Clorofito - Planta araña: cómo plantarla y cultivarla

Clorofito - Planta araña: cómo plantarla y cultivarla

Contenido

Modificado el domingo, 15 de junio de 2025  por Olivier 7 min.

El clorofito en pocas palabras

  • El Clorofito es una planta de interior resistente y decorativa, ideal para principiantes.
  • Su follaje en forma de cinta y sus estolones gráciles aportan ligereza y movimiento a cualquier espacio.
  • Fácil de cuidar, prefiere la luz indirecta y un riego moderado.
  • Se multiplica fácilmente por acodo en sustrato o en agua.
  • Además de ser estético, purifica el aire ambiente de forma natural.
Dificultad

La palabra de nuestro experto

El Clorofito, también conocido como planta araña o falangera, es una planta de interior imprescindible gracias a su belleza natural y su gran facilidad de cuidado. Originaria de los bosques tropicales del sur de África, esta vivácea seduce por su follaje en forma de cinta y flexible, a menudo abigarrado de blanco o crema según la variedad. Su porte colgante y sus estolones gráciles aportan ligereza y movimiento a cualquier interior, ya sea moderno, bohemio o vintage.

Su robustez convierte al Clorofito en una elección ideal tanto para jardineros principiantes como para apasionados. Poco exigente, se adapta a diversas condiciones de luz, aunque prefiere una exposición luminosa sin sol directo. Su sistema radicular carnoso le permite tolerar olvidos de riego, mientras que sus propiedades depurativas mejoran la calidad del aire ambiente. El Clorofito también es muy fácil de multiplicar gracias a sus estolones que producen pequeñas plántulas listas para enraizar.

En cuanto al cuidado, esta planta requiere un riego moderado, un sustrato ligero y drenante y un trasplante cada dos años para apoyar su crecimiento rápido. Un aporte regular de fertilizante para plantas verdes en primavera y verano favorece un follaje denso y la producción de estolones. Relativamente resistente a las enfermedades, puede ser susceptible a ataques de cochinillas o arañas rojas en caso de aire demasiado seco, pero estos inconvenientes se solucionan fácilmente con los cuidados adecuados.

Decorativa y versátil, el Clorofito se integra perfectamente en macetas colgantes de macramé, cubremacetas de terracota o cestas de fibras naturales, destacando su follaje colgante. Un verdadero aliado del bienestar interior, combina elegancia y simplicidad, al tiempo que aporta un toque de frescura vegetal a cada espacio. Adoptar un Clorofito es invitar la naturaleza a casa, con estilo y sin complicaciones.

cultivo de planta araña

Chlorophytum comosum

Botánica y descripción

Documento de identidad

  • Nombre latino Chlorophytum comosum

El Clorofito, a menudo llamado planta araña, pertenece a la familia botánica de las Asparagáceas. Este nombre de género, Clorofito, proviene del griego «chloros», que significa verde pálido, y «phyton», que designa la planta, una referencia directa al tono suave de su follaje. En español, esta planta es conocida bajo varios nombres evocadores como planta araña, planta cinta, clorofito o incluso falangera, e incluso planta vaudense en Suiza. Todos estos nombres reflejan la forma grácil de sus largas hojas en forma de cinta y sus estolones que evocan patas de araña.

En su entorno natural, el Clorofito prospera en los bosques tropicales y subtropicales del sur de África. Allí evoluciona protegido de la luz directa, en zonas húmedas y sombreadas donde se beneficia de un suelo rico y bien drenado. Es precisamente esta capacidad de adaptación lo que explica su inmensa popularidad como planta de interior. Resistente y poco exigente, el Clorofito tolera olvidos de riego, variaciones de luz e incluso aire seco, lo que lo convierte en una elección ideal para principiantes. Su follaje decorativo y su capacidad para purificar el aire no hacen más que reforzar su éxito en hogares y oficinas.

Entre las especies y cultivares más comunes de Clorofito, el Chlorophytum comosum sigue siendo la estrella indiscutible de los interiores. Su popularidad se explica por su facilidad de cuidado y su follaje grácil que aporta instantáneamente un toque de verdor. Esta especie se presenta en varios cultivares, cada uno con matices y formas de follaje variadas para adaptarse a todos los estilos.

