
Pothos: plantar, cultivar y esquejar esta fácil planta de interior
Contenido
El Pothos en pocas palabras
- Encanta con su follaje exuberante, abigarrado o liso, y su crecimiento vigoroso.
- El Pothos necesita luminosidad, un sustrato bien drenado y riegos a intervalos.
- Hacer esquejes de Pothos en agua o directamente en tierra es pan comido.
- Poco exigente, tolera el aire seco y resiste bien a las enfermedades.
- Versátil, se integra a la perfección en todas las estancias de la casa.
La palabra de nuestra experta
Planta de interior imprescindible, el Pothos (Epipremnum aureum) cautiva por su follaje exuberante y su facilidad de adaptación. Trepadora o colgante, el Pothos ofrece múltiples posibilidades decorativas: se puede hacer trepar un Pothos a lo largo de un tutor natural o dejarlo caer con gracia de una maceta colgante.
En cuanto al cuidado, el Pothos pide poco: una buena luminosidad, un riego moderado, un sustrato drenante y un ambiente estable alrededor de 20 °C son suficientes para verlo florecer. Tolera el aire seco y es poco sensible a enfermedades, lo que lo convierte en una planta ideal para jardineros principiantes. ¡Pocas plantas son tan fáciles de mantener! Cada variedad de Pothos, como ‘Marble Queen’, ‘Neon’ o ‘Golden’, aporta una estética diferente y se integra fácilmente en cualquier tipo de interior, desde el más sobrio hasta el más exótico.
Fácil de multiplicar, hacer crecer un Pothos en agua es una opción ideal para crear nuevos retoños a partir de un simple tallo. Una vez bien enraizado, puede trasplantarse a maceta para un crecimiento más duradero.
Auténtico camaleón vegetal, el Pothos encuentra su lugar en todas partes: baño, cocina, dormitorio o veranda. Ya busques una planta depurativa, fácil de cuidar o simplemente decorativa, el Pothos cumple con todo. ¡Elige el Pothos que te guste y adopta esta hermosa planta verde de interior ahora mismo!

Epipremnum aureum
Botánica y descripción
Documento de identidad
- Nombre latino Epipremnum aureum
- Familia Aráceas
- Nombre común Pothos, Scindapsus, Liana del diablo
- Floración rara en interior
- Altura Hasta 2-3 metros en interior
- Tipo de suelo Sustrato ligero, drenante y aireado, mezcla de tierra, perlita y arena o bolas de arcilla
- Rusticidad Gelificantes
El Pothos (Epipremnum aureum o Scindapsus) pertenece a las Aráceas, una gran familia botánica que agrupa numerosas plantas tropicales, como el Monstera, famoso por sus grandes hojas recortadas, o el Anthurium, reconocible por sus flores brillantes en forma de corazón. El nombre del género proviene del griego antiguo, significando literalmente «sobre los troncos», en referencia a su modo de crecimiento natural como epífita, trepando por los árboles en busca de luz. También se le conoce con los apodos de «liana del diablo» o «pothos dorado». Durante mucho tiempo, el Pothos se llamó Scindapsus aureus en el comercio, hasta que se descubrió que en realidad era un Epipremnum aureum.

Epipremnum aureum
Originario del sudeste asiático, más concretamente de las Islas Salomón y regiones tropicales cercanas, esta planta prospera naturalmente en bosques húmedos, donde trepa vigorosamente por los troncos de los árboles mientras disfruta de una luz tamizada por el dosel arbóreo. Su entorno natural es cálido, húmedo y parcialmente sombreado, lo que explica en gran medida su adaptación ideal a nuestros interiores.
Si el Pothos se cultiva en interior, es principalmente por su sensibilidad al frío. No soporta temperaturas inferiores a 10°C. No es resistente, no puede sobrevivir en el exterior en climas templados. Por ello, encuentra en nuestros salones, oficinas o verandas las condiciones propicias para su desarrollo.
