Cuando las fresas del huerto dan en abundancia, es el momento ideal para preparar un koso de fresa casero. El koso es una preparación fermentada de origen japonés a base de frutas, plantas y azúcar, que permite obtener un sirope naturalmente aromatizado, sin cocción. Aquí, utilizaremos fresas enteras bien maduras, pero también se pueden emplear los tallos de las fresas, aún ricos en aromas, a menudo recuperados después de hacer mermeladas u otras delicias.

Sencillo de preparar, este koso ofrece un sirope delicadamente perfumado, para disfrutar puro, diluido en agua o para realzar tus postres, yogures y bebidas caseras. Descubre cómo fabricar fácilmente tu propio koso de fresa.

¿Cómo preparar un koso de fresas?

La elaboración de un koso es sencilla y requiere pocos ingredientes, siempre que se respeten algunas reglas esenciales para obtener un sirope fermentado de calidad.

Para lograr una buena fermentación del koso de fresas, nos basamos en la flora naturalmente presente en las frutas. Para esta receta, utiliza fresas no tratadas, idealmente del jardín, y evita lavarlas con mucha agua, para facilitar la fermentación.

Ingredientes

  • 200 g de fresas frescas enteras, bien maduras, o tallos de fresas con un poco de pulpa.
  • 200 g de azúcar moreno no refinado (preferiblemente ecológico).
  • 1 frasco de vidrio limpio y esterilizado (tipo Le Parfait o Weck, pero sin la junta).
  • 1 cuchara
Los ingredientes y utensilios para hacer un koso de fresa

Pasos de preparación

1- Elige fresas no tratadas, frescas, sanas y maduras. Si usas los tallos, deben estar limpios, frescos y sin moho. Si es necesario, límpialos suavemente con un paño o un cepillo seco para no eliminar todas las bacterias útiles para la fermentación.

2- Corta las fresas en cuatro.

3- Alterna una capa de frutas (fresas cortadas o tallos) y una capa de azúcar hasta llenar el frasco, terminando con azúcar. Aprieta ligeramente. El azúcar se derretirá gradualmente y las frutas liberarán su jugo.

La preparación de un koso de fresas

4- Cierra el frasco, pero sin poner la junta, para que los gases de la fermentación puedan escapar. En su defecto, puedes cubrir el frasco con un paño o una gasa sujetada con una goma. Coloca el frasco a temperatura ambiente (18 a 22 °C), alejado de la luz directa.

5- Abre el frasco cada día para remover suavemente con una cuchara limpia. Este paso permite oxigenar la mezcla y evitar el moho.

6- Después de 2 a 6 días, aparecen pequeñas burbujas al remover: es señal de que la fermentación está en marcha y que el sirope está listo.

Koso de fresa
Aparecen pequeñas burbujas en la superficie: ¡el Koso está listo!

7- Filtra la preparación con un colador fino o una estambre. Trasvasa el sirope a una botella limpia, con un tapón hermético y guárdalo en el refrigerador.

Nota:

  • Atención: Si se forma moho o la mezcla desprende un mal olor, significa que la fermentación ha fallado. Desecha la preparación.
  • La temperatura de la habitación influye en el tiempo de fermentación. Cuanto más alta sea la temperatura, más rápida será la fermentación.
  • El tiempo de fermentación de los tallos de fresa suele ser más corto.

Conservación del koso

El sirope fermentado se conserva en el refrigerador durante un máximo de 15 días, para disfrutar plenamente de sus aromas y riqueza en microorganismos.

Uso del koso de fresa

El koso de fresa puede utilizarse de muchas formas, como un sirope:

  • para acompañar un yogur natural, un skyr o un queso fresco,
  • aromatizar agua natural o con gas,
  • perfumar una masa de crepes,
  • acompañar un pastel,
  • aromatizar un aderezo.

Sustituye con originalidad un sirope clásico, aportando un toque ligeramente ácido.