Cupressus macrocarpa - Ciprés de Monterrey

El Cupressus macrocarpa, comúnmente llamado Ciprés de Lambert o ciprés de frutos grandes, es un gran conífero originario de los alrededores de Monterey, una ciudad situada en la costa oeste de Estados Unidos a la que debe su otro nombre de Ciprés de Monterey. Cuando es joven, este árbol tiene un aspecto de columna esbelta o de cono muy denso, de un verde intenso. Con el Tiempo, las ramas de este gran conífero se despliegan formando una magnífica corona tabular salpicada de frutos en forma de grandes conos arrugados. Es un árbol valioso para los jardines del litoral atlántico, ya que se adapta a suelos pobres, arenosos, a los rocíos marinos y a las nieblas salinas. Hay que evitar los suelos demasiado rocosos y el Clima muy seco del Mediterráneo.

El Cupressus macrocarpa es una de las especies más grandes pertenecientes a la familia de las cupresáceas. En la naturaleza, se encuentra en los bosques que bordean el centro del litoral californiano, donde se beneficia de la humedad atmosférica y las nieblas que tanto aprecia. Algunos ejemplares alcanzan los 36m de altura y forman un tronco de 2m40 de diámetro en sus regiones de origen. En cultivo, bajo nuestros climas, rara vez superará los 12m de altura por 10m de envergadura, en solo 10 años. Próximo al Chamaecyparis, se diferencia por sus ramizas redondeadas, dispuestas en forma de escobillón alrededor del eje principal, y sus conos más grandes, con escamas leñosas.

Cuando se integra en un pequeño bosque, este ciprés de Monterey desarrolla un tronco recto y muy alto. Si dispone de espacio, en cambio, se ramifica más abajo, formando grandes ramas extendidas que componen una copa ancha y densa. Al crecer rápidamente, se viste de un follaje bastante grueso cuando se observa de cerca, aromático al frotarlo. Su olor es ligeramente ácido. Sus hojas pequeñas triangulares y romas, de un verde intenso, están anidadas sobre cortas ramizas cilíndricas, a su vez implantadas en ramas. Los ejemplares jóvenes de menos de 1 año presentan hojas juveniles en forma de agujas. Los conos femeninos, globulares y verdes, se vuelven marrones al alcanzar la madurez. La corteza de color marrón rojizo adquiere un tono grisáceo con la edad. El sistema raíz de este árbol es pivotante, lo que le permite anclarse muy profundamente en el suelo para extraer agua y nutrientes, y resistir al viento, incluso violento. Su rusticidad es buena en suelo drenado, del orden de -15°C. Pero su silueta altiva no aprecia el peso de la nieve, que puede deformarla permanentemente.

El Ciprés de Lambert es perfecto en un gran jardín o parque, donde dispondrá de suficiente espacio para desplegar su hermosa silueta. Una bendición para los jardines a orillas del mar muy ventosos, con suelo arenoso, donde pocos árboles prosperan, su porte majestuoso estructura un jardín de manera única, ya sea de estilo contemporáneo, salvaje, romántico o inglés. También puedes, por comodidad o falta de inspiración, utilizarlo en un seto, como su primo el ciprés de Leyland; pero esto convertirá a este majestuoso árbol en un inválido, privado de libertad, amplitud e incluso identidad. Muy plantado en el litoral bretón, el ciprés de frutos grandes es un conífero elegante, poco exigente y vigoroso, que prosperará en todas las regiones donde los veranos son frescos y los inviernos húmedos y suaves.