Las variedades de Pothos
El género Epipremnum comprende una quincena de especies, pero solo unas pocas se cultivan comúnmente en interior. Entre ellas, Epipremnum aureum es con diferencia la más extendida, a menudo vendida en distintas variedades que se distinguen por sus colores y patrones foliares:
- La variedad ‘Golden Pothos’ es probablemente la más común. Presenta un follaje verde vivo abigarrado en amarillo dorado, luminoso y muy decorativo. A menudo se considera erróneamente como la forma natural de la especie, cuando en realidad es una variedad seleccionada para cultivo en interior.
- ‘Marble Queen’ muestra hojas generosamente jaspeadas en blanco crema. Requiere un poco más de luz para mantener sus variegaciones definidas.
- ‘Neon’ destaca por sus hojas de un verde chartreuse brillante, casi fluorescente.
- ‘Jade’ o ‘Green Queen’ ofrece un follaje verde oscuro uniforme, sobrio pero elegante, mientras que ‘N’Joy’ y ‘Pearls and Jade’ presentan variegaciones muy marcadas, combinando blanco puro con verde oscuro y motivos a veces irregulares.
Estas variedades más compactas son especialmente adecuadas para pequeños espacios o cultivo en suspensión.
El Pothos presenta un porte flexible y sarmentoso, con un crecimiento naturalmente trepador o rastrero según los soportes que encuentre. Su tallo, inicialmente flexible y verde, se vuelve semileñoso en la base con la edad. Puede alargarse varios metros en condiciones favorables, sin límite de tamaño real en cultivo interior, aunque suele mantenerse entre uno y dos metros de altura. Raíces adventicias se desarrollan regularmente en las axilas foliares, formando una red aérea que le permite anclarse a los soportes circundantes en su hábitat natural, o captar la humedad ambiental en interior.
Su crecimiento es rápido: en condiciones favorables, sus tallos pueden ganar varias decenas de centímetros en pocas semanas. El sistema radicular subterráneo es fasciculado, denso y fibroso, capaz de ocupar bien el volumen de la maceta. Tolera cierta asfixia temporal del sustrato, lo que explica su resiliencia en cultivo doméstico.
El follaje, persistente, está constituido por hojas alternas, simples, con lámina foliar cordiforme a ovalada, de textura coriácea y superficie lustrosa. En ejemplares juveniles, las hojas miden generalmente entre 8 y 15 centímetros de largo, pero pueden alcanzar 30 a 40 centímetros de longitud en individuos adultos bien desarrollados. Su borde es entero y su nervadura pinnada, claramente marcada. La coloración varía del verde intenso al verde abigarrado en amarillo o blanco, según los cultivares.
En su medio natural, puede producir hojas gigantescas, hendidas y muy diferentes a las que conocemos en interior. Estas hojas pueden superar un metro de largo cuando trepa en altura en la selva tropical, lo que nos da una idea del potencial de esta planta, a menudo modesta en nuestros hogares pero verdaderamente majestuosa en la naturaleza.

Pothos ‘Marble Queen’
En interior, la floración es extremadamente rara, casi inexistente, pues requiere condiciones de luz y madurez raramente alcanzadas. En su medio natural, produce una inflorescencia típica de las Aráceas, formada por un espádice amarillo crema rodeado por una espata pálida, habitualmente discreta, de forma lanceolada y ligeramente carnosa. La floración no es decorativa, y en ejemplares cultivados suele ser reemplazada por un crecimiento vegetativo sostenido. La fructificación, en forma de pequeñas bayas agrupadas en el espádice, solo ocurre en condiciones tropicales específicas, y es excepcional fuera de su hábitat natural.
El Pothos también destaca por sus capacidades depurativas. Es particularmente eficaz para absorber ciertos compuestos orgánicos volátiles, especialmente los formaldehídos presentes en el aire interior.