El más extendido es el Chlorophytum comosum ‘Variegatum’, con sus largas hojas verdes bordeadas de blanco crema, aportando brillo y ligereza a los espacios. Igualmente popular, el ‘Vittatum’ se distingue por sus hojas verdes atravesadas por una banda central blanca, creando un bonito contraste. Más original, el ‘Bonnie’ seduce con sus hojas más cortas y onduladas, formando rosetas compactas con un estilo más dinámico y moderno. El cultivar ‘Ocean’ ofrece una versión más sobria con sus hojas gruesas verdes bordeadas de blanco, mientras que el ‘Irish’ destaca por su follaje completamente verde, más denso y profundo. Este último es perfecto para quienes prefieren un efecto de verdor más natural e intenso, sin las variegaciones de otras variedades.

planta araña abigarrada

Chlorophytum comosum ‘Variegatum’

El Clorofito presenta un porte suave y elegante, formando una roseta densa de largas hojas arqueadas que caen con gracia alrededor de la base. Esta silueta aérea le da a la planta un aspecto ligero y fluido, perfecto para colgarla o colocarla en un mueble alto y dejar que sus hojas caigan libremente.

Su sistema radicular es particularmente interesante: está compuesto por raíces gruesas y carnosas, a veces tuberosas, que sirven como reservas de agua y nutrientes. Esta adaptación natural le permite resistir mejor los periodos de sequía o los olvidos de riego. Esta red subterránea robusta también contribuye al vigor general de la planta.

El Clorofito también se distingue por sus estolones, largos tallos finos que se extienden desde la base de la planta. Estos estolones llevan en su extremo pequeñas rosetas de hojas en miniatura, que recuerdan a la planta madre. En contacto con el suelo o en un medio húmedo, estos brotes desarrollan rápidamente raíces, permitiendo así que el Clorofito se marquete de forma natural y se multiplie sin intervención humana. Este modo de reproducción vegetativa explica su capacidad para colonizar fácilmente su entorno.

El follaje del Clorofito es otro de sus mayores atractivos. Sus hojas son largas, en forma de cinta y flexibles, pudiendo medir hasta 45 cm según las variedades. Según los cultivares, pueden ser uniformemente verdes o abigarradas de blanco o crema, con motivos sutiles que varían desde un borde coloreado hasta una banda central más clara. Este follaje gráfico y caído aporta mucha ligereza al conjunto de la planta.

Su floración, aunque discreta, añade un toque de encanto adicional. El Clorofito produce pequeñas flores blancas estrelladas que florecen a lo largo de sus estolones. Estas flores delicadas suelen ir seguidas de la aparición de las jóvenes plántulas.

En algunas culturas, regalar un Clorofito se considera un símbolo de prosperidad y abundancia, ya que sus estolones que producen plántulas evocan el crecimiento continuo y el renacimiento. No es raro que esta planta se comparta de generación en generación, cada esqueje convirtiéndose en un pequeño legado verde en las familias. Además, algunas personas llaman cariñosamente a esta planta «mamá gallina», debido a sus estolones que cuelgan como pequeños polluelos agarrados a su madre.

¿Sabías que? En los años 80, la NASA realizó investigaciones sobre plantas capaces de purificar el aire en las estaciones espaciales, y el Clorofito demostró ser especialmente eficaz para absorber contaminantes comunes como el formaldehído, el monóxido de carbono y el benceno. Esta capacidad le ha valido un lugar destacado en muchos interiores, no solo por su belleza, sino también por su papel en la mejora de la calidad del aire.

Cultivo y cuidado del clorofito

Cultivar un Clorofito es muy sencillo, lo que explica por qué esta planta es tan apreciada tanto por principiantes como por apasionados de la jardinería. Para que se desarrolle plenamente, hay algunos elementos esenciales que deben tenerse en cuenta.

Exposición

El Clorofito ama la luz brillante, pero indirecta. Un lugar cerca de una ventana orientada al este o al oeste es ideal. También tolera la media sombra, pero sus hojas abigarradas serán más vibrantes con suficiente luz. Una exposición directa al sol, especialmente por la tarde, puede quemar sus hojas.

necesidades de luz de la planta araña

Una exposición a la luz le conviene bien

Tipo de maceta

Una maceta de barro o de plástico con agujeros de drenaje es perfecta. El Clorofito tiene un sistema radicular vigoroso y carnoso, por lo que aprecia macetas ligeramente ajustadas a su tamaño. Esto favorece la producción de estolones y brotes jóvenes.

