
Anthurium - Lengua de fuego: cultivo y cuidados
Contenido
El anthurium en pocas palabras
- El Anthurium es una planta tropical elegante con flores brillantes y coloridas, ideal para decorar interiores.
- Prefiere luz brillante, pero indirecta, y un sustrato ligero y drenante.
- El riego debe ser moderado con vaporizaciones regulares para mantener una buena humedad.
- Su floración prolongada y renovada la convierte en una planta decorativa muy apreciada.
- La división de las matas es el método más sencillo para multiplicarla.
La palabra de nuestro experto
El Anthurium, auténtica joya de los bosques tropicales de América Central y del Sur, cautiva por su elegancia y su espectacular floración. Perteneciente a la familia de las Aráceas, esta planta de interior debe su nombre a las palabras griegas anthos (flor) y oura (cola), una referencia directa a su inflorescencia compuesta por un espádice esbelto rodeado de una espata brillante. Apodado lengua de fuego o flor de flamenco, el Anthurium ilumina los interiores gracias a sus colores vibrantes y su follaje lustroso, convirtiéndose en una elección imprescindible para aportar un toque sofisticado y tropical a la decoración.
Fácil de cultivar, el Anthurium prospera en una luz brillante pero filtrada, lejos de los rayos directos del sol. Aprecia un sustrato ligero y bien drenante, que combine tierra, corteza de pino y perlita. El riego debe ser moderado: es mejor dejar que el suelo se seque ligeramente entre riegos para evitar el riesgo de pudrición de las raíces. Una vaporización regular de sus hojas le proporciona la humedad ambiental que tanto aprecia, especialmente en invierno cuando el aire se vuelve seco.
En cuanto al mantenimiento, el Anthurium requiere poco esfuerzo: un trasplante cada 2 o 3 años, una fertilización ligera en primavera y verano, y la eliminación de las hojas dañadas son suficientes para mantener su belleza. Su floración, que puede durar varias semanas, se renueva a lo largo del año si las condiciones le son favorables. Para quienes deseen multiplicarlo, la división de las matas en primavera es el método más sencillo y eficaz.
Por último, el Anthurium no es solo una planta decorativa, sino también un verdadero símbolo de calidez y hospitalidad. Ya sea que luzca en una maceta de cerámica minimalista, en un cubremacetas de mimbre o incluso colgado en un ambiente bohemio, se adapta a todos los estilos de interiores. Regalar un Anthurium es regalar un toque de exotismo y elegancia atemporal, una elección ideal para realzar el espacio vital.
Botánica y descripción
Documento de identidad
- Nombre latino Anthurium sp.
- Familia Aráceas
- Nombre común Lengua de fuego, Flor de flamenco
- Floración de marzo a noviembre
- Altura 80 cm
- Exposición luminoso, sin sol directo
- Tipo de suelo tierra ligera y fértil
- Rusticidad 16°C
El Anthurium pertenece a la gran familia de las Aráceas, que agrupa numerosas plantas tropicales con follajes decorativos y flores originales. El nombre del género Anthurium tiene su origen en el griego antiguo, combinando las palabras anthos, que significa «flor», y oura, que significa «cola», una referencia directa a la forma característica de sus inflorescencias, donde el espádice alargado evoca una cola rodeada por una espata colorida. En español, esta planta de interior a menudo se llama Lengua de fuego o Flor de flamenco, nombres evocadores que reflejan el brillo de sus colores vivos y su aspecto exótico. En la literatura, también se le conoce ocasionalmente como anturio.
En su medio natural, el Anthurium prospera en los bosques tropicales húmedos de América Central y América del Sur, especialmente en Colombia y Ecuador. Crece bajo la protección de los grandes árboles, aprovechando una luz tamizada y una humedad constante. Esta adaptación a condiciones de sombra y humedad explica por qué el Anthurium se ha convertido en una planta de interior tan apreciada. Su follaje brillante y sus inflorescencias espectaculares aportan un toque de exotismo y color duradero a nuestros interiores, además de requerir relativamente poco mantenimiento. Su elegancia natural y su capacidad para florecer durante todo el año lo convierten en un imprescindible para los amantes de las plantas decorativas.
Dato interesante: el Anthurium es reconocido por sus propiedades depurativas, capaz de absorber sustancias nocivas como el amoníaco, el xileno y el formaldehído presentes en el aire interior.
