
Las plantas de interior perfectas para un dormitorio: nuestra guía práctica
Selección y consejos
Contenido
Instalar una o dos plantas en un dormitorio puede parecer algo insignificante, pero a menudo es uno de los gestos más sencillos para transformar el ambiente de una habitación. Un follaje bien elegido aporta al instante un toque de frescura, calma e incluso dulzura, sin saturar el espacio. Sin embargo, no todas las plantas de interior están hechas para este entorno particular.
El dormitorio es un lugar de descanso, con condiciones a menudo específicas: luz tamizada, aire más seco, temperatura estable pero a veces fresca en invierno. Algunas plantas se adaptan bien, otras mucho menos.
En este artículo, descubre siete plantas de interior perfectamente adaptadas a la vida en el dormitorio. Sencillas de cuidar, estéticas sin ser invasivas, permiten vegetalizar un rincón nocturno sin complicaciones. Ya sea que el dormitorio sea luminoso o moderadamente iluminado, hay opciones para todos los gustos.
Los criterios de una planta ideal para el dormitorio
No todas las plantas de interior están hechas para vivir en un dormitorio. Algunas prefieren el calor húmedo de un baño, otras necesitan pleno sol… Para elegir bien una planta adaptada a un dormitorio, aquí tienes los principales criterios a tener en cuenta:
Tolerancia a una luz moderada
Muchos dormitorios solo tienen una luminosidad media y pocas ventanas.
→ Por lo tanto, es preferible elegir plantas que prosperen sin luz directa y que se mantengan bonitas incluso con luz tamizada.
Sin exigencias de humedad
El aire de los dormitorios suele ser más seco, especialmente en invierno debido a la calefacción y durante todo el año en general.
→ Las plantas elegidas deben soportar bien una atmósfera seca, sin necesidad de pulverización o humidificador. Esto también evita crear un clima demasiado húmedo en el espacio de descanso.
Crecimiento moderado
Una planta que crece demasiado rápido puede volverse incómoda en un dormitorio, sobre todo si el espacio es limitado.
→ Es mejor optar por variedades de desarrollo lento o fáciles de contener, que mantendrán una forma armoniosa con un mínimo de poda.
Follaje tranquilo y no irritante
En una habitación dedicada al descanso, se prefieren follajes no agresivos, no irritantes al tacto, y plantas no aromáticas (a menos que el perfume sea muy ligero).
Seguridad para los animales
Si un gato o un perro comparte el dormitorio, hay que comprobar que la planta elegida no sea tóxica en caso de ingestión.
→ Algunas plantas muy populares (como el potos o el espatifilo) deben evitarse si el animal es del género curioso.
7 plantas de interior ideales para un dormitorio
La lengua de suegra – Sansevieria
Probablemente la planta más «indestructible» de esta lista, la Sansevieria es una campeona de la adaptación. Soporta un amplio rango de condiciones de luz, desde rincones oscuros hasta ventanas soleadas (siempre que no reciba sol directo y abrasador). En el dormitorio, se aprecia especialmente por su capacidad para vivir bien con luz moderada y por su porte vertical que ocupa poco espacio. Existen muchas variedades: algunas tienen hojas largas y estriadas, otras son compactas, en roseta, perfectas para una estantería o mesa de noche.
En cuanto al cuidado, requiere muy poca agua: un riego cada 2 o 3 semanas es suficiente, incluso menos en invierno. Sin embargo, teme el exceso de humedad, por lo que una maceta bien drenada es imprescindible. Resistente, elegante y casi autónoma, es ideal para quienes desean una presencia vegetal sin complicaciones.
La planta araña – Clorofito
Fácil de reconocer por sus largas hojas finas y arqueadas, a menudo abigarradas de blanco, el Clorofito es una planta dulce y vivaz, perfecta para crear un efecto natural y ligero en un dormitorio. Puede colocarse en maceta, cultivarse en suspensión o incluso situarse sobre un armario para dejar caer sus hojas y rechazos.
Es una planta muy tolerante: soporta bien la luz media, aprecia la luz indirecta, y no sufre demasiado en atmósferas secas. Le gusta un riego moderado pero regular, y tolera algunos olvidos sin problema. Además, su crecimiento rápido y su facilidad para producir «bebés» la convierten en una planta alegre y generosa.
El Zamioculcas
El Zamioculcas zamiifolia es una planta escultural, con sus tallos gruesos y brillantes. Aporta un estilo más moderno, casi gráfico, a la habitación. Tolera muy bien una luminosidad media, aunque una luz indirecta intensa le permitirá crecer más activamente.
Su gran fortaleza es su resistencia a la sequía. Sus tallos y raíces tuberosas almacenan agua, lo que la convierte en una planta poco exigente en cuanto a riego. Aprecia que la dejen tranquila, lo que la hace una compañera perfecta para dormilones despistados. Basta con un riego cada 3 o 4 semanas, en una maceta bien drenada.
