Hortaliza de raíz de la que también se consumen los brotes jóvenes, la remolacha (Beta vulgaris) es una habitual de los huertos. Roja, pero también amarilla, blanca o bicolor como la Chioggia, redonda o alargada, es una hortaliza fácil de cultivar para principiantes, gracias a sus semillas grandes. La remolacha además cumple con todos los requisitos por sus beneficios para la salud, ya se consuma cruda o cocida. ¡Te contamos cómo lograr su siembra en este tutorial!
¿Cuándo sembrar la remolacha?
Siembra entre marzo-abril hasta mediados de junio como máximo en terreno abierto, una vez que la temperatura del suelo alcance al menos 8°C, o para siembras tempranas en cajoneras, en febrero (estas últimas son más difíciles de lograr y requieren más cuidados). Cuidado con la remolacha, no la siembres demasiado pronto en la temporada, ya que no le gusta el frío... que la hace florecer en lugar de producir la raíz carnosa esperada.
La cosecha se realiza al cabo de 12 a 16 semanas, es decir, tres meses y medio después de la siembra. Para siembras en terreno abierto, la cosecha tendrá lugar entre julio y octubre-noviembre.
¿Dónde sembrar la remolacha?
Como hortaliza de raíz, las remolachas prefieren un suelo fértil, profundo y suelto, especialmente si plantas variedades alargadas. Un requisito imprescindible, la tierra debe estar bien drenada, pero cuidado con los suelos demasiado arenosos que requerirán riegos más regulares en verano. Los suelos arcillosos no les asustan.
Para la exposición, elige en el huerto un lugar al sol, sin que sea abrasador.
Generalmente se siembra en terreno abierto, pero la siembra en cajoneras también es posible si se desea una cosecha más temprana a partir del mes de mayo.
¡Sus compañeras favoritas en el huerto son las judías verdes, la cebolla y las lechugas!
Por último, se puede considerar una siembra en maceta y el cultivo en un balcón, pero en este caso elige macetas profundas de al menos 30 cm, y solo variedades de remolachas redondas.



¿Cómo sembrar la remolacha?
Se siembra directamente en el lugar definitivo, es decir, en terreno abierto, una vez que la tierra empieza a calentarse.
- Remoja media hora tus semillas de remolacha en agua tibia para facilitar su germinación
- Prepara el suelo : afloja la tierra con un cultivador, luego nivela con un rastrillo. Aporta si es posible un poco de alimento a estas golosas: compost o estiércol bien descompuesto o un poco de ceniza de madera, o incluso un abono para fresas, rico también en potasio.
- Con ayuda de un cordel (opcional), traza surcos de 3 cm de profundidad, espaciados 25-30 cm
- Siembra en línea, una semilla cada 4-5 cm
- Cubre con una fina capa de tierra para rellenar el surco
- Compacta con el dorso del rastrillo
- Riega con una regadera de flor fina y mantén el suelo húmedo hasta la germinación, que suele tardar unos 10 días, dependiendo de la suavidad del clima. Una vez que las plántulas hayan brotado, reduce el riego para evitar el exceso de humedad.
¿Cómo aclarar la remolacha?
La remolacha es una de las hortalizas que se aclaran*, ya que las semillas germinan en grupos (son propiamente glomérulos que contienen cada uno de 3 a 5 semillas). Se trata de espaciar regularmente los plantones al cabo de un mes, cuando las plantas han desarrollado cuatro o cinco hojas y miden unos 5 cm de altura.
* Algunas variedades de remolacha son "monogermen", y no requieren aclareo, como 'Moneta' o 'Solist" por ejemplo.
- Procede a primera hora de la mañana o al final del día, en una jornada nublada.
- Conserva solo las plantas más vigorosas y replántalas cada 10-20 cm. ¡Utiliza las plantas no seleccionadas para añadirlas a una ensalada de brotes jóvenes!
- El mantenimiento hasta la cosecha : es importante escardar o desherbar el suelo entre las hileras, para evitar la aparición de malas hierbas que ralentizarían su crecimiento. El riego será regular y generoso, de lo contrario te encontrarás con remolachas deformadas o que florecen. Riega al pie, lo que limita los riesgos de enfermedades. Acolcha adecuadamente con paja, cortes de césped, paja de lino, etc., que ayuda a mantener la humedad del suelo y a reducir las malas hierbas.
¡Por fin llega el momento de la cosecha! No dejes que tus remolachas se vuelvan fibrosas, lo que puede ocurrir si las dejas demasiado tiempo en la tierra. La remolacha sobresale ligeramente del suelo y mide entonces unos 10 cm (pero puedes cosecharlas antes si prefieres remolachas más pequeñas). Levanta y tira de cada remolacha con cuidado. Elimina la mayor cantidad de tierra posible.
Conserva las remolachas en una caja llena de arena, como se hace con las zanahorias, reservada en un lugar seco y fresco (idealmente en una bodega). Así, se conservan varios meses.
Mi consejo: utiliza las hojas de remolacha para cocinar un pesto, una quiche o un salteado de verduras.
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