Un género botánico vasto y variedades interesantes
Entre las numerosas especies de Anthurium –se cuentan más de 1.000 en estado silvestre–, algunas destacan especialmente por su popularidad y facilidad de cultivo en interiores. El Anthurium andraeanum es sin duda el más emblemático. Originario de Colombia y Ecuador, cautiva por su espata brillante, a menudo de un rojo intenso, rosa o blanco, que rodea un espádice amarillo o crema. Esta especie ha inspirado numerosos cultivares decorativos.
Otra especie muy apreciada, el Anthurium scherzerianum se distingue por su espádice curvado en espiral, una particularidad que le confiere un encanto único. Sus espatas suelen ser rojas, aunque también existen variedades con tonos anaranjados o blancos.
Para los amantes de follajes más gráficos, el Anthurium clarinervium y el Anthurium crystallinum son especies imprescindibles. Se valoran por sus grandes hojas acorazonadas, de un verde intenso recorrido por venas blancas y marcadas, ofreciendo un contraste espectacular.

A la izquierda, floración del Anthurium andraeanum y follaje del Anthurium clarinervium. A la derecha, Anthurium scherzerianum
Los numerosos cultivares resultantes de cruces entre especies permiten hoy disfrutar de una amplia gama de colores y formas. Entre los más populares, destacan las variedades de la serie ‘Champion’, conocidas por sus espatas brillantes en tonos rojos, rosas o blancos, o la serie ‘Dakota’, que ofrece tonos más oscuros, desde el burdeos profundo hasta el púrpura. Variedades como ‘Livium’ o ‘Sierra’ presentan tonalidades más suaves, en versiones de rosa pastel o blanco crema.

Las flores de Anthurium se presentan en numerosos colores, desde el blanco hasta el púrpura
Descripción
El Anthurium presenta un porte elegante, a menudo compacto, aunque puede extenderse de manera más aérea según la especie. Sus tallos cortos y robustos sostienen hojas que se elevan o despliegan, dando a la planta una silueta densa y grácil a la vez. Algunas especies desarrollan un porte más colgante, especialmente en las variedades epífitas que, en la naturaleza, se adhieren a las ramas de los árboles.
Su sistema radicular es denso y vigoroso. Se compone de raíces gruesas y carnosas que permiten a la planta almacenar agua y nutrientes, una ventaja esencial para sobrevivir en los bosques tropicales donde crece frecuentemente de manera epífita o semi-epífita. También se observan raíces aéreas que emergen en la base de la planta, buscando la humedad ambiental y contribuyendo al anclaje y la absorción de nutrientes.
El follaje del Anthurium es uno de sus mayores atractivos. Sus hojas son generalmente anchas, coriáceas y brillantes, con formas variadas según la especie. En el Anthurium andraeanum, suelen ser acorazonadas con una superficie lisa y satinada. Especies como el Anthurium clarinervium o el crystallinum muestran hojas más gruesas, aterciopeladas, de un verde intenso, realzadas por venas blancas muy marcadas. Este follaje, persistente, aporta a la planta una presencia decorativa incluso fuera del período de floración.

Anthurium crystallinum
La floración del Anthurium es tan espectacular como duradera. Su falsa flor es en realidad una espata, una bráctea ancha y colorida que rodea un espádice, largo y cilíndrico, donde se encuentran las verdaderas flores pequeñas y discretas. Las espatas se presentan en una paleta de colores vibrantes: rojo, rosa, blanco, verde, violeta e incluso bicolor según los cultivares. La floración puede durar varias semanas, generalmente entre 8 y 12 semanas, y la planta tiene la capacidad de florecer varias veces al año si las condiciones de cultivo son favorables.
¡Atención! La savia del Anthurium contiene oxalatos de calcio, cristales microscópicos que pueden provocar irritaciones cutáneas o reacciones en personas con piel sensible. Al manipular la planta, especialmente durante el trasplante o la poda, se recomienda usar guantes para evitar el contacto con la savia.
El cultivo del anthurium
Exposición
El Anthurium ama la luz brillante, pero indirecta. Una luz demasiado directa puede quemar sus hojas, mientras que la falta de luz reduce su floración. Colócalo cerca de una ventana orientada al este o al oeste, protegido de los rayos directos del sol.
La temperatura óptima se sitúa entre 18 y 25 °C para el Anthurium.
Tipo de maceta
Utiliza una maceta con agujeros de drenaje para evitar el agua estancada.
Tipo de sustrato
El Anthurium prefiere un sustrato ligero, aireado y bien drenante. Una mezcla ideal sería: 1/3 de sustrato para plantas tropicales, 1/3 de cortezas de pino o coco, y 1/3 de perlita o esfagno para mantener la humedad sin excesos.
