, evitar salpicaduras durante los riegos y limitar las malas hierbas.
- Tutor para árboles: instala tutores desde la plantación para sostener las plantas a medida que crecen.
- Vigilancia de enfermedades: inspecciona regularmente tus plantas para detectar posibles enfermedades o parásitos y actúa rápidamente en caso de problema. Para saber más, lee nuestro artículo "Tomate: mildiu, otras enfermedades y plagas".
- Olivier y Louis te muestran cómo plantar los tomates, en este vídeo sobre los chupones:
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