Kalmia latifolia Bumblebee

Originario de las montañas del este de América del Norte, el Kalmia latifolia es extremadamente rústico y soporta temperaturas muy bajas, incluso por debajo de -20°C. Requiere ser colocado en una exposición semisombreada, en un suelo húmico y fértil, ácido, fresco (incluso húmedo) pero bien drenado. Para la plantación, evitar períodos de heladas o de mucho calor, y favorecer más bien los períodos de lluvias de primavera u otoño, que facilitarán su desarrollo. Prever un hoyo lo suficientemente ancho y profundo (40 cm por 40 cm) para que su Kalmia se instale de forma duradera. Un riego regular (con agua preferiblemente no calcárea) durante las primeras semanas después de la plantación es necesario para mantener el suelo húmedo y fresco. Un mantillo al pie puede ser beneficioso para proteger las raíces finas y superficiales. Cada primavera, remover el suelo alrededor del pie y cubrir con una capa de tierra, tierra de brezo y corteza de pino. Si el suelo es calcáreo, es conveniente evitar plantar este arbusto de suelo ácido, ya que podría deteriorarse a más o menos largo plazo. Sin embargo, se puede intentar su cultivo reemplazando la tierra de su jardín (en un área de 60 a 80 cm en todos los sentidos) por una mezcla de tierra de brezo, tierra de hoja para macetas y turba. En este caso, añadir quelato de hierro disuelto en el agua de riego cada tres meses, de primavera a otoño.

El Laurel de montaña puede tolerar una exposición soleada, pero teme las situaciones abrasadoras y la sequía. Debe ser colocado de manera que esté a la sombra en las horas más calurosas del día, y se debe aplicar un mantillo al pie para preservar la frescura del suelo. Durante el verano y especialmente en caso de sequía, riegos regulares (preferiblemente con agua de lluvia) serán indispensables. Este riego estival es especialmente importante ya que los botones florales se forman para la primavera siguiente. Al preferir el Laurel de montaña la frescura y una alta humedad, se mostrará vigoroso en climas oceánicos o lluviosos. También puede ser cultivado en una gran maceta en la terraza o balcón. Los riesgos de deshidratación del suelo son mayores en caso de cultivo en maceta, por lo que una gran maceta, mantillo para conservar la frescura y una vigilancia aumentada del riego serán indispensables. Aparte de la eliminación de las flores marchitas, la poda del Kalmia latifolia prácticamente no es necesaria. De hecho, podría obstaculizar la floración del año siguiente, ya que los botones florales se forman en los extremos de las ramas. Sin embargo, es posible eliminar la madera muerta y realizar un ligero refrescamiento para mantener un porte equilibrado del Kalmia.