Placa botánica de un Pothos pentaphylla y a la derecha la floración de un Epipremnum pinnatum
Variedades más populares
Plantación del pothos en macetas
¿Dónde colocar la maceta?
Debido a su total falta de rusticidad, el Pothos solo puede cultivarse en exterior en regiones ecuatoriales o en invernaderos tropicales. En nuestras latitudes, está reservado para el cultivo en interior, donde encuentra condiciones más estables y protegidas. La planta no soporta temperaturas inferiores a 10–12 °C y comienza a sufrir por debajo de 15 °C, lo que la hace muy sensible al frío.
El Pothos prospera en entornos luminosos, pero protegido de la luz solar directa que podría quemar su follaje. Tolera bien una luz media e incluso baja, aunque en ese caso su crecimiento se ralentiza notablemente. Las variedades con follajes muy abigarrados, especialmente en blanco, necesitan una luz más intensa para mantener la intensidad de sus motivos.
La temperatura ideal para su cultivo oscila entre 18 y 29 °C, un rango cómodo en la mayoría de los hogares. También se adapta a niveles de humedad moderados, alrededor del 50 al 70 %, pero tolera sin problemas atmósferas más secas, lo que la convierte en una planta muy bien adaptada a la vida en apartamento.

Una ubicación luminosa pero sin luz solar directa es adecuada para el Pothos
¿Cuándo plantar un pothos en maceta?
La plantación puede realizarse durante todo el año en interior, pero la primavera es el momento ideal para plantar un Pothos en maceta, ya que las temperaturas comienzan a subir y los riesgos de heladas han pasado. La planta entra entonces en su fase de crecimiento activo, lo que facilita el enraizamiento y la adaptación al nuevo sustrato.
¿Qué sustrato elegir?
El sustrato debe ser aireado, drenante y ligeramente rico. Este tipo de sustrato evita el exceso de agua mientras mantiene una humedad suficiente alrededor de las raíces. Aquí una composición ideal para asegurar un buen desarrollo radicular del Pothos:
- Sustrato para plantas de interior
- 20% de Perlita o vermiculita para aligerar la mezcla y mejorar la retención de aire.
- Arena gruesa o bolas de arcilla para reforzar el drenaje.
¿Cómo plantar el pothos?
- Elegir una maceta con agujeros de drenaje para evitar estancamientos de agua.
- Colocar una capa de bolas de arcilla o grava en el fondo de la maceta para mejorar el drenaje.
- Llenar la maceta con una mezcla de sustrato ligero, enriquecido con perlita o arena para una buena aireación de las raíces.
- Instalar la planta sin enterrar el collar, distribuyendo bien las raíces.
- Regar moderadamente después de la plantación para humedecer el sustrato sin encharcarlo.
- Colocar la planta en un lugar luminoso, alejado de corrientes de aire y fuentes de calor directo.
También te puede interesar: ¿Cómo cultivar un Pothos?: Elección de la maceta, sustrato, trasplante.
Cultivo y mantenimiento
Es una planta poco exigente, capaz de adaptarse a una amplia gama de interiores.
Riego y humedad
El Pothos requiere un riego moderado y bien controlado. Se recomienda dejar secar los primeros cinco centímetros de sustrato entre dos riegos. Un exceso de agua puede provocar un amarilleamiento del follaje y un riesgo de pudrición de raíz. En periodo de crecimiento, un riego cada 7 a 10 días es suficiente; en invierno, se espacian más. La pulverización del follaje es opcional, pero puede ser útil en caso de aire demasiado seco, especialmente en invierno en viviendas con calefacción.

Rocía solo si tu interior es muy seco
Fertilización
Aunque crece incluso sin aporte adicional, el Pothos agradece un abono líquido para plantas de flor o verdes, diluido a media dosis y administrado cada 4 a 6 semanas, en primavera y verano. Es inútil, e incluso desaconsejable, fertilizar durante el otoño e invierno.