Tipo de sustrato

Prefiere un sustrato ligero y bien drenado. Una mezcla de sustrato para plantas verdes con un poco de arena o perlita es ideal para evitar la retención de agua. Un sustrato demasiado compacto podría provocar la pudrición de las raíces.

Trasplante

El Clorofito crece rápidamente, por lo que se recomienda trasplantarlo cada 1 o 2 años, preferiblemente en primavera. Cuando las raíces comienzan a sobresalir de la maceta o el crecimiento se ralentiza, es señal de que necesita más espacio.

Riego

La planta araña aprecia riegos regulares pero moderados. Espera a que los primeros centímetros del sustrato se sequen entre riegos. En verano, esto puede significar un riego por semana, mientras que en invierno, un riego cada dos o tres semanas es suficiente. Evita dejar agua estancada en el platillo para maceta, ya que sus raíces carnosas son sensibles al exceso de humedad.

necesidades de riego de la planta araña

Fertilización

Un abono líquido para plantas verdes, rico en nitrógeno (N) para favorecer el desarrollo del follaje, es ideal. Una aplicación cada 2 o 3 semanas es suficiente. En invierno, cuando la planta entra en reposo vegetativo, es preferible suspender los aportes de abono.

Poda

La poda no es indispensable, pero se pueden cortar las hojas dañadas o amarillentas para mantener la planta estética. También es posible podar los estolones si se desea limitar su propagación o tomarlos para hacer esquejes.

Enfermedades y parásitos

El Clorofito es generalmente una planta robusta y poco propensa a enfermedades, pero como toda planta de interior, a veces puede enfrentar algunos problemas relacionados con parásitos o condiciones de cultivo inadecuadas.

Parásitos

Entre los parásitos más comunes, se encuentran los pulgones, las cochinillas y las arañas rojas. Los pulgones suelen alojarse en los brotes jóvenes o las flores, chupando la savia y debilitando la planta. Las cochinillas, reconocibles por sus pequeños grupos blancos algodonados, se esconden bajo las hojas o a lo largo de los tallos. Ralentizan el crecimiento al succionar la savia y dejar residuos pegajosos que atraen moho. Las arañas rojas, por su parte, aparecen principalmente cuando el aire es demasiado seco. Tejen finas telarañas bajo las hojas y provocan un amarillamiento o manchas parduzcas.

Para combatir estos intrusos, una limpieza regular de las hojas con un paño húmedo suele ser suficiente. En caso de una infestación más seria, se puede usar jabón negro diluido. Aumentar la humedad ambiental también ayuda a limitar las arañas rojas, que odian los entornos húmedos.

Enfermedades

El Clorofito puede ser susceptible a la pudrición de las raíces, a menudo causada por un exceso de agua o un mal drenaje. Las raíces gruesas y carnosas no aprecian el agua estancada. Un amarillamiento generalizado del follaje o hojas blandas puede indicar este problema. Basta con reducir los riegos y, si es necesario, trasplantar la planta a un sustrato más drenante.

También pueden aparecer manchas marrones en las hojas, a menudo debido a un agua demasiado calcárea o a un exceso de fertilizante. Lo ideal es usar agua de lluvia o agua filtrada y respetar bien las dosis de fertilizante.

Para saber más, lee también nuestro artículo: Clorofito: parásitos, enfermedades y consejos de cuidado que debes conocer.

Multiplicación de la falangera

El Clorofito es una de las plantas más fáciles de propagar gracias a sus estolones que portan pequeñas plántulas listas para enraizar. Dos técnicas muy efectivas permiten multiplicarlo: el acodo en sustrato y el acodo en agua. A continuación, te explicamos cómo proceder con cada método:

1. Acodo en sustrato (en macetas)

Este método imita el proceso natural de la planta en su entorno.

Pasos:

  1. Elige una plántula bien formada en un estolón, con algunas raíces pequeñas visibles si es posible.
  2. Prepara una maceta pequeña con una mezcla de sustrato ligero y drenante (como sustrato para plantas verdes con un poco de perlita o arena).
  3. Coloca la plántula directamente sobre el sustrato, sin separarla de la planta madre. Fíjala delicadamente con un alfiler o un hilo para que mantenga contacto con el suelo.
  4. Humedece ligeramente el sustrato y coloca la maceta en un lugar luminoso, pero sin sol directo.
  5. Espera a que las raíces se desarrollen (aproximadamente de 2 a 4 semanas). Una ligera resistencia al tirar suavemente de la plántula indica que ha enraizado.
  6. Una vez bien enraizada, puedes cortar el estolón que une la plántula a la planta madre y tratar la joven planta como un Clorofito adulto.

multiplicar planta araña

2. Acodo en agua

Este método es rápido y permite observar fácilmente el desarrollo de las raíces.

