Piracanta Teton

El Pyracantha 'Teton' es una variedad de Piracanta que se distingue por su porte más denso, más arbustivo y más erguido que el de las variedades habituales. Resistente al fuego bacteriano y al cancro, es igual de florífero y fructífero, cubriéndose de flores blancas y melíferas seguidas de bonitas bayas de un tono dorado a amarillo-anaranjado. Las variedades modernas han devuelto su prestigio a este arbusto espinoso, durante tanto tiempo relegado a un papel defensivo y mantenido sin cuidado. Son arbustos increíblemente robustos y de los más fáciles de cultivar incluso en suelos mediocres, con múltiples ventajas, que merecen ser integrados en el diseño del jardín.

Originario de Asia y del sur de Europa, los Pyracanthas han dado muchas variedades hortícolas. Al igual que los Cotoneaster, pertenecen a la familia de las rosáceas. 'Teton' muestra un porte particularmente arbustivo y erguido, menos desordenado que el de otras variedades. Alcanza aproximadamente 3 m a 3 m 50 de altura para 2 m de envergadura. Su floración se extiende de mayo a julio según la suavidad del clima. A lo largo de las ramas aparecen numerosos ramilletes de pequeñas flores de color blanco puro agrupadas en corimbos. Esta floración es melífera y agradablemente perfumada. Es seguida por una fructificación en bayas amarillo-anaranjadas y brillantes, de aproximadamente 1 cm de ancho. El follaje brillante, de color verde oscuro, persiste en invierno y permanece denso. Está compuesto de hojas pequeñas ovaladas con bordes ondulados. Las ramas teñidas de rojo están provistas de espinas temibles de unos 3 cm de largo, y se arquean con el tiempo.

¿Demasiado plantado, demasiado podado, demasiado enfermo y demasiado visto? El Pyracantha moderno es, en cualquier caso, un arbusto que tolera cualquier condición de cultivo y, sobre todo, que no sufre con las podas geométricas o más o menos artísticas. Providencia para los suelos incultos, incluso rocosos, tiene al menos la ventaja de aportar un poco de exuberancia y color a los jardines desfavorecidos, a los límites abandonados, mientras cumple perfectamente su papel de defensor. Perfecto para la realización de setos o topiarios, centrará las miradas especialmente en otoño e invierno con su abundante fructificación colorida, al tiempo que protege el jardín de miradas indiscretas y alberga a numerosos pequeños animales útiles para el jardín. Puedes honrarlo dejándolo crecer libre, en la lejanía, en el ángulo de un edificio un poco triste, o en el borde de un bosquete natural; en estas condiciones, sabrá ser espectacular, en flores o en frutos. En un seto, mézclalo con otras variedades para jugar con los diferentes colores de los frutos, pero también con otros arbustos como los Cotoneaster, Acebo, Eleagnus, Evónimos caducos o persistentes, citisos, laurel...