Poda
La poda permite mantener un porte compacto, fomentar la ramificación o controlar el alargamiento excesivo de los tallos. Se realiza en primavera:
- Corta justo por encima de un nudo, es decir, en la base de una hoja.
- Retira de 5 a 15 cm de tallo según la longitud a controlar o la forma deseada.
- Utiliza una herramienta limpia y afilada para evitar dañar el tallo.
- Los tallos cortados pueden servir para realizar un nuevo esqueje de Pothos en agua o en tierra, o para ser replantados en la misma maceta, al lado de la planta madre, para densificar la base. ¡Nada se pierde!
Consejo: cuando los tallos se vuelven demasiado largos o la planta pierde densidad, no dudes en pellizcarlos. Este pequeño gesto evita que el tallo se alargue demasiado y estimula la ramificación, lo que permite mantener una bonita forma. Esto significa cortar el extremo de un tallo joven, justo por encima de un nudo (el punto de inserción de una hoja), con los dedos o tijeras limpias. Resultado: un follaje más denso, un porte más equilibrado.
Trasplante
El trasplante se recomienda cada dos o tres años, o cuando las raíces se sientan apretadas en su maceta. Se realiza preferentemente en primavera, cuando la planta entra en fase de crecimiento activo. Se elegirá un contenedor ligeramente más grande y un sustrato fresco, drenante, para devolver vigor a la planta.
Sabrás todo sobre el trasplante en nuestro artículo: ¿Cómo trasplantar una planta de interior?
Precauciones a tomar
- Para evitar que los tallos se orienten únicamente hacia la luz, piensa en girar regularmente la maceta. Esto permite un crecimiento más equilibrado y una silueta más armoniosa.
- Si observas que las hojas están muy espaciadas en los tallos (nudos alargados), suele ser señal de una falta de luz. En este caso, acorta los tallos y coloca el Pothos en un lugar más luminoso, pero siempre sin sol directo.
- Limpia de vez en cuando las hojas con un paño suave ligeramente húmedo para eliminar el polvo y favorecer la respiración de la planta.
- El Pothos teme el frío y las corrientes de aire, así como la exposición directa al sol que puede quemar sus hojas.
- También es importante no dejar agua estancada en el platillo para maceta después del riego.
Plagas y enfermedades eventuales del Pothos en macetas
El Pothos es una planta generalmente resistente, pero ocasionalmente puede ser objetivo de algunos parásitos comunes. Las cochinillas y las arañas rojas son los principales invasores a vigilar, especialmente en caso de aire seco o estrés de la planta:
- Cochinillas : Cochinillas: identificación y tratamientos naturales. Solución: retíralas manualmente con un bastoncillo de algodón empapado en alcohol al 70°.
- Arañas rojas: para más detalles, lee Arañas rojas: identificación y tratamiento. Solución: aumenta la humedad alrededor de la planta y trata con una solución casera a base de jabón negro.
En el lado de las enfermedades, el exceso de agua es el principal enemigo: puede provocar el pudrimiento de las raíces o favorecer el desarrollo de hongos responsables de manchas en las hojas. Una buena aireación del sustrato y un riego bien dosificado suelen ser suficientes para prevenir estos problemas.
¿Cómo esquejar un potos dorado?
El Pothos se multiplica muy fácilmente a partir de esquejes de tallos. Dos métodos están a tu disposición: hacer esquejes en tierra para un trasplante directo en maceta o el cultivo en agua.
Esquejes de Pothos en tierra
Hacer esquejes en tierra es un método simple y rápido para obtener nuevas plantas a partir de un tallo existente. Así es como se hace:
- Corta un tallo sano de 10 a 15 cm con al menos un nudo.
- Retira las hojas más bajas para conservar solo las situadas en el extremo.
- Planta la base del esqueje en una mezcla de sustrato ligero y húmedo, asegurándote de enterrar el nudo.
- Apisonar ligeramente el sustrato alrededor del tallo para sujetarlo bien.