El Pothos
Con sus hojas acorazonadas y su capacidad para trepar o colgar, el Pothos (de nombre correcto Epipremnum aureum) es una planta versátil que se adapta a casi cualquier configuración. Puede adornar una estantería, trepar por una pared o caer desde un mueble. Su follaje varía del verde intenso al verde abigarrado de amarillo o crema, lo que lo hace muy decorativo, incluso con luz media.
El pothos aprecia la luz indirecta pero soporta muy bien lugares algo más oscuros. Requiere un riego moderado y prefiere que se deje secar el sustrato entre riegos. Su único defecto: es ligeramente tóxico si se ingiere. Si hay animales en el dormitorio, habrá que colocarlo fuera de su alcance.
La Aspidistra – planta de hierro
La Aspidistra lleva bien su apodo: tiene una robustez excepcional. Su follaje ancho y lustroso, de un verde profundo, da un aire tranquilo y ligeramente vintage a una habitación. Crece lentamente, pide casi nada, y puede soportar condiciones difíciles: poca luz, riegos espaciados, variaciones de temperatura…
Es la planta perfecta para dormitorios poco luminosos, poco calefaccionados, o para personas que a veces olvidan sus plantas. Se conforma con poco, no necesita trasplantes frecuentes, y resiste bien la sequía. Su porte bajo y denso la convierte en una planta discreta pero reconfortante.
El Aloe vera
El Aloe vera, sobrio y gráfico, encaja muy bien en dormitorios modernos, minimalistas y luminosos. Aprecia una luz intensa, incluso un poco de sol directo. Es una buena opción para habitaciones orientadas al sur u oeste. Con luz insuficiente, tenderá a estirarse.
En cuanto a cuidados, requiere muy poco riego: una vez cada dos o tres semanas es suficiente. Como todas las plantas suculentas, odia la humedad estancada, por lo que un buen drenaje es esencial. Su forma compacta y apariencia ordenada la hacen ideal para un rincón de mueble, estantería o alféizar.
El Spathiphyllum – flor de luna
El Spathiphyllum es una planta elegante, de follaje denso, a menudo realzada por sus flores blancas en forma de velo. En un dormitorio bien expuesto, aporta un toque dulce y cuidado. Necesita luz indirecta bastante abundante para florecer bien, una habitación oscura no le conviene.
Aprecia cierta humedad, pero puede adaptarse bien a un dormitorio medianamente seco, con un riego regular. Un pequeño desempolvado ocasional de sus hojas ayuda a mantener su brillo. Con su apariencia grácil, encuentra perfectamente su lugar en un ambiente tranquilo y relajante.

En el sentido de las agujas del reloj: Clorofito, Pothos, Aspidistra, Aloe vera, Zamioculcas, Spathiphyllum, Sansevieria
Precauciones para tener plantas en un dormitorio
Instalar plantas en un dormitorio es una excelente idea para crear un ambiente relajante y natural. Pero este espacio particular tiene sus propias limitaciones. Aquí tienes algunos puntos a considerar para garantizar el bienestar de la planta… y el de los ocupantes.
Evitar el exceso de humedad
El riego suele ser el primer error. Demasiada agua en una maceta puede:
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provocar la pudrición de las raíces,
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desprender olores desagradables,
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o incluso crear un ambiente poco saludable en una habitación dedicada al descanso.
→ Por lo tanto, se recomienda realizar riegos cuidadosos y de verificar regularmente que no haya agua estancada en el fondo de la maceta, especialmente en invierno cuando la planta consume menos agua.
Elegir una ubicación estable
La temperatura de un dormitorio suele ser moderada, pero cuidado:
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Evitar las corrientes de aire frío cerca de las ventanas en invierno.
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No colocar las plantas demasiado cerca de los radiadores, que secan el aire y dañan el follaje.
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Evitar también los alféizares de ventana mal aislados.
Priorizar plantas con follaje discreto
Algunas plantas con flores, como los jazmines o las gardenias, pueden desprender un aroma intenso.
→ Este aroma, aunque agradable en un salón, puede perturbar el sueño o provocar dolores de cabeza en personas sensibles.
Por eso se prefieren plantas poco aromáticas en este espacio.
No sobrecargar el espacio
¡La idea no es convertir el dormitorio en una jungla!
→ Una o dos plantas bien elegidas son suficientes para crear una atmósfera relajante, sin obstaculizar la circulación del aire o el mantenimiento de la habitación.

Una sola planta, bien ubicada y de bella estatura, basta para insuflar un espíritu de naturaleza zen y un toque de color bienvenido en un dormitorio de tonos apacibles
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