Trasplante
Trasplanta cada 2 a 3 años, preferiblemente en primavera. Cuando las raíces comienzan a salir por los agujeros de drenaje o a amontonarse, es hora de ofrecerle una maceta ligeramente más grande.
Riego
Riega moderadamente, aproximadamente una vez por semana en verano y cada 10 a 15 días en invierno. Deja secar los primeros 2-3 centímetros del sustrato entre riegos. Usa preferiblemente agua a temperatura ambiente y poco calcárea.
El Anthurium también ama la humedad ambiental: rocía sus hojas 2 a 3 veces por semana, especialmente en verano o en invierno si el aire es seco, o colócalo cerca de un humidificador para que se desarrolle plenamente.
Fertilización
Aplica abono líquido para plantas con flores cada 4 a 6 semanas en primavera y verano. Prefiere un abono rico en fósforo para estimular la floración. En otoño e invierno, suspende la fertilización.
Poda
Retira regularmente las hojas amarillentas o dañadas y las flores marchitas, cortando en la base del tallo. Esto estimula la producción de nuevas hojas y flores.
Enfermedades y parásitos eventuales en el Anthurium
El Anthurium es generalmente robusto, pero puede ser sensible a ciertas enfermedades y ataques de parásitos, especialmente si las condiciones de cultivo no son ideales.
Enfermedades comunes
- Podredumbre de las raíces: es uno de los problemas más frecuentes, a menudo causado por un exceso de agua o un sustrato mal drenado. Las raíces se vuelven negras y blandas, y la planta muestra signos de deterioro (hojas amarillentas, blandas). Es importante reducir los riegos y trasplantar la planta a un sustrato más drenante.
- Manchas foliares (hongos y bacterias): manchas marrones o amarillas en las hojas pueden indicar una infección fúngica o bacteriana. La humedad excesiva y una mala circulación del aire favorecen estas enfermedades. Es necesario retirar las hojas afectadas y limitar las pulverizaciones directas sobre el follaje. Puede ser necesario un tratamiento con fungicida.
- Antracnosis: esta enfermedad fúngica provoca manchas oscuras y bordes necrosados en las hojas. Se ve favorecida por una humedad excesiva. Elimina las partes afectadas y utiliza un fungicida adecuado.
Parásitos frecuentes
- Cochinillas: aparecen como pequeñas masas blancas algodonosas o pequeños escudos marrones pegados a los tallos y el envés de las hojas. Chupan la savia de la planta, provocando un debilitamiento general. Un tratamiento con jabón negro las elimina eficazmente.
- Pulgones: menos frecuentes, pero posibles, especialmente en épocas cálidas. Estos pequeños insectos verdes o negros colonizan los brotes jóvenes. Se tratan fácilmente con pulverizaciones de agua jabonosa.
- Arañas rojas: estos diminutos ácaros atacan las hojas formando finas telarañas. Provocan manchas decoloradas y desecación del follaje. Proliferan especialmente en ambientes secos. Aumentar la humedad ambiental y pulverizar agua sobre el follaje puede disuadirlos. En caso de infestación, se puede utilizar un acaricida natural.
- Trips: estos pequeños insectos alargados pueden deformar las hojas y dejar rastros plateados. Se combaten con tratamientos insecticidas adecuados o soluciones naturales como el aceite de cinamomo.
Prevención
- Mantener un buen equilibrio de riego, ni demasiado seco ni demasiado húmedo.
- Favorecer una buena circulación del aire alrededor de la planta.
- Limpiar regularmente las hojas con un paño húmedo para evitar la acumulación de polvo y disuadir a los parásitos.
- Poner en alhelí toda nueva planta antes de integrarla a la colección para evitar la propagación de parásitos.
→ Lee también: Enfermedades y parásitos del Anthurium: identificar, tratar y prevenir.
¿Cómo multiplicar un Anthurium?
La propagación del Anthurium es bastante sencilla y se realiza principalmente por división de las matas o por esquejes de tallos. A continuación, los pasos detallados para realizar esta operación con éxito:
Por división de las matas (el método más sencillo)
- Elegir el momento adecuado: la mejor época para dividir un Anthurium es en primavera o a principios de verano, cuando la planta retoma su crecimiento.
- Sacar la planta de la maceta: desmaceta con cuidado la planta sujetando la base del follaje. Si las raíces están muy apretadas, golpea ligeramente los lados de la maceta para facilitar su extracción.
- Desenredar las raíces: retira suavemente el exceso de sustrato alrededor de las raíces y separa los diferentes retoños. El Anthurium forma naturalmente varios rechazos o pequeños retoños en la base. Solo hay que separar estos planteles con cuidado.
- Cortar limpiamente: si las matas están demasiado enredadas, utiliza unas tijeras de podar limpias y desinfectadas para cortar las raíces, asegurándote de que cada división tenga raíces sanas y algunas hojas.
- Trasplantar las divisiones: planta cada división en una maceta adecuada, llena de un sustrato ligero y drenante (tierra para plantas tropicales, corteza de pino, perlita).
- Regar ligeramente: riega moderadamente para humedecer el sustrato sin encharcar la tierra. Luego, coloca los planteles en un lugar luminoso, pero sin sol directo.
Por esquejes de tallos (más largo, pero posible)
- Tomar un tallo: corta un tallo sano que tenga al menos un nudo (zona donde nacen las raíces y las hojas).
- Plantar en un sustrato húmedo: coloca el tallo en una mezcla ligera (sphagnum sola o mezcla de tierra/perlita). También puedes probar el esquejado en agua, sumergiendo la base del tallo en un vaso de agua limpia.
- Crear un ambiente húmedo: cubre el esqueje con una bolsa de plástico transparente o colócalo bajo una mini invernadero para mantener una alta humedad, sin que la condensación toque el tallo.
- Esperar el enraizamiento: coloca el esqueje en un lugar luminoso y cálido (20-25 °C). Las primeras raíces suelen aparecer después de 3 a 6 semanas.
- Trasplantar: una vez que las raíces estén bien desarrolladas, puedes trasplantar el esqueje a una maceta con un sustrato adecuado.
Cómo resaltar adecuadamente un Anthurium
El Anthurium, con su follaje brillante y sus flores llamativas, es una planta elegante y moderna que se adapta a numerosos estilos de interior. ¡Su silueta gráfica y sus colores vivos lo convierten en un verdadero elemento decorativo!
¿En qué tipo de interior se desarrolla mejor el Anthurium?
- Interiores modernos y minimalistas: sus formas depuradas y sus colores intensos (rojo, rosa, blanco, verde) aportan un toque de vitalidad sin saturar el espacio. Contrasta de manera encantadora con paredes blancas, materiales crudos como el hormigón o la madera clara.
- Ambientes tropicales o bohemios: colocado entre otras plantas verdes (Monstera, Pilea, Ficus…), el Anthurium refuerza una atmósfera de jungla urbana. Sus flores aportan color en medio de follajes exuberantes.
- Decoraciones glamurosas o sofisticadas: con sus flores lustrosas y sus hojas brillantes, encuentra su lugar perfecto en interiores con acentos elegantes, combinando dorados, mármol o tonos profundos como el azul noche o el verde esmeralda.
- Espacios zen y depurados: en un decorado sobrio, el Anthurium se convierte en un punto focal gracias a su forma elegante y sus colores. Ideal para un ambiente de relajación y bienestar.

En perfecta armonía con su maceta y un papel pintado, o en decoraciones sobrias, el Anthurium encontrará su lugar en cualquier parte
¿Qué estilo de maceta realza su belleza?
- Macetas de cerámica lisa y brillante: una maceta blanca, negra o pastel acentúa la elegancia natural del Anthurium y resalta sus colores vivos. Esta opción es perfecta para un interior moderno y minimalista.
- Maceteros de materiales naturales: el mimbre, el ratán o la terracota cruda refuerzan un ambiente natural y bohemio. Esto crea un contraste agradable con el brillo de la planta.
- Macetas metálicas (doradas, cobrizas, latón): ideal para un decorado chic y refinado, el metal aporta un toque de sofisticación y resalta el verde profundo del follaje.
- Macetas geométricas o de diseño: formas originales o motivos gráficos destacan el lado contemporáneo de la planta, perfecto para interiores más atrevidos.
- Suspensiones o macetas elevadas: colocar el Anthurium en altura, sobre un soporte o en una suspensión, atrae la mirada hacia su floración y aporta ligereza a la decoración.
Trucos decorativos
- Combínalo con espejos o superficies reflectantes para acentuar el brillo de sus hojas.
- Crea un contraste colocándolo frente a una pared oscura (gris antracita, azul profundo) para resaltar sus colores.
- Combínalo con otras plantas de follajes texturizados para jugar con los contrastes de formas.
Para leer también
→ Descubre nuestra amplia gama de plantas de interior.
→ Existen numerosos libros sobre plantas de interior, pero te recomendamos LA biblia sobre el tema: La Enciclopedia de las plantas de interior de Solène Moutardier, publicada por Ulmer.
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