- Coloca la maceta en un lugar cálido (idealmente entre 20 y 25 °C) y luminoso, protegido del sol directo.
- Cubre eventualmente la maceta con una bolsa de plástico transparente para crear una atmósfera húmeda favorable al enraizamiento.
- Riega ligeramente para mantener el sustrato fresco, sin excesos.
- Las primeras raíces suelen aparecer en una o dos semanas.
- Una vez que las raíces estén bien desarrolladas, la joven planta puede trasplantarse a una maceta más grande con un sustrato adecuado y cuidarse como una planta adulta.
Cultivar un Pothos en agua
El Pothos también se presta muy bien al cultivo hidropónico. Así es como se hace:
- Toma un tallo de unos 15 cm con uno o dos nudos.
- Elimina las hojas que quedarían sumergidas para evitar que se pudran.
- Sumerge el o los nudos en un recipiente con agua clara, preferiblemente en un jarrón o vaso transparente.
- Coloca el recipiente en un lugar luminoso, sin sol directo.
- Cambia el agua cada 3 o 4 días para mantenerla limpia y oxigenada.
- Cuando las raíces alcancen 4 a 5 cm, el esqueje puede trasplantarse a una maceta con sustrato.
Consejos para que tus esquejes de Pothos tengan éxito
Asegúrate de utilizar siempre material limpio y bien desinfectado (cuchillo, tijeras) para prevenir la propagación de enfermedades. Coloca tus esquejes en un ambiente luminoso, pero sin sol directo, con una humedad ambiental constante. Evita los excesos de riego: un sustrato demasiado encharcado favorece la pudrición y ralentiza el enraizamiento.
¿Cómo resaltar tus Pothos en interiores?
Gracias a su porte suave, sus largos tallos y su follaje brillante, el Pothos es una planta ideal para crear composiciones vegetales a la vez naturales y gráficas. En suspensión, forma bonitas cascadas de follaje sobre un mueble, en un rincón luminoso o en hilera sobre una estantería. También puedes hacerlo trepar por una pared o un tutor de musgo para estructurar un rincón o acompañar un mueble vertical (como una biblioteca o un perchero). Encuentra su lugar en casi todas las habitaciones de la casa.
En un baño luminoso, adora la humedad ambiental y disfruta creando un ambiente tropical alrededor de un espejo o colgado del techo, cerca de la ducha. En el corazón de una cocina, aporta un toque vegetal refrescante sobre los muebles altos o en una estantería, sin ocupar mucho espacio.
También encuentra perfectamente su lugar en una oficina o un dormitorio donde sus largos tallos colgantes aportan vida sin requerir mucha atención.
Para interiores con estilo bohemio, contemporáneo o minimalista, el Pothos se adapta a todo: macetero de mimbre, suspensión de macramé, maceta de cerámica o simplemente un tutor natural para verlo trepar.
Combínalo con plantas de interior de texturas y formas complementarias:
-
El Monstera deliciosa para un ambiente tropical marcado.
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El Calathea por el contraste y la riqueza gráfica.
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El Helecho de Boston que refuerza el lado ligero y aéreo del Pothos.
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El Philodendron scandens para un bonito dúo en una misma suspensión.
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El Zamioculcas zamiifolia o Sansevieria para un toque más vertical y estructurado.
Y para una escenografía original o un centro de mesa vegetal tan chic como vivo, introduce algunos esquejes en un jarrón de vidrio transparente lleno de agua.
Polivalente, elegante, fácil de cuidar… ¡El Pothos tiene decididamente todo para gustar! ¿No te dan ganas de caer en la tentación?
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Preguntas frecuentes
-
¿Por qué se ponen amarillas las hojas de mi Pothos?
El amarilleamiento de las hojas suele deberse a un exceso de agua o falta de luz. Deja que se sequen los primeros 5 centímetros del suelo entre riegos, y coloca la planta en un lugar luminoso sin sol directo. También verifica que la maceta esté bien drenada.
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