Pasos:

  1. Selecciona una plántula saludable en un estolón.
  2. Coloca la plántula en un vaso pequeño o recipiente con agua a temperatura ambiente. Solo las bases de las hojas y las futuras raíces deben estar sumergidas, no las hojas. (nota bene: también puedes cortar la plántula justo en el estolón para separarla de la planta madre).
  3. Cambia el agua cada 2 o 3 días para evitar que se estanque.
  4. En una o dos semanas, aparecerán nuevas raíces blancas y finas.
  5. Una vez que las raíces estén bien desarrolladas (aproximadamente de 3 a 5 cm), puedes plantar el retoño en una maceta con sustrato drenante y regarlo ligeramente.

Estas dos técnicas son sencillas y tienen una tasa de éxito muy alta. El acodo en sustrato favorece una adaptación más rápida al suelo, mientras que el cultivo en agua permite observar el crecimiento de las raíces y suele resultar muy didáctico. ¡Elige la que mejor se adapte a ti!

esquejes en agua planta araña

Acodo en agua del Clorofito

¿Cómo resaltar adecuadamente tu planta araña?

El Clorofito es una planta muy versátil que se adapta perfectamente a numerosos estilos de interior gracias a su follaje aéreo y elegante. Su porte colgante y sus largas hojas en forma de cinta le permiten integrarse tanto en decoraciones modernas como en ambientes más bohemios o naturales.

¿En qué tipo de interior?

  • Interior moderno o minimalista: el clorofito aporta suavidad y ligereza a las líneas depuradas. Su follaje gráfico contrasta de manera encantadora con materiales brutos como el hormigón o el metal. Puede colocarse en una estantería de diseño o suspendido para romper las líneas estrictas del espacio.
  • Ambiente bohemio o natural: con sus estolones que caen en cascada, se integra perfectamente en interiores cálidos donde dominan la madera, los materiales naturales y los tejidos texturizados. Combina a la perfección con tapices de fibras naturales, cojines étnicos y objetos artesanales.
  • Estilo vintage o retro: colocado sobre un mueble de segunda mano o en una maceta colorida al estilo de los años 70, el Clorofito evoca ambientes retro donde las plantas verdes son omnipresentes.
  • Decoración tropical o jungla urbana: complementa perfectamente una colección de plantas exóticas con sus largas hojas que crean volumen y movimiento. Asociado con helechos, Monstera o Pothos, acentúa el efecto «bosque interior».
  • Oficina o espacio de trabajo: gracias a sus propiedades depurativas, también encuentra su lugar en un escritorio, aportando frescura y vitalidad a un entorno a menudo más formal.
planta araña estilo interior

Desde la cocina (© Maja Dumat) hasta el salón, ¡la planta araña se siente cómoda en todas partes!

¿Qué tipo de maceta para realzarlo?

  • Macetero de macramé o suspensión de cuerda natural: ideal para jugar con su follaje colgante y crear relieve en una habitación. Este tipo de soporte resalta su lado bohemio y ligero.
  • Maceta de terracota cruda o esmaltada: el calor de la terracota contrasta de manera encantadora con sus hojas abigarradas. Es perfecto para una decoración mediterránea o rústica.
  • Macetero de cerámica colorida o pastel: en un interior moderno o vintage, una maceta colorida realzará la vivacidad de su follaje. Los tonos suaves como el verde salvia, el azul pálido o el amarillo mostaza india aportan energía sin robarle protagonismo a la planta.
  • Maceta colgante de metal o latón: para un estilo más contemporáneo o industrial, una maceta colgante de metal dorado o negro mate crea un contraste elegante con su follaje flexible.
  • Cestas de mimbre o fibras naturales: perfectas para un ambiente acogedor y natural. Este tipo de contenedor le da un toque auténtico y cálido a la planta.

Sea cual sea la decoración elegida, al Clorofito le encanta tomar altura. Colocarlo en suspensión o en una estantería alta permite disfrutar plenamente de sus estolones colgantes, creando así un bonito movimiento vegetal en la habitación.

chlorophytum comosum

¡Clorofito y macramé: la combinación ideal!

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