Opuntia macrocentra

La Opuntia macrocentra, en su forma de espinas negras, es una tunilla bastante rara, pero de cultivo muy fácil. Es un bonito cactus, pero también una planta bien armada, cuyas palas azul-verdosas pueden adquirir tonos violáceos en caso de estrés. Produce flores sedosas, de gran delicadeza, pero intensamente coloreadas en amarillo y rojo anaranjado. Es una excelente planta para jardín seco que soporta perfectamente el calor y la aridez. ¡Cuidado con sus espinas afiladas: colócala lejos de zonas de paso!

La Opuntia macrocentra, comúnmente llamada higuera de Barbaria, presenta diferentes subespecies y clones variables en cuanto a coloración, tanto en las palas como en las espinas. Esta planta de la familia de las Cactáceas es originaria del suroeste de Estados Unidos, especialmente de Arizona, Nuevo México y Texas, así como del norte de México, en particular del estado de Chihuahua. La forma de espinas negras es una planta arbustiva que presenta segmentos de tallo aplanados, llamados cladodios o palas, de forma redondeada, que miden entre 10 y 20 cm de largo y ancho. Su color varía del azul-verdoso al verde violáceo claro, este último tono se intensifica bajo el efecto del estrés hídrico o las bajas temperaturas debido a la producción de betalaínas. Las aréolas, dispuestas en filas diagonales sobre los segmentos, presentan espinas negras a marrón rojizo, generalmente una o dos por aréola, que miden 4 a 7 cm de largo, orientadas hacia arriba. De crecimiento lento, la planta alcanzará una altura de 60 a 90 cm y se extenderá hasta 1,8 m en terreno abierto. En macetas, sus dimensiones son más modestas. La planta tiende a producir rechazos basales, formando así colonias densas con el tiempo.
Las flores aparecen de marzo a junio según el clima. Son solitarias, de color amarillo limón con matices de amarillo pálido y base rojo anaranjado, y miden unos 7,5 cm de diámetro. Se abren a media mañana y se cierran por la noche, luego se marchitan. La polinización la realizan insectos, especialmente abejas, atraídas por los colores vivos y los recursos de néctar. Los frutos son carnosos, de forma ovoide a elipsoide. Miden 3 a 4,3 cm de largo y adquieren un tono rojo a púrpura al madurar. Estos frutos son comestibles y contienen semillas aplanadas de color beige. Los cladodios realizan la fotosíntesis y el almacenamiento de agua, mientras que las hojas, reducidas, se transforman rápidamente en espinas o gloquidios.

La Opuntia macrocentra era tradicionalmente utilizada por las poblaciones autóctonas del suroeste americano. Los frutos maduros, ricos en azúcares y vitaminas, se consumían frescos o se transformaban en jaleas y mermeladas. Los segmentos de tallo, una vez libres de espinas, se usaban como forraje para el ganado en épocas de sequía.

La Opuntia macrocentra de espinas negras encuentra su lugar natural en los jardines secos, mediterráneos o contemporáneos. Planta este cactus de palas entre las piedras de una rocalla o en un talud árido, ¡lejos del paso! Puedes combinarlo con la elegancia minimalista de los Hesperaloe y con gramíneas como el Muhlenbergia capillaris; la neblina rosada de su floración suavizará su aspecto áspero. Entre aridez y refinamiento, esta tunilla evoca la grandeza de los paisajes desérticos.

¡Atención, la Opuntia macrocentra es sin duda una "dura de pelar", pero sus articulaciones son frágiles! ¿Se ha caído una pala durante el transporte o al manipularla? No te preocupes, es lo que permite a esta conquistadora propagarse en la naturaleza: ¡cada pala caída al suelo es capaz de generar una planta entera! Es una gran oportunidad para tener una nueva tunilla: simplemente deja la pala al aire libre unos días, hasta que el tejido cicatrice. Luego planta esta pala verticalmente, con 1/3 de su superficie enterrada, en una maceta bien drenada con una mezcla de arena y sustrato. Colócala al sol, riega cuando te acuerdes, ¡